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La ciudad de Bilbao es el paradigma de las tapas creativas y el hogar por antonomasia de la buena mesa. El semblante ornamentado, casi gótico de sus calles se tiñe bajo la sombra de los edificios más vanguardistas y variopintos, sinónimo de porvenir. Y es en uno de estos edificios, en el restaurante del Museo Guggenheim, donde trabaja nuestra joven sumiller, María José Vázquez, que reconoce las dificultades de ejercer esta profesión en un entorno así, con clientes llegados cada día de todos los rincones del planeta. Entre sus sorpresas, destaca el buen hábito del público extranjero, sobre todo de los ingleses, que “piden fino o manzanilla como aperitivo, algo que en Bilbao no se estila. Son vinos maravillosos, pero habitualmente tienen poca salida en los restaurantes. Yo, personalmente, me las ingenio para venderlos como parte de un plato”.
En el restaurante, su primera tarea fue -y sigue siendo, pues forma parte de su rutina cotidiana- probar todos los platos de la carta y buscar, entre su amplia selección de vinos, las añadas y botellas más idóneas. Así, no es de extrañar la satisfacción de su clientela con sus recomendaciones, aunque cree que “tanto la prensa como los sumilleres quizá den demasiada importancia al libre ejercicio gastronómico de combinar platos y vinos, cuando en realidad es tan subjetivo”, señala.
María José, que revive con cariño cuando abrió su primera botella de precio astronómico -“recuerdo ese día, ese momento, como una vivencia muy especial”- afirma sin embargo que “buen vino, sin ser necesariamente tan caro, se elabora en toda España”, y demuestra especial afecto por zonas como Galicia, Rioja o Toro.
Dominio del
Bendito 2006
Bodega Dominio del Bendito / D.O. Toro
“Posee la fuerza e identidad de Toro y la finura y refinamiento que los franceses intuitivos saben dar a sus vinos. Como Antony Terryn, el enólogo de la bodega, con este vino rebosante de fruta roja y negra madura (moras, ciruelas, arándanos), con sutiles toques licorosos; el hilo conductor del terruño y la fina madera (pimienta, cacao) hacen que el conjunto sea altamente seductor. Su equilibrio, frescura y refinamiento táctil en boca son todo un ejemplo en la zona”.
La ciudad de Bilbao es el paradigma de las tapas creativas y el hogar por antonomasia de la buena mesa. El semblante ornamentado, casi gótico de sus calles se tiñe bajo la sombra de los edificios más vanguardistas y variopintos, sinónimo de porvenir. Y es en uno de estos edificios, en el restaurante del Museo Guggenheim, donde trabaja nuestra joven sumiller, María José Vázquez, que reconoce las dificultades de ejercer esta profesión en un entorno así, con clientes llegados cada día de todos los rincones del planeta. Entre sus sorpresas, destaca el buen hábito del público extranjero, sobre todo de los ingleses, que “piden fino o manzanilla como aperitivo, algo que en Bilbao no se estila. Son vinos maravillosos, pero habitualmente tienen poca salida en los restaurantes. Yo, personalmente, me las ingenio para venderlos como parte de un plato”.
En el restaurante, su primera tarea fue -y sigue siendo, pues forma parte de su rutina cotidiana- probar todos los platos de la carta y buscar, entre su amplia selección de vinos, las añadas y botellas más idóneas. Así, no es de extrañar la satisfacción de su clientela con sus recomendaciones, aunque cree que “tanto la prensa como los sumilleres quizá den demasiada importancia al libre ejercicio gastronómico de combinar platos y vinos, cuando en realidad es tan subjetivo”, señala.
María José, que revive con cariño cuando abrió su primera botella de precio astronómico -“recuerdo ese día, ese momento, como una vivencia muy especial”- afirma sin embargo que “buen vino, sin ser necesariamente tan caro, se elabora en toda España”, y demuestra especial afecto por zonas como Galicia, Rioja o Toro.
Dominio del
Bendito 2006
Bodega Dominio del Bendito / D.O. Toro
“Posee la fuerza e identidad de Toro y la finura y refinamiento que los franceses intuitivos saben dar a sus vinos. Como Antony Terryn, el enólogo de la bodega, con este vino rebosante de fruta roja y negra madura (moras, ciruelas, arándanos), con sutiles toques licorosos; el hilo conductor del terruño y la fina madera (pimienta, cacao) hacen que el conjunto sea altamente seductor. Su equilibrio, frescura y refinamiento táctil en boca son todo un ejemplo en la zona”.
