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Redoblamos los esfuerzos para proteger la uva, que durante los meses de verano madura con pausa.
Nombre de la parcela: La Loma Edad del viñedo: 36 años, plantado por Tomás Esteban Variedades: Tinta Fina y Albillo Tipo de suelo: Franco-arenoso con afloramientos calizos Conducción: Vaso Densidad de plantación: 2.100 plantas por hectárea Altitud: 800 metros Extensión: 4,60 hectáreas Pluviometría desde final de vendimia: 428 m2 Temperatura máxima y mínima julio: 38ºC y 9ºC
Envero Comenzamos a ver las primeras uvas enverar (foto 1) la tercera semana de julio, lo que supone un adelanto con respecto a la añada anterior. La maduración de las uvas no se desarrolla siempre de forma homogénea, algo que en Valderiz nos gusta para conseguir mostos equilibrados. En agosto se están produciendo algunas tormentas, por lo que las próximas semanas son clave para determinar el momento de vendimia. Si todo sigue como hasta ahora, prevemos empezar la recolección sobre mediados de septiembre.
Trabajos en el suelo
La totalidad de nuestro viñedo está certificado como ecológico, por eso la labor en el campo se intensifica, sobre todo en años complicados como lo está siendo este 2020. Durante el mes de julio hemos pasado el rodillo (foto 2) para limpiar el suelo de malas hierbas. También hemos levantando polvo con el tractor (foto 3), ya que este ejerce de protección natural en las bayas. Además, en el caso de que haya llovido, ayuda a secar las uvas y, por lo tanto, a evitar la aparición de enfermedades.
Aclareo de racimos
Una de nuestras obsesiones es tener cepas equilibradas, por eso durante las semanas previas a la vendimia hacemos despuntes, con el objetivo de controlar la vegetación de las plantas. Otros de los trabajos que hemos realizado son el aclareo de racimos (foto 4) y la limpieza de agraces. Aunque la presente campaña viene más corta que la pasada, siempre controlamos los rendimientos, primando la calidad sobre la cantidad. En la parcela de La Loma, el rendimiento por hectárea estimado es de 5.000 kilos.