- Redacción
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- 2009-10-01 00:00:00
Al desaparecer la vista, un bombardeo de imágenes acumuladas durante el día, e incluso durante toda la vida, se agolpan en nuestra imaginación, pero poco a poco a través de suaves voces, sorprendentes sabores y delicados aromas, estas imágenes se van difuminando hasta convertirse en un magma indescifrable sobre el que las nuevas percepciones irán abriendo cauces por donde cada uno viajará libre e íntimamente por las sugerencias del plato, de la copa. Durante un tiempo sin reloj, la mesa y su entorno de sensaciones se convierten en el centro del universo, en lo único. Así deberían ser todas las catas, todas las degustaciones, pero lo cierto es que no hay muchas ocasiones de vivirlas con tal intensidad y placer. Para eso nació el grupo promotor de Casi Todos los Sentidos, un equipo multidisciplinar que incluye chefs, músicos, actores, psicólogos, locutores... y que coordina Javier Serrano. El grupo que se consolidó en 2003 es la continuidad de El Taller de los Sentidos que funciona en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Lo que empezó como una investigación sobre el mundo de los sentidos se convirtió en una lúdica invitación a sentir en torno a la mesa, con todos los sentidos excepto el que a menudo eclipsa al resto: la vista. De modo que se desarrolla como un espectáculo arropado por el apacible manto de la oscuridad, donde las percepciones se multiplican en intensidad y profundidad, y donde ese cotidiano acto de degustar un vino se trasforma, sin fuerza ni violencia, en una experiencia memorable, esto es, recordable, inolvidable hasta en los mínimos detalles. El show está pensado para grupos de un máximo de 50 personas. La convocatoria comienza con un aperitivo en el que los asistentes se van conociendo o simplemente saludando si se trata de un grupo previo. Momentos de relajación frente a ese cierto nerviosismo que produce lo desconocido. De ahí, con un antifaz puesto, cada comensal es acompañado a su lugar, sin intuir el espacio en que se encuentra ni la compañía ni, por supuesto, el desarrollo de los acontecimientos. Enfrentarse así a los platos y los vinos es disfrutar de un plus de emoción y sensibilidad. Es, de alguna manera, bucear desnudos en la profundidad de los propios gustos y umbrales sensoriales. Es, pues, una vía muy enriquecedora para la cata o para la iniciación a la cata, tal como lo proponen en sus actuaciones en bodegas: como una original oferta tanto para clientes como para degustadores. Y así lo pueden plantear también los anfitriones más diversos, profesionales o particulares. Un regalo inolvidable. Casi Todos los Sentidos Tel. 617 419 068 www.casitodoslossentidos.com