• Redacción
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• 2000-07-01 00:00:00

Cádiz es la ciudad natal de Josefina y el destino de Maribel Fernández durante las vacaciones, a lo largo de diez años. No es raro que, cuando decidieron librarse del fragor de Madrid, recalaran en este tranquilo puerto. O que eligieran para instalarse uno de los puntos más bellos de la ciudad, cara a la Bahía, en una alameda que derrocha paz e invita al paseo.
Conocían la ciudad, se envolvían inmediata e instintivamente en su acento cantarín, pero eso de querer trabajar con el vino era otro cantar.
- Esta es zona tradicional de producción de vino y amiga de celebrar copa en mano, desde el temprano aperitivo, al tapeo y la madrugada. ¿Por qué el despegue de Magerit se ha enfrentado con tantas dificultades?
- En la ciudad no existe un establecimiento similar y todavía hay gentes que se asoman temerosas y no osan pisar el interior, simplemente porque no saben “de qué va” una tienda de vinos. Incluso el Ayuntamiento inspeccionó los papeles y el local con lupa pensando que era un bar, y ni los bancos ni los organismos oficiales podían incluir su solicitud en ningún apartado ni confiaban en el éxito económico del negocio.”
De modo que, sin merma de fe, tuvieron que arriesgar ahorros y crédito y lanzarse a la aventura, sin almacén, apenas con una caja de cada marca que podían conseguir.
- “Los distribuidores no querían vendernos vinos que estaban en los restaurantes pero, por otra parte, los vinos en exclusiva, sobre todo los de importación, resultaban demasiado caros. Y las bodegas no suelen atender pedidos mínimos... y tan lejos”.
Pero el conocimiento y el tesón van dando sus frutos. Josefina partía de la experiencia del curso de sumiller del Instituto Madrileño de Empresa y acude constantemente a catas y cursillos, como miembro de la Unión Española de Catadores.
- “Aunque a los vecinos les costó entrar, la primera satisfacción fue ver aparecer por la tienda a residentes y visitantes extranjeros que aprecian las novedades y exquisiteces, y, lo que es más satisfactorio, que piden consejo y asesoramiento. Poco a poco también los restaurantes nos piden ayuda para estructurar sus cartas de vino, e incluso tres de ellos han montado mesas de cata que, periódicamente, vienen a sumarse a la que convocamos en Magerit cuando nos llegan vinos o productos nuevos. Algo que en esta ciudad supone toda una novedad”
Ahora su esfuerzo se multiplica entre la información, a base de organizar degustaciones y cursos, y la distribución a precio comedido de artículos de bodega doméstica y de vinos muy selectos que no aparecían por la región: Arzuaga, pazo de Señorans, Mas Martinet, Cims de Porrera...
- “Nuestra ilusión es poder acercar al público, y a buen precio, vinos novedosos, creaciones, actualidad y, por supuesto, clásicos de calidad reconocida. Y lo más satisfactorio es descubrir y acertar. Por ejemplo, nos trajeron una manzanilla poco conocida, la catamos, nos pareció estupenda y la pusimos como vino del mes. Se vendió bien pero, además, en las guías de fin de año ha aparecido calificada con 90 puntos. Eso nos llena de orgullo”.
Buen paladar, cuidado personal, presentación impecable tanto en los 50 metros de tienda como en la sala de cata. Magerit es una dirección imprescindible para los amantes del buen beber.
Magerit. C/ Fermín Salvochea, 2 11004 Cádiz
Tel. 956 22 79 94. Fax 956 22 16 94