- Redacción
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- 2002-04-01 00:00:00
Carles Servitje inauguró hace un par de años su pequeño espacio de venta y degustación en el centro de Puigcerdá,el único en la ciudad, pero el gusto y la sabiduría sobre el vino le viene de antiguo, de un abuelo agricultor, intelectual y un punto revolucionario que ha dejado huella en su paladar, en su amor por la tierra y hasta en el rótulo de la casa.
Lo Tap de Suró se traduce como “El Tapón de Corcho”. Puede parecer un nombre lógico y acertado, pero es algo más. En los muros se conserva enmarcado un periódico de principios de siglo que ostentaba esa cabecera. Está escrito en un endiablado leridano antiguo, y trata con rigor y sencillez de las cuestiones importantes para los pageses, de temas agrarios y laborales, de productos del campo, de precios y salarios y, cómo no, de la viña y el vino.
Una función didáctica
Estas tierras son el paraíso de la nieve, son escapada de caza, son un cuerno de la abundancia para los que gustan y conocen las setas, pero, a decir verdad, no están especialmente dotadas para la uva, y los habitantes de la pequeña villa no demostraron hasta ahora mucha afición. Así las cosas, el mayor valor de Carles es desarrollar una somera función didáctica y colaborar a que los vecinos y los visitantes reciban información y buenas copas y botellas bien conservadas.
Su selección de vinos, con 150 referencias, es más caprichosa que rigurosa, pero las nueve DO catalanas están representadas, junto a un par de las francesas y un buen número de las españolas.
La barra artesanal, cobra vida los fines de semana, los festivos, cuando los barceloneses se acercan a la montaña y no pueden resistirse a los encantos gastronómicos de la región. Las conservas de pato, embutidos, patés, setas, quesos que Carlos reúne de pequeños productores exigen un acompañamiento adecuado. Y él recomienda seguros maridajes con cavas, o sorprendentes con Pla del Valles o Alt Penedés, o descubridores con Riberas del Duero, Navarra o Somontano. Y le gusta seguir el recorrido de la degustación, desde el sonido de la copa hasta el brillo de sorpresa y de satisfacción en los ojos de sus clientes.
Sus vinos favoritos
De Cataluña: Les Terrasses, un cava Mestres, el 1312, un magnum de Jové Martí. Por supuesto el Augustus Merlot de Torres, y una curiosidad de un amigo que hace 3.000 botellas en Costes del Segre: Monasteri del Tallat, de Cabernet y Merlot con un precio magnífico, 6 euros.
De fuera: su última pasión cotidiana es el Prado Rey ‘99.
Carrer Querol, 21. Puigcerdá (Lleida)
Tel. 649 395 016