- Antonio Candelas
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- 2023-02-01 00:00:00
Enmarcado en los actos conmemorativos de los 40 años que han transcurrido desde que la familia Álvarez adquiriera Vega Sicilia, el pasado mes de noviembre la legendaria bodega de la Ribera del Duero, celebró en el Asador Etxebarri una cata vertical para el recuerdo de uno de sus vinos más emblemáticos: Único. Un recorrido por ocho décadas de auténtica leyenda.
No es fácil enfrentarse a una experiencia de semejante grandeza. Sin querer, aparecen sentimientos que navegan entre el respeto, la reverencia y, por qué no decirlo, el temor a no aprovechar, a no captar todos los matices en tan vasto recorrido por uno de los vinos más prestigiosos del mundo. De un intervalo de tiempo comprendido entre 1942 y 2013 se cataron 24 añadas a través de las que fuimos testigos de la evolución del impecable trabajo desarrollado en cada época tanto en campo como en bodega, con el que siempre se buscó dotarlos de una magnífica capacidad de guarda. Todo un ejercicio de valentía y humildad difícil de emular. Vega Sicilia Único es un vino que sale al mercado 10 años después de la vendimia de esas 40 hectáreas de excelentes viñas cultivadas para esta creación líquida. En ese tiempo se lleva a cabo un complejísimo proceso de crianza entre barricas de roble francés y americano de usos diferentes y tinos de madera. Un verdadero trabajo de orfebrería fina que se completa con la crianza en botella. Cada decisión se toma en base a las herramientas que cada añada concede con objetivo de dotar al vino del mejor y más amplio recorrido en el tiempo. En esta cata vertical de ensueño hemos seleccionado una añada por cada una de las ocho décadas representadas, una suerte de delicioso resumen en el que se aprecia la inteligente precisión con la que se ha trabajado para lograr el mejor vino posible en cada etapa.
Vega Sicilia Único 2010 Mágnum
94% Tinto Fino, 6% Cabernet Sauvignon. 14,5% vol.
Está considerada como una de las mejores añadas de lo que llevamos de siglo. Las condiciones climáticas y las generosas reservas hídricas del suelo se aliaron para que la maduración fuera pausada y completa. Añada de potencia y concentración que sin embargo se comporta con una finura y elegancia sobresalientes. Profundo, con aromas de fruta negra madura, flores secas, balsámicos, delicados especiados. Paladar envolvente, tanino de gran nobleza y equilibrado de principio a fin. El tiempo en copa favorece su expresión.
Vega Sicilia Único 2004 Mágnum
87% Tinto Fino, 13% Cabernet Sauvignon. 14% vol.
Mientras el ciclo de la vid no experimentó ningún sobresalto, la vendimia se retrasó con respecto a 2010 casi dos semanas. En nariz se aprecia el mayor porcentaje de Cabernet Sauvignon con la presencia de notas especiadas. Perfil de vino fino bien identificado, aunque en su momento gozara de poderío. Detalles de fruta negra en sazón, eucalipto, chocolate. Sensación de frescura muy interesante que le da un carácter vertical excelente. Discurre por el paladar con amplitud y sin prisas. Largo en el posgusto con persistencia de los matices especiados.
Vega Sicilia Único 1994 Mágnum
85% Tinto Fino, 15% Cabernet Sauvignon. 13,5% vol.
Esta añada es sin duda la más relevante de esta década. Se mantiene entero con una serie de matices que sugieren frescura (hojarasca, musgo, frutos silvestres, balsámicos). En boca muestra tensión a lo largo del recorrido, es vibrante y tras ese estilo de vino fino aparecen matices que le confieren una complejidad maravillosa. Los detalles especiados procedentes de la Cabernet Sauvignon están perfectamente integrados en el corazón del vino. La elegante estructura no deja ver fisura alguna, por lo que se concluye que aún le quedan años de vida.
Vega Sicilia Único 1989 Mágnum
80% Tinto Fino, 20% Cabernet Sauvignon. 13,5% vol.
Aunque el invierno y la primavera se comportaron de manera adecuada para los intereses de la viña, un verano seco y cálido hizo que la cosecha fuera temprana para los registros de la época. Finísimo en matices y textura. Con notas de ebanistería y flores secas, aún muestra detalles de fruta confitada. En boca es pura seda. Recorrido sabroso, con el punto especiado que acapara atenciones. La sensación de frescura viene dada, además de por una buena acidez, por los recuerdos entre balsámicos y especiados.
Vega Sicilia Único 1970
70% Tinto Fino, 20% Cabernet Sauvignon, 10% Merlot y Malbec. 13% vol.
Soberbio en todos sus registros. Obsérvese la incorporación de un 10% entre Merlot y Malbec, así como la moderación en el grado alcohólico. Según las anotaciones del ciclo de la viña, fue un buen año en todos los aspectos con una vendimia temprana. Un vino para emocionarse. Redondo, fino, expresivo, con una cadencia en boca difícil de olvidar repleta de matices (fruta escarchada, clavo, hoja de tabaco, té negro, fondo mineral). Sápido, envolvente, elegante y con un carácter único.
Vega Sicilia Único 1962
70% Tinto Fino, 20% Cabernet Sauvignon, 10% Merlot, Malbec y Albillo. 13,5% vol.
Ciclo marcado por unas condiciones inmejorables para el desarrollo de la vid con una vendimia llevada a buen puerto en los primeros días de octubre. La grandeza de esta añada radica en la textura. Mantiene una raza incontestable. La firmeza del tanino es maravillosa y queda acompañada por una acidez que lo mantiene en un gran estado de forma. Detalles de granos de café, ebanistería, especias (canela, anís estrellado) y frutos secos.
Vega Sicilia Único 1953
80% Tinto Fino, 15% Cabernet Sauvignon, 5% Merlot, Malbec y Albillo. 13,5% vol.
No debemos dejar de incidir en la edad del vino. Han pasado nada menos que 70 años y todavía es capaz de enseñar una evolución excelente. Complejo, de textura amable y domada, como cabía esperar, pero con consistencia. En abosluto se aprecian síntomas de fatiga, lo cual hace que sea emocionante poder catarlo. La frescura que encontramos en boca le concede la sensación de jugosidad y sobre ella pivotan los detalles de maderas nobles, especias dulces, herbolario y piel de naranja.
Vega Sicilia Único 1942
70% Tinto Fino, 15% Cabernet Sauvignon,10% Merlot y Albillo. 13,5% vol.
La añada más antigua de la cata. Sencillamente conmovedora. Aunque pueda parecer imposible, aún tiene cosas que contar tras 80 años de vida. Para ello cuenta con profundidad, intensidad suficiente para susurrar detalles de avellana, caja de puros y sutiles tostados que van desperezándose conforme pasa el tiempo en la copa. Complejo, nítido, largo, con una frescura que sorprende y que termina en una sensación salina que hace seguir disfrutándolo.