- Laura López Altares
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- 2024-12-16 00:00:00
Nuestro aniversario –¡300 números!– coincide con el 20º cumpleaños de una de las tiendas de vinos más excitantes de España: con 2.500 referencias, un vertiginoso calendario de actividades y un equipo muy consolidado, ha dado la vuelta a la forma de entender el mundo del vino en la capital, mucho más atractiva y didáctica.
Las neblinas otoñales de las Langhe, en el Piamonte, dan nombre –o al menos eso defiende la teoría más extendida– a una de las variedades de uva más deseadas del mundo: esa misteriosa Nebbiolo que pone toda su delicadeza y poderío al servicio del legendario Barolo. Conocido como el "vino de reyes, rey de los vinos" (título honorífico que comparte con otros grandes vinos históricos, como los de Tokaj), inspiró a Miguel Prohens a crear algo que le apasionara de verdad –"Piamonte me apasiona, es una zona con tanta verdad... en los noventa eran agricultores de aquellos que te hacían daño cuando te daban la mano"– lejos del gélido mundo de las multinacionales. Y así nació hace 20 años la Enoteca Barolo, una maravillosa antorcha que encendió la curiosidad de muchos madrileños con aquel nombre tan peculiar, y les descubrió un universo fascinante, de esos que cambian vidas...
"Yo tenía una vida anterior en el mundo de la multinacional, y en un momento dado me cansé de lo que estaba haciendo. Era un apasionado del vino como consumidor, y viviendo ya en Milán me dije: '¿Por qué no hago algo que me apasione?'. Conocía a fondo lo que era el mundo del vino porque lo bebía y lo disfrutaba en enotecas, catas... y me había apuntado a hacer el curso de sumiller de la Asociación Italiana de Sumilleres porque me divertía. Un amigo de infancia, Ángel Fontes, conocía también este mundo, ¡y apareció la oportunidad!", cuenta el alma máter de uno de los espacios del vino más excitantes de España, con sus 2.500 referencias y un vertiginoso calendario de actividades.
Cazadores de lo diferente
"Milán es una ciudad que marca mucha tendencia, muy emprendedora, muy cuidadosa. Y cuando montamos esto, la idea era hacerlo un poco a imagen y semejanza de locales de Milán donde había o venta o restauración, y a la vez venta de botellas. Es decir, queríamos que no fuera solo una tienda de lujo, sino un lugar donde se pudieran hacer cosas con el vino. La base fue siempre hacer actividades, nuestro foco para atraer a la gente: para que vengan hay que tener algo, además de la botella, que les interese", explica.
Por eso organizan todas las actividades en torno al vino que uno se pueda imaginar: catas públicas y privadas, eventos de empresa, cumpleaños... "Esta noche, por ejemplo, Juanma Ruiz ha preparado una cata con vinos de 100 puntos o casi. O, por ejemplo, el jueves doy yo una cata sobre champagne para una gran empresa que se ha convertido en un ritual: ya son doce años haciéndola".
Como apunta Miguel Prohens, la filosofía de Barolo siempre ha sido "buscar algo distinto". Desde el primer día cuentan con un comité de cata formado por el equipo de la tienda al completo, que se reúne todos los viernes a primera hora en busca de esas referencias emocionantes (y a veces escondidas): "La base es la entrada a través del comité de cata. Catamos los vinos, discutimos y luego vemos su encaje comercial. Nunca rechazamos una muestra. Desde luego es fundamental estar atentos: ahora hay una cantidad de gente muy preparada que no había hace 20 años, aparecen productores jóvenes con vinos interesantísimos. Y hay que estar con la antena puesta para que no se escapen. La base es buscar estas cosas. Los clásicos están siempre ahí, pero nosotros tenemos que encontrar esos vinos de denominaciones pequeñas o sin denominación. Tenemos mucha libertad, cada uno con su gusto y sus recomendaciones: muchos clientes preguntan directamente por uno u otro".
Veinte años de vértigo
La Palma, Langedoc, Arribes, Sicilia, Jerez, Washington, Valdeorras, República Checa, Rioja, Borgoña, Chianti, Alsacia, Jura, Douro, Waipara... Muchas regiones vitivinícolas de España y del mundo, de las más desconocidas a las más míticas, están representadas en este baluarte de los "vinos diferentes".
Entre ellos hay una mayoría nacional, pero las cifras han ido variando, y este año los vinos extranjeros van a suponer más del 50% en valor, como revela el apasionado copropietario de Barolo.
"En estos 20 años, el mundo del vino ha cambiado radicalmente. Y ha cambiado sobre todo en el perfil de lo que la gente entiende como un gran vino. Digamos que el consumidor de vino hace 20 años era fundamentalmente clásico, y ahora el perfil del cliente es más abierto y con mayor educación en el mundo del vino. En mi opinión, hoy se bebe vino más interesante, de mayor calidad y de mayor variedad", resume Miguel Prohens.
Sus vinos predilectos son "esas setas que no pensarías encontrarte y que salen cada año desde Andalucía a Galicia. Ese concepto del vigneron, ese productor con personalidad que cree en lo que hace, con independencia de tanta regla. Eso hace un bien enorme porque crea tendencia, da ideas nuevas, es una maravilla". La clave de haber llegado tan lejos es similar: un equipo que cree en el proyecto y que lleva años y años unido, alimentándose de curiosidad. ¡Feliz 20º aniversario!
Enoteca Barolo
Calle del Príncipe de Vergara, 211. 28002 Madrid
Tel. 917 451 927
www.enotecabarolo.com