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El compromiso con la cultura gallega está impreso en cada botella de Martín Códax, puesto que las cantigas de este trovador son las más antiguas en galaico-portugués que se conservan con su música original. Una manera hermosa la que tuvieron los fundadores de la bodega para confiar el desarrollo de un territorio con una herencia vitícola de gran valor a las raíces históricas y culturales, sin dejar de mirar al futuro a través de la investigación y el conocimiento.
1986
Fue la primera añada de este Albariño por todos conocido. Aunque realmente Martín Códax no fue un hombre de vino, sino de música, todo un trovador gallego de la Edad Media. De ahí que aparezca en el corcho la partitura de una de sus cantigas y en la etiqueta la letra de ésta.
2006
Es un punto de inflexión importante en la mejora de la elaboración, puesto que se llevó a cabo un trabajo minucioso de clasificación de parcelas con el fin de identificar mejor la vocación de las mismas. El Atlántico, el granito y la uva Albariño son la base de este icono gallego.
Una gran familia
En 1985 nació en plena comarca del Valle del Salnés la bodega Martín Códax con la idea de aunar el trabajo de un grupo de viticultores que hoy en día ascienden a 270, lo que además supone un certero y arraigado compromiso social con el territorio que ha traspasado fronteras.
Mejora continua
El apoyo a todas las formas de cultura y una inversión constante y decidida en investigación y desarrollo han llevado a esta bodega gallega a ser un referente en la búsqueda incesante de la excelencia, entendiendo el vino como un elemento cohesionador de la propia sociedad.
