- Antonio Candelas
- •
- 2021-09-29 00:00:00
Sondear las posibilidades que ofrece la Rioja Alavesa e interpretarlas se ha convertido en un reto emocionante y casi obsesivo para aquellos que tienen un alma inconformista y se empeñan en enseñar al mundo la pureza de una tierra tan extraordinaria. Badiola nos adentra en esa revolución del terruño riojano.
La grandeza de Rioja en términos cualitativos la hace a su vez compleja y diversa. En un tiempo en el que la necesidad hizo que se creara un estilo propio de vino más vinculado al trabajo en bodega que a la expresión del terruño, nacieron primero los vinos de cosechero y después las elaboraciones afinadas en barricas de roble. Vinos de una gran calidad que han conquistado el mundo por su personalidad. Pero Rioja, además de ser un vino de estilo, alberga uno de los lugares vitícolas más fascinantes del mundo que habla de las diferencias que hay entre zonas, pueblos y, por supuesto, entre parajes.
Este es el discurso que Península Vinicultores ha aplicado en Badiola –próximamente Bideona–, su proyecto riojano, que persigue transferir a los vinos las particularidades de aquellas mil y una ubicaciones. Su zona de acción comprende la Rioja Alavesa y la Sonsierra (Rioja Alta) porque es donde el aspecto calizo del suelo expresa el entorno y prolonga su recorrido en el tiempo.
Trabajan en pueblos como Villabuena, Leza, Laguardia, Samaniego, Navaridas, Baños de Ebro... con más de 300 parcelas de unas 0,3 hectáreas y una edad que ronda los 50 años. Un rico patrimonio genético que da color a las elaboraciones y de alguna forma garantiza la cosecha.
Son los primeros vinos de pueblo de la añada 2018, año en el que arrancó el proyecto después de seis años de trabajo en los que el equipo técnico reflexionó sobre cómo definir el ángulo desde el que mirar una Rioja llamada a ser una vez más un referente, pero esta vez en vinos que hablen de la tierra, del origen.
L4GD4 2018 • Laguardia (Álava)
Botellas elaboradas: 7.466 • 100% Tempranillo • Edad media del viñedo: 50 años
Comenzamos con Laguardia, de los tres pueblos el primero en ser vendimiado. La razón la encontramos en que, aunque la altitud de los viñedos supera los 600 metros, su disposición está más abierta al valle y, por lo tanto, más expuesta, lo que favorece la maduración. Su expresión es floral, con una fruta roja fresca y un fondo de regaliz y finas hierbas. Estamos ante la textura más refinada de los tres gracias a un tanino muy preciso y perfectamente equilibrado. La frescura con la que transcurre crea una sensación de jugosidad y viveza que marca el carácter del vino y, por tanto, de la zona.L a forma de llamar a los vinos es curiosa. Si os fijáis, tras ese juego de letras y números están escondidos los nombres de los pueblos a los que hace referencia, y es que la normativa de la D.O.Ca. Rioja solo deja mencionar Vino de Pueblo si la bodega se encuentra en ese municipio.
V1BN4 2018 • Villabuena (Álava)
Botellas elaboradas: 7.200 • 100% Tempranillo • Edad media del viñedo: 50 años
V isualizar las diferencias entre pueblos se logrará si la añada es la misma y sobre todo si la elaboración es similar. En Badiola se trabaja para mantener la pureza de la viña, fermentando en acero inoxidable y afinando el vino en barricas usadas de formatos grandes durante el tiempo necesario.
Villabuena es el pueblo más occidental de los tres y se vendimia a continuación de Laguardia. Podemos hablar de que es el que mantiene una personalidad alavesa más marcada. Su esqueleto es más consistente y eso le permite poder soportar mayor músculo. Muestra un carácter frutal que se acerca al color negro (arándanos, moras), pero siempre de perfil silvestre. En este punto, el vino va ofreciendo otros matices de mayor complejidad, como el cacao, algún apunte de monte y especias que persisten precisamente por tener una textura que retiene sensaciones y sabores.
L3z4 2018 • Leza (Álava)
Botellas elaboradas: 5.066 • 100% Tempranillo • Edad media del viñedo: 50 años
Los tres vinos de pueblo de 2018 se elaboraron en unas instalaciones provisionales. En la vendimia 2021 ya se trabajará en una bodega en Villabuena diseñada al servicio de esa nueva forma de concebir el vino riojano. Rioja es un lugar privilegiado y no hay excusas para no conseguir el obejtivo.
Leza es el municipio más tardío en ser recolectado. Hay una diferencia con respecto a Laguardia de tres o cuatro semanas. Es el que comienza más austero debido a una delicada reducción positiva que señala a los grandes vinos. La expresión llega con el paso del tiempo y lo hace con una fruta negra extraordinaria que continúa con detalles de finas hierbas y tierra húmeda. Es voluminoso y el que posee más extracto junto con una equilibrada acidez. La gama aromática crece con el tiempo y aparecen apuntes de tinta china. Probablemente este sea el más serio candidato a evolucionar en el tiempo con mayor complejidad.