• Laura López Altares
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• 2024-10-03 00:00:00

Los hermanos Salva y Pablo Martínez se convirtieron en propietarios de este restaurante de Bétera (Valencia) en 2009, impulsados por la pasión gastronómica que había marcado sus caminos. Así nació el proyecto en el que volcaron todo su cariño y dedicación, el primero del grupo hostelero El Gordo y El Flaco.  

A  veces, la decisión más arriesgada es justamente la que pasa por mirar hacia dentro, hacia la raíces. "La originalidad consiste en volver al origen", defienden desde el restaurante El Gordo y El Flaco, a ese Mediterráneo magnético e inabarcable que inspira su sabrosísima cocina de proximidad (aunque también coquetean con otros mares y huertas de España).
"Trabajamos con una materia prima de calidad, además de con productos locales que transportan al comensal hasta ese origen", explican. "Porque volver a las recetas de siempre –y ponerlas en valor–, puede marcar la diferencia. En El Gordo y El Flaco hay técnica, pero, sobre todo, tradición. En cada plato hay dedicación y en cada bocado, cariño", nos cuentan desde el Grupo El Gordo y El Flaco.
Creado por los hermanos Salva y Pablo Martínez, surgió al abrigo de los fogones del restaurante El Gordo y El Flaco, que nació en 2009 en Bétera, en la comarca valenciana de Camp de Túria (salpicada de historia, exuberantes paisajes y pueblos pintorescos). Con él comenzó la trayectoria meteórica de estos dos apasionados de la gastronomía, que ahora cuentan con seis marcas diferentes y 22 establecimientos.

Saborear principios
"Nos encanta la gastronomía. Hemos crecido rodeados de ella y actualmente vivimos por y para ella. Nuestros productos son de primera calidad, toda la materia prima con la que trabajamos es excelente y eso, al final, se nota en cada plato", escriben en la presentación de El Gordo y El Flaco.
Y si algo les caracteriza es precisamente ese sabor inconfundible desbordante de matices que, por supuesto, se nutre de productos de proximidad: "Destacan los pescados: frescos, salvajes y seleccionados en las mejores lonjas. Y también las carnes, de las que se escogen las mejores piezas para después cocinarlas a la brasa. Sin olvidar los arroces, que son otra gran opción. Los hay secos y melosos, además de fideuàs".
Como creaciones más emblemáticas destacan el Milhojas de foie, manzana caramelizada y queso de cabra a modo de entrante; la Titaina de atún fresco con huevo frito en homenaje al barrio del Cabanyal; el Chuletón premium selección especial Vacum (madurado 30 días); la Merluza de pincho del Cantábrico; el Arroz de pato confitado con alcachofas, boletus, tirabeques y foie o la tradicional Paella valenciana de pollo y conejo.
También reservan un espacio muy evocador para los dulces con recetas como la Tarta fina caliente de hojaldre y manzana o la Torrija de brioche con helado de vainilla.
¿Y qué papel juega el vino en esta propuesta gastronómica tan suculenta y diversa? Desde el Grupo El Gordo y El Flaco nos desvelan que, "una vez que los hermanos Pablo y Salva Martínez se quedan la propiedad de El Gordo y El Flaco, el estilo de cocina cambia y la clientela empieza a crecer. En consecuencia, cada vez más personas preguntaban por la carta de vinos. La bodega del restaurante ya existía, pero se fue ampliando poco a poco con nuevos vinos locales, nacionales y de importación. Tanto tintos y blancos, como espumosos y rosados. Algunas de estas novedades respondían al gusto particular de los propietarios y otras a la demanda de los propios clientes".

Una carta danzarina
Tan ecléctica y dinámica como la propia cocina del restaurante, la bodega va jugando con el vertiginoso ritmo del mundo del vino: "Probamos, vemos si se adapta a lo que queremos y a lo que la gente busca, y nunca perdemos de vista la línea de evolución del sector del vino", destacan.
Atentos siempre a las últimas tendencias, apuestan por "vinos experimentales, que están ahora más de moda", aunque comparten protagonismo con los clásicos. Otro aspecto decisivo en la elección de los vinos es que sean accesibles para su clientela: "El vino es fundamental en una comida, así que buscamos que sean referencias accesibles para los comensales incluso tratándose de los de gama media-alta".
En cuanto a las armonías, afirman que, "aunque no existe el maridaje perfecto ni hay una regla a seguir, sí que hay recomendaciones que es importante escuchar. Por ejemplo, para un chuletón (carne madurada) sugerimos el Contino Reserva (D.O.Ca. Rioja)".
Entre sus referencias más singulares, se quedan con dos: "Dominio de Tares Godello (D.O.P. Bierzo), que ha cambiado el concepto de los blancos gracias a su uva; y el Finca Calvestra (D.O.P. Pago El Terrerazo), también blanco, con uva autóctona de Requena e ideal para marisco y carne". Y se despiden con un guiño a las versátiles burbujas: "El cava, por ejemplo, ya no solo se toma al final de la comida, también durante esta". Aunque probablemente no haya un fin de fiesta más apotéosico.

Restaurante El Gordo y El Flaco
Av. de Valencia, 3. 46117 Bétera (Valencia)
Tel. 678 878 452
www.restauranteelgordoyelflaco.es