- Redacción
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- 2017-11-02 13:04:59
Hay evidencias de que la icónica tinaja ya era utilizada por el hombre desde la Edad del Bronce y sorprende, tanto como reconforta, que aún hoy sigan haciéndose como hace cuatro milenios.
L a entrañable tinaja, símbolo de nuestra historia vinícola, hunde sus raíces en la cultura mediterránea desde la más remota antigüedad y hasta bien entrado el pasado siglo xx la industria tinajera fue el sustento de generaciones y generaciones de artesanos.
Este es el caso de la familia Moreno León, que en el cacereño pueblo de Torrejoncillo ha perpetuado este oficio familiar. "En nuestra familia, trabajar la tinaja viene de nuestros tatarabuelos y mucho más allá. La pieza más antigua que conservamos con nuestro sello está fechada en 1783. Mi hijo, que trabaja con nosotros, es ya la décima generación de tinajeros".
Muy poco ha cambiado el proceso de fabricación de las tinajas a lo largo de los siglos. "Antes el barro lo cogíamos del monte con pico y pala y ahora lo hacemos con una excavadora y lo amasamos a máquina. Lo demás, lo importante, la fabricación, se sigue haciendo como siempre", explica Antonio Moreno.
Ese como siempre es a mano y con un torno. Así las hace también otro artesano tinajero de quinta generación, Juan Padilla, de Villarobledo (Albacete), que confiesa que las bodegas tienen en su taller lista de espera "porque al ser un trabajo totalmente artesanal no puedo hacer más de 60 o 70 tinajas al año". Unas tinajas que, explica Padilla, vende "a varias bodegas españolas, pero también a dos bodegas en Italia que son las que más compran".
Que la tinaja vuelve a estar de moda en las bodegas lo sabe muy bien Pablo Calatayud, que comenzó con su bodega familiar de Celler del Roure en el año 2000, pero que al crecer y comprar una finca en 2006 se encontró con que en ella "había un tesoro. Una bodega subterránea antigua con 97 tinajas de barro empotradas en la excavación. Pensamos que había que darles una oportunidad y hoy la mitad de nuestra producción es en barrica y la mitad en tinajas, tanto en las que encontramos en la cueva como en otras recuperadas de antiguas bodegas y algunas que hemos encargado nuevas".
La tinaja ya es tendencia. Lo prueba también que un consorcio de bodegas liderado por la Plataforma Tecnológica del Vino (PTV) ha puesto en marcha la iniciativa Govalmavin para recuperar la elaboración de vinos de calidad poniendo en valor materiales tradicionales, combinando el barro con el conocimiento enológico moderno. Un proyecto que cuenta con la colaboración del Master of Wine Pedro Ballesteros y que no busca eliminar el acero inoxidable o la barrica, sino encontrar alternativas para enriquecer la oferta actual de nuestros vinos.