- Juan Esteban
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- 2020-05-07 00:00:00
Marzo y abril han sido meses de trabajos precisos que preparan la cepa para el futuro, aprovechando sus recursos.
Nombre de la parcela
La Loma
Edad del viñedo
36 años, plantado por Tomás Esteban
Variedades
Tinta Fina y Albillo
Tipo de suelo
Franco-arenoso con afloramientos calizos
Conducción
Vaso
Densidad de plantación
2.100 plantas por hectárea
Altitud
800 metros
Extensión
4,60 hectáreas
Pluviometría desde final de vendimia
267 m2 (marzo) / 367 m2 (abril)
Temperatura máxima y mínima marzo y abril
22,8ºC y 3,7ºC (marzo) / 24ºC y 4ºC (abril)
Control de malas hierbas
Debido a la escasez de lluvias en nuestra zona, es muy importante controlar el crecimiento de material vegetal en el suelo (foto 1), pero en viticultura ecológica una de las premisas fundamentales es la no utilización de herbicidas. En Valderiz realizamos el control de hierbas con medios mecánicos, es decir, con el cultivador. Primero, dejamos que crezca la hierba y, cuando se acerca la primavera, realizamos cuatro o cinco pases con el intercepas para arrancarla. Un trabajo tedioso, laborioso y casi de precisión que varía en función de la añada.
Triturado de sarmientos
Desde hace 20 años, los restos de la poda en Valderiz se pican con una trituradora de sarmientos. Previamente, los palos se amontonan con una barredora en el centro de la calle para facilitar el trabajo de la máquina (foto 2). Dejamos los restos en el suelo para que se descompongan; de esta forma, conseguimos que la materia orgánica se mineralice y sea asimilada por la planta en forma de nutrientes. Es una técnica que crea controversia porque hay quien dice que, si ha habido alguna enfermedad, las esporas se mantienen en el aire, pero lo cierto es que hongos como el oídio son endémicos en Ribera del Duero.
Acodos
Enfermedades como la yesca están despoblando los viñedos, sobre todo en los más antiguos hay numerosas faltas. Una de las formas más eficaces de replantar es mediante acodos o guiado (fotos 3 y 4). Un acodo consiste en enterrar en profundidad el propio tallo de una cepa para cubrir una falta que haya en la proximidad más inmediata, normalmente, en la cepa siguiente. Es fundamental que la cepa desde la que se hace el acodo esté sana porque, si no, se morirían ambas plantas. Antiguamente se hacían hundidos, esto es, hundir la cepa completamente y sacar varios sarmientos para recuperar las faltas.
Aporte orgánico
Para conseguir vinos equilibrados la planta debe tener una correcta relación entre la masa vegetativa y la carga de fruta; en Valderiz siempre hemos apostado por obtener menos vigor pero mayor calidad. Parte de nuestras parcelas no requieren aporte de abono orgánico, pues tienen recursos suficientes, pero en otras aplicamos peletizados de estiércol deshidratado (foto 5) de tal manera que, cuando esta materia orgánica está en el suelo, absorbe la humedad y favorece el crecimiento los racimos. Cada año, realizamos estas rotaciones en torno al 10 o 15% de la superficie total de nuestro viñedo.
Calicatas, preparar el terreno
Estamos haciendo calicatas (foto 6) para analizar la composición de los suelos de nuestras distintas parcelas. Por el momento lo estamos llevando a cabo sobre todo en nuevas plantaciones, pero la idea es realizarlas en toda la propiedad para, en un futuro, disponer de un completo mapa de suelos. Si bien es cierto, como siempre hemos labrado nuestras parcelas, conocemos bastante bien su composición y comportamiento, pero es muy interesante obtener información adicional. De esta manera, sabremos no sólo el tipo de terreno, sino en qué porcentajes y cómo están distribuidas las arenas, arcillas o calizas.
Replantación de faltas
En Valderiz estamos llevando a cabo un método experimental con la finalidad de evitar problemas de sequía en el viñedo. Se trata de un preparado a base de celulosa (foto 7) con micro-rizas y nutrientes que se aplica debajo de la raíz de la planta y en la primera capa del suelo. La celulosa absorbe 40 veces su tamaño en agua y, supuestamente, asegura recursos hídricos durante tres meses en caso de ausencia de precipitaciones. También hay que destacar que, a día 10 de abril, ya hemos podido ver los primeros desborres en algunas cepas tempranas (foto 8).