- Redacción
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- 2002-03-01 00:00:00
Todo en La Rioja está cerca, a mano, y merece una visita. El pueblecito de Briñas hace ya 31 años que invita a un alto en el camino en el insólito Museo del Vino de El Portal de La Rioja. Ahora es el hijo del fundador, José Ignacio Junguitu, quien se ocupa de mantener viva la exposición, quien organiza anualmente los premios Imagen Rioja y, sobre todo, quien selecciona y gestiona una distribución ejemplar capaz de complacer cualquier capricho.
Es activo, vital, conversador y, a pesar de du juventud, puede presumir de una larga experiencia y un profundo amor a su múltiple actividad en torno al vino. Un amor que le lleva a soportar temperaturas sólo aptas para chicarrón del norte, un fresquillo ideal para conservar en buenas condiciones las botellas, tanto en las estanterías como en la bodega subterránea.
La instalación es un edificio circular planteado como una exposición permanente, una feria en la que treinta bodegas riojanas muestran su imagen, su historia y sus vinos nuevos y de siempre. La cifra de treinta corresponde a los tiempos en que se gestó la idea. Ahora las solicitudes se multiplican, pero las fundadoras no están dispuestas a ceder su espacio.
Sin embargo todas, antiguas y de nuevo cuño, están representadas en la tienda. José Ignacio pretende un catálogo exhaustivo, y no quiere reducirlo a los vinos riojanos, aunque supongan la demanda casi exclusiva. Por allí aparecen lambruscos, los grandes de Australia, de Chile o una selección de zonas francesas, una muestra de todo el mundo a la que se añaden utensilios prácticos y estéticos para conservar y servir el vino. Copas, sacacorchos y conservadores que distribuye incluso a las propias bodegas.
Y aunque lo fundamental sea seleccionar vinos de calidad que satisfagan a quien los bebe, la casa no puede dar la espalda a su eterna especialización en vinos antiguos que les solicitan los coleccionistas de todo el globo, desde los subastadores británicos o franceses a los caprichosos bebedores japoneses o norteamericanos.
Pero la labor favorita de José Ignacio son los cursos de cata, tanto los básicos que imparte en la propia casa, para empresas y aficionados, como los especializados que se convocan periódicamente en Bilbao o en Vitoria. Y, en el trabajo del día a día, su pasión en aconsejar, recomendar la copa idónea para una ocasión, el rito con el cliente al que abre una botella, sirve dos copas y escruta fijamente sus ojos para comprobar su acierto. Y sonríe satisfecho.
Portal de la Rioja. Ctra. Vitoria-Logroño, km. 39. Briñas
(La Rioja). Tel. 941 30 34 86. E-mail: portalrioja@fer.es
