- Redacción
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- 2007-05-01 00:00:00
Abrió sus puertas justo antes de la Navidad de fin de siglo, y ha venido a paliar una necesidad igualmente secular. Medina del Campo es una histórica villa que cuenta con más de 20.000 vecinos, incluso 30.000 en su zona de influencia, por no hablar del turismo interior y extranjero que hurga y recrea el pasado en este típico paisaje castellano y que se sienta en sus mesas para hacer honor a los famosos asados. Pues bien, hasta hace poco, el comercio del vino se reducía, casi, casi, a las cartas de los asadores y al granel de la venta a pie de bodega. Ésta es tierra de gastronomía y de vinos desde que tiene memoria. La frontera de Valladolid y Ávila es el reino del cochinillo y los asados en general, el altar de la uva Verdejo y de los Rueda y, más recientemente, un movimiento perpetuo en pos del reconocimiento de tintos, rosados y, en fin, de los vinos variados que la tierra cría en Medina. José del Bosque se inició en el vino a través de la distribución de un par de bodegas vecinas pero se enamoró del sector hasta ampliar la distribución con una preciosa tienda en el centro y una función amable, con visión de futuro. Así, en el montaje de la vinoteca Villa Magna contemplaba como labor básica la formación, la exposición didáctica que viene dando sus frutos. De hecho, hoy buena parte de su clientela la compone un público joven de la ciudad que, a través de catas y degustaciones, ha aprendido a seleccionar con criterio, a beber con conocimiento, a apreciar su zona y a curiosear incluso más allá de las fronteras, a través de botellas y de viajes organizados por la casa. En las estanterías aparecen más de 1.300 referencias, casi todas las D.O. españolas y selecciones a buen precio de Australia, Argentina, California, Italia, Francia, Portugal...No hay joyas elitistas, al menos no en la tienda, sino que dispone de ellas para las cartas que asesora en restaurantes, mientras aquí elige una oferta a precio asequible, que invite a conocer, a curiosear y a disfrutar de buen vino a diario. Esa es su filosofía. Por supuesto defiende la zona y aledaños: Malleolus, Pago de los Capellanes, Quinta Quietud, pero aprecia curiosidades como un Cabernet valenciano, o el Nido, de Jumilla, o un argentino de O Fournier, el B Crux, bodega que también elabora en la Ribera del Duero. Aunque, por supuesto, el vino que merece en la casa especial trato es el que elaboran ellos mismos, un Rueda muy especial, Medina María, que es el único Reserva de la D.O., madurado durante un año y hasta 14 meses de barrica y año y medio de botella. Viña Magna Ctra. de Olmedo, Km. 2,8. 47400 Medina del Campo (Valladolid) Tel y Fax. 983 810 800 y 670 712 718