- Redacción
- •
- 2001-10-01 00:00:00
“Cientos de botellas de vino en medio del mar”. Esa podría ser la surrealista descripción de Isla Catavinos . El mar es el Mediterráneo y, eso sí, esta isla se apoya en otra, Mallorca, en una isla que los meses estivales ve doblada su población y cuyo ir y venir de aviones salpica el cielo como burbujas en una copa de cava.
Pese a ello, en cualquier época del año, en este establecimiento se respira la calma, el sosiego y el placer por el trabajo hecho a conciencia y con placer.
Julio y Miguel Ángel se conocieron hace diez años. Por aquel entonces el mundo del vino ya había despertado en ellos un gran interés, estudiaron, investigaron, curiosearon y, cinco años después, se lanzaron a una aventura llamada Catavinos, una pequeña tienda especializada que pretendía ser un foro de amantes del vino, donde, además de recibir cursos y comprar vinos, los enófilos de Palma (algunos de ellos) se reunían todos los viernes en tertulias en torno al vino. Un sabroso relax para despedir la semana laboral y un brindis o más, como antesala al ocio del fin de semana.
El azar, el tiempo, como siempre caprichoso, quiso que la historia de Isla Catavinos se escribiese por lustros, y exactamente cinco años después Toni Riera y Luis Delgado (otros dos intrépidos que años atrás fundaran sendas distribuidoras de vino) inauguran junto a Julio y Miguel Ángel la actual tienda. Por destino o por casualidad, “Isla Catavinos” ha abierto sus puertas el 20 de Julio de 2001, mientras “Catavinos” se había inaugurado el 20 de Julio de 1996.
En el nuevo establecimiento se siguen reuniendo los adeptos de los viernes, ahora en un espacio amplio -380 m2- pero acogedor; con dos aulas que permiten realizar cursos diversos a grupos de hasta 25 personas. La central está equipada con la infraestructura necesaria para impartir clases de cocina y maridaje de platos y vinos; la otra, al fondo, preserva el silencio y paz que requiere la concentración frente a una copa. Y junto a ellas, el espacio de tienda dispone de una biblioteca básica de consulta.
Para la oferta de las estanterías no existen fronteras, aunque la mayoría corresponde a vinos nacionales y, por supuesto, mallorquines. Todos con una característica común: la personalidad, o en sus propias palabras “vinos con matices definitorios distintivos, alejados de la hipocresía del vino global y estándar”.
Isla Catavinos
C/Guillem Massot, 45.
07003 (Palma de Mallorca).
Tel. 971 760 585