Utilizamos cookies propias y de terceros, así como los datos de la conexión del usuario para identificarle. Estas cookies serán utilizadas con la finalidad de gestionar el portal, recabar información sobre la utilización del mismo, mejorar nuestros servicios y mostrarte publicidad personalizada relacionada con tus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos y el análisis de tu navegación (por ejemplo, páginas visitadas, consultas realizadas o links visitados).
Puedes configurar o rechazar la utilización de cookies haciendo click en "Configuración e información" o si deseas obtener información detallada sobre cómo utilizamos las cookies, o conocer cómo deshabilitarlas.
Un emblema no solo se forja con el mero paso de los años. Los hitos conseguidos van fraguando una historia que deja huella en las generaciones venideras y se convierte en referente. Como el excelente resultado que el Gran Colegiata 1982 obtuvo en la cata a ciegas publicada en la prestigiosa revista VINUM. Este hecho, entre otros, hizo que se consumara el sueño de aquel joven e inquieto Manuel Fariña: dar a conocer a nivel internacional el prestigio que encerraba la comarca de Toro.
1972
Faltaban aún 15 años para que se creara la D.O.P. Toro y el perfil de vinos de esta comarca se basaba en elaboraciones jóvenes, con elevada graduación alcohólica y poderosa estructura. Con el primer Gran Colegiata comienza una época de cambio y esperanza para Toro.
Un toro moderno
A comienzos de los setenta, Manuel Fariña regresa a su tierra una vez acabados los estudios de Enología en Requena con mil ideas para poner a Toro en el mapa del vino. Se fija en Rioja y Burdeos para replicar la forma de reinterpretar una uva con el carácter de la Tinta de Toro.
2016
No existe mejor homenaje a los 80 años de vida de la bodega fundada por aquel matrimonio de Porto de Sanabria que se acercó a Toro para encontrar prosperidad. Gran Colegiata no solo es emblema de la familia Fariña, fue el faro que guio a la comarca hacia lo que es hoy.
La vuelta al origen
Actualmente, Gran Colegiata es una mirada a aquella idea valiente de mostrar una cara más elegante y menos tonificada del fruto de unas viñas únicas agarradas al sustrato arenoso que les da vida. Es una forma de democratizar Toro para que todo el mundo lo conozca y disfrute.