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Fruto de un ambicioso proyecto de I+D que Javier Ochoa lideró cuando trabajaba en la Estación de Viticultura y Enología de Navarra, nació la primera añada de este Moscatel dulce natural. Desde aquellos años, anteponer la calidad a la cantidad ya era el objetivo.
2020
Expresa muy bien las diferencias climáticas sucedidas en cada año. Los cálidos como este muestran un perfil de mayor potencia aromática en el que predominan las notas de fruta madura, miel, flores y cítricos escarchados. Si el año viene fresco, destacan los aromas de fruta exótica.
Amor al Moscatel
Aquel comienzo no dejaría de ser una declaración de intenciones. Recuperar una variedad que había existido en territorio navarro históricamente y hacerlo con altura de miras. Una especie de flechazo que abriría las puertas a una forma de entender el Moscatel en aquella tierra.
Vendimia tardía
Una parte de las uvas se vendimia la segunda mitad de septiembre, mientras que el resto se cosecha en noviembre, cuando las cepas han soltado ya las hojas. La sobremaduración en la planta concentra azúcares, pero también acidez, siendo la clave del equilibrio que atesora.
A la pasión que Adriana y Beatriz –sexta generación de una saga dedicada al vino– ponen en todo lo que tiene que ver con la tierra, la viña y el vino, hay que sumarle la frescura que imprimen en el mensaje que transmiten con sus vinos: cercanía, respeto y revalorización del patrimonio cultural. Tres valores que encajan en unas elaboraciones de profundo carácter navarro. Este dulce de Moscatel de Grano Menudo es un claro ejemplo de ello y trasciende a modas y tendencias.