- Antonio Candelas
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- 2023-12-05 00:00:00
Existe una interesante reflexión en los últimos tiempos sobre el papel que debe cumplir el vino como transmisor cultural, histórico y paisajístico. Sin perder de vista la componente hedonista, que a mi juicio es sumamente importante, las personas que tienen la hermosa misión de embotellar el paisaje deben tener el talento y la humildad para acompañar y guiar el proceso sin perder el foco en ningún momento sobre lo que tienen entre manos. Isabel Galindo habita Las Moradas de San Martín como si llevara allí toda la vida. En todos estos años ha trabajado para entender aquel entorno de la vertiente madrileña de la Sierra de Gredos en el que las viñas viejas plantadas a 900 metros de altitud sobre suelos graníticos están rodeadas de una biodiversidad única. Aquella vida interviene sin duda en la personalidad de la Garnacha, una de las variedades que mejor saben captar los matices del lugar donde se asientan, e Isabel sabe cómo trabajar en campo y en bodega para no interferir en la amalgama de matices que definen el entorno. Una riqueza de aromas y sabores que no temen el paso del tiempo porque la Garnacha no conoce mejor hogar que las Moradas de San Martín.
Las Moradas de San Martín Initio 2011
Garnacha. 15% vol. D.O.P. Vinos de Madrid
Año cálido con unas precipitaciones que no superaron los 500 mm y que se repartieron en invierno y primavera. Excelente por su finura, con detalles especiados, de finas hierbas y apuntes de fruta negra confitada extraordinarios. Un toque mineral finísimo le da singularidad. El tiempo en copa favorece el despliegue de matices (regaliz, frutos secos, piel de naranja, bombón). Boca consistente, moldeada con acierto por el tiempo. Posgusto con recuerdos de flores secas y carne de membrillo. Con buen equilibrio gracias a una acidez que mantiene el tipo.
Las Moradas de San Martín Initio 2013
Garnacha. 15% vol. D.O.P. Vinos de Madrid
Fue una añada en la que se pasó del frío y las lluvias del invierno al calor veraniego sin apenas precipitaciones. La primavera no existió. Perfil de vino más barroco con matices de buena intensidad, entre los que destacan los de especias, ebanistería, hierbas de monte secas, caramelo de tofe y una parte balsámica que recuerda a los mentolados y el eucalipto. En boca sorprende su viveza durante el recorrido con un tanino que aún tiene margen de redondeo. Largo, sabroso, con un final en el que la variedad deja recuerdos de fruta en licor con el punto balsámico.
Las Moradas de San Martín Initio 2015
Garnacha. 15% vol. D.O.P. Vinos de Madrid
El calor y la falta de lluvias marcaron la añada, aunque al final las precipitaciones tardías de septiembre relajaron el estrés hídrico del viñedo, trabajado en ecológico y biodinámico. Comienza discreto en expresión. Los matices de regaliz predominan al principio, donde también se deja ver una parte de monte que gana terreno conforme pasa tiempo en copa. La parte de la crianza en barrica está muy bien integrada y sazona con acierto a través de matices de especias, como la canela y el clavo. Boca perfectamente equilibrada. Tiene extracto, frescura y sobre todo amablidad.
Las Moradas de San Martín Initio 2017
Garnacha. 14,5% vol. D.O.P. Vinos de Madrid
Año inquietante por las heladas primaverales y por el intenso calor veraniego. Aun así, las tormentas de agosto tranquilizaron el final de la maduración. Las levaduras de la propia uva son las que siempre fermentan el mosto durante tres semanas. Profundo, con matices que recuerdan al paisaje de origen (fruta silvestre, hierbas de monte y tierra mojada), todo ello con un punto de sazón bien ajustado que conecta con el estilo de vino y de filosofía. Entre medias, notas florales y una boca viva, carnosa y mineral. Largo y sugerente gracias a una voluptuosidad maravillosa.
Las Moradas de San Martín Initio 2018
Garnacha. 14,5% vol. D.O.P. Vinos de Madrid
El ciclo de la Garnacha se adelantó debido a la sequía extrema vivida en la zona. La viña vieja supo defenderse y mantener el equilibrio de la uva. Suculento en aromas que mantienen una energía prodigiosa. Las flores y hierbas silvestres predominan sobre el resto. Sorprende la maravillosa discreción con la que la madera participa en el contexto aromático (crianza media de 14 meses en barricas de roble francés de 500 litros y distintos usos). Fresco, sabroso, floral y con una indudable capacidad de evolución. Ahora se muestra espléndido en su expresión varietal y paisajística.