- Antonio Candelas
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- 2025-02-06 00:00:00
Hay vinos que trascienden a tendencias de consumo, a coyunturas sociales o a estilos aparentemente inamovibles. Hay vinos que contienen en su esencia la memoria de la tierra y el latido pausado de generaciones. Paredinas, nacido de una viña plantada en 1927 sobre las laderas pobres y austeras de Toro, es uno de esos raros tesoros. Con apenas 1,3 hectáreas, este viñedo singular, trazado como antiguamente –al tresbolillo–, es una obra de equilibrio magistral donde el paso de los años ha hecho que la vid y el suelo profundo sean prácticamente un mismo elemento.
Solo en las añadas excepcionales, el esfuerzo humano se atreve a despertar esta joya dormida. En años como 2019 o 2024, el vino simplemente no verá la luz, preservando así su mística y confirmando su carácter extraordinario. Podríamos afirmar que Paredinas es uno de esos vinos que se convierten en un acto de devoción: 24 meses sobre sus lías en barricas de roble francés de grano extrafino seguidos de 12 meses de afinado en botella dan lugar a un vino que es el fruto de una añada impecable, pero sobre todo es una expresión viva de la parcela y del alma del territorio toresano.
En esta cata vertical se revela una paradoja que acentúa su exclusividad: la añada más antigua que probaremos es la que está actualmente en el mercado. Las siguientes, aún dormidas en la quietud de la bodega, esperan su tiempo, perfeccionándose en silencio, para alcanzar la complejidad que solo el paso del tiempo puede conceder. Es una manera de observar, más que el pasado, el futuro de un vino único.
Conmueve saber que vinos como este son fragmentos de historia, un tributo al saber hacer, al respeto por la tierra y al misterio del tiempo. Es un vino que se bebe, se contempla, se honra y se recuerda. Es la encarnación de un legado y un homenaje a la grandeza de lo irrepetible.
Paredinas 2016
Tinta de Toro. 14,5% vol. D.O.P. Toro
Es la añada en la que Gonzalo Sanz se estrena como gerente de la bodega con un objetivo claro: mostrar la personalidad de Toro en cada una de las elaboraciones. La fecha de comienzo de vendimia fue el 3 de octubre rondando los 0ºC. Ofrece una complejidad exquisita. Elegante, con aromas de regaliz, balsámicos y una fruta roja con un excelente punto de sazón. De músculo contenido, carnoso y un centro de boca que sostiene infinidad de matices. Detalles de grafito, especias y tostados sutiles al final. Con una larga vida por delante.
Paredinas 2017
Tinta de Toro. 15% vol. D.O.P. Toro
Año que todos recordaremos por la devastadora helada primaveral que asoló parte de nuestro viñedo. Además, fue un año especialmente cálido y seco que puso a prueba hasta a la viña más aguerrida. Aún reposa en botella afinando su expresión, pero ya observamos su carácter más oscuro y opulento. En nariz destacan la profundidad de matices, el toque de tinta y los detalles de fruta negra en sazón. La textura, aunque más poderosa, no pierde finura. Es una cuestión de añada, la nobleza de la viña y su certera interpretación están aseguradas.
Paredinas 2018
Tinta de Toro. 15% vol. D.O.P. Toro
Este ciclo se caracterizó por dar un respiro tras unos años especialmente cálidos y nada generosos en lluvias. Si bien es cierto que llovió y las temperaturas dieron una tregua, hay que tener en cuenta que la viña venía de tiempos de carestía. Es un vino más fresco y con menos extracto que los anteriores. Mantiene un toque de fruta roja muy rico y una serie de matices de finas hierbas, setas, toques florales y monte. Lo que es delicioso es la calidad de tanino: fino, pero con consistencia; noble, pero sin perder carácter. Añada diferencial a tener en cuenta.
Paredinas 2020
Tinta de Toro. 15% vol. D.O.P. Toro
Otra de las máximas de Gonzalo para este vino es que no hay prisa para sacar la siguiente añada si no ha llegado a su momento óptimo. En este caso estamos hablando de una añada que volvió a mostrar su cara más generosa en lluvias primaverales con un verano caluroso. Mantiene una sorprendente juventud en matices y en formas. Fruta roja y silvestre, fresco, con un recorrido vibrante y un tanino de una finura y nobleza espléndidas. Me atrevo a afirmar que será un Paredinas de los que marcarán una época. Lo tiene todo para que sea encumbrado.