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Estamos ante la única bodega urbana centenaria de Logroño. Esta cualidad le confiere un extraordinario interés enoturístico no solo alimentado con los apasionantes hechos históricos que han vivido las dependencias de la bodega en estos casi 135 años de vida, sino que además han desarrollado una extensa oferta de actividades culturales: festivales de música, cine, teatro y tantas más. Un ejemplo especialmente interesante de que el vino es capaz de servir de puente entre la sociedad y la cultura.
1890
Años de esplendor riojano cuando el francés Frederick Anglade, natural de Burdeos, funda la bodega en Logroño. Un año después se pone en el mercado la primera añada bajo las marcas Diamante, Royal y Estilo Borgoña, que pasaría a llamarse Rioja Bordón en los años cincuenta.
2017
De una marca con tanta historia como Diamante se ha rescatado un estilo de vino blanco semidulce con una sensacional capacidad de guarda: Graciela de Diamante. Elaborado a partir de viñas viejas orientadas al norte en el municipio de Sojuela, al suroeste de Logroño.
Orient Express
El mítico tren, inspirador de trepidantes historias, incluyó en la carta de su restaurante el vino Diamante gracias al Conde de Romanones, que por aquel entonces era socio de bodegas Franco-Españolas. Un escaparate inmejorable con el que mostrarse a la aristocracia europea.
Una joya asequible
Una elaboración trabajada con gran esmero en la viña (porque solo saldrá al mercado los buenos años), pero también en bodega, cuidando el más mínimo detalle, desde la parada de fermentación hasta la crianza de 24 meses sobre lías. Cada botella de 37,5 cl tiene un PVP de 18 €.
