- Redacción
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- 2014-10-01 11:14:00
Octubre es el mes de la cerveza. En algunas partes del mundo celebran el Oktoberfest, en otras se rinde un merecido homenaje cada día, en las barras de tapeo. Pero ¿qué sabemos realmente sobre este antiquísimo trago? Esta es solo una pequeña introducción al fantástico mundo de la cerveza.
Texto: B. Chamel
Si Cleopatra levantara la cabeza y viera cómo esa pasta de cereal con la que ella se untaba el cuerpo para mantenerse cada vez más bella ahora es más líquida que sólida y se ha convertido en un trago internacional amado, respectado y popularizado… se quedaría maravillada. No es para menos. Se podría dar la vuelta al mundo siguiendo la estela de espuma que deja una cerveza. Allá donde viajemos, da igual el punto del globo, siempre nos encontraremos “la cerveza local”. Y esa cerveza local, la que, la mayoría de las veces, alivia los calores, es una lager rubia.
En España, estamos hipnotizados con el boom de las mal llamadas cervezas artesanas. Digo mal llamadas porque realmente artesanas son todas las cervezas; la diferencia radica entre las que se elaboran en macrocervecerías y las que se producen en microcervecerías. Pero tanto unas como otras elaboran la cerveza con los mismos ingredientes y casi casi de la misma manera –digo casi, porque ya sabéis que influye el conocimiento del maestro cervecero–. ¿Qué lleva la cerveza? Un cereal (que generalmente es cebada o trigo), lúpulo (que es lo que le da el aroma y el espesor a la cerveza), levaduras (que son las que ayudan a transformar los azúcares en agua) y agua… ¡Agua! El mayor porcentaje de una cerveza es agua. ¿Sabéis que el mito de que la cerveza engorda lo podemos romper en décimas de segundo? Tan solo hay que saber que una caña de cerveza (200 ml) tiene 90 calorías, un cero por ciento de materia grasa, bajo contenido alcohólico, vitaminas, antioxidantes…
Hay tanta variedad de cerveza que es capaz de cubrir los gustos de cada uno de nosotros. Es cierto que al final siempre acabas pidiendo una marca de cerveza determinada, pero realmente, si lo que nos interesa es saber sobre birra, habría que entender que cuando nos ponemos en una barra y pedimos una caña lo que generalmente nos sirven es una lager o tipo Pilsen. Me explico. Se podrían hacer muchas clasificaciones sobre el mundo de la cerveza, pero la más general es la que se hace según la temperatura de fermentación. De esta forma haríamos dos grandes grupos: las que se hacen a bajas temperaturas (las tipo Lager) y las que producen a temperaturas elevadas (las tipo Ale).
Lo dicho, las Lager son las que habitualmente nos sirven en cualquier sitio. Son cervezas que se obtienen a partir de levaduras que actúan en la primera fermentación durante unos 7 a 10 días a temperaturas que oscilan entre los 5 y los 13 grados. Después, estas levaduras se quedan en el fondo del depósito. Luego, estas cervezas pasan por una segunda fermentación a temperaturas entre los cero y los dos grados. ¿Qué se obtiene? Pues un abanico de cervezas muy interesante que va desde las tipo Pilsen, a las más doradas (más populares), a las tostadas extra…
El otro tipo de cervezas engloba a las que se obtienen a partir de un proceso de fermentación a altas temperaturas, de entre 14 y 25 grados durante 3 o 6 días. Estas cervezas suelen tener sabores más complejos, con aromas y paladar afrutados, y generalmente son más cremosas y oscuras. La lista de cervezas de alta fermentación también es muy numerosa. En nuestro país podemos encontrarnos la Ale, la tipo abadía y la negra stout…
Siempre me gusta pensar que hay una cerveza para cada momento del día, al igual que pienso que hay una para cada tipo de cocina. Una lager tostada bien fresca es ideal para tomar a la hora del aperitivo; la abadía es una cerveza de puesta de sol y la negra, una despedida del día. Pero también apuesto por las lager para acompañar las comidas picantes tipo asiáticas y también para esos aperitivos con salazones, frituras de mar o escabeches; las tipo abadía son perfectas para armonizar con carnes rojas y la cerveza negra es ideal como final de una comida romántica en la que alguna de las dos partes se anima a pedir un postre de chocolate… ¡el mejor maridaje: las notas de café y regaliz de la cerveza negra con el chocolate negro!
De las últimas catas que he realizado me quedo con grata sorpresa con las siguientes referencias: de entre todas las locuras que se están haciendo en las microcervecerías, me parece divertida y sorprendente la cerveza Er Boquerón: dicen que la elaboran con agua marina y cierto es que tiene un punto de sal muy interesante. La armonicé con unos buñuelitos de bacalao y la verdad que es un maridaje perfecto. Mahou siempre me sorprende y mucho más cuando, como en este caso, lanza unas cervezas de edición limitada llamadas Casimiro Mahou, bello homenaje al fundador de la marca. El grupo Damm acaba de lanzar su fantástica Inedit (coupage trigo-cebada creada en 2008 por Ferrán Adrià) en 33 ml y la lager de Estrella de Galicia siempre es una apuesta segura. Pero, como digo, esto solo es cuestión de gustos, lo importante es saber sobre cerveza y saber disfrutarla. ¡Salud!