- Laura López Altares
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- 2021-12-01 00:00:00
La Master of Wine, escritora y periodista británica defiende con fervor las variedades autóctonas y los vinos de España, país que le fascina y que define como "el más interesante de Europa".
Ella siempre cuenta cómo aquellos meses que pasó en España cuando era estudiante prendieron la chispa de una fascinación irrefrenable por nuestro país. Cuando conocí personalmente a Sarah Jane Evans en la Cata del Barrio de la Estación de 2018 –era la flamante maquinista–, sentí una fascinación similar, casi irracional, por su entusiasmo febril y su inesperada cercanía (después de haber dirigido una cata magistral, compartió tickets gastronómicos y una simpática charla con nosotros). Sobre todo, teniendo en cuenta el apabullante currículum de esta escritora y periodista británica: Master of Wine desde 2006, copresidenta de los Decanter World Wine Awards, Gran Presidenta de la Gran Orden de Caballeros del Vino, Dama del Albariño, Dama de Solear, expresidenta del Institute of Masters of Wine, exeditora asociada de la BBC Good Food Magazine... y añadiríamos un título más: ¡el de embajadora honorífica de los vinos españoles en Reino Unido! Se nos ocurren pocas personas que defiendan nuestro territorio vitivinícola con esa fiereza y rotundidad: "Para mí, España es el país más interesante de Europa, y también uno de los más interesantes del mundo, con una historia increíble", sentencia Evans.
El latido de Jerez
Su primer contacto con los vinos del Marco de Jerez fue muy curioso: un profesor de la Universidad de Cambridge –donde estudió Classics y Social & Political Sciences– le sirvió una copa durante un debate estudiantil, y el idilio con aquel magnético territorio se volvió indestructible; de hecho, Sarah Jane Evans obtuvo su título de Master of Wine con una tesis sobre la contribución de los almacenistas a la calidad del vino de Jerez.
Aunque cuenta que durante su primer viaje a España, con 18 años, no visitó la histórica ciudad: "No conocí Jerez; viví en Madrid varios meses y me encantó: visité todos los museos y cada iglesia, y aprendí mucho sobre el Siglo de Oro, los pintores, la política... Fue un tiempo muy importante para mí, desde entonces llevo España en mi corazón. ¡Y he vuelto mucho! Mi marido ha tenido un gran amigo en Puerto Real [Cádiz] y yo estoy enamorada de Jerez, así que hicimos muchos viajes visitando la zona y a nuestros amigos. Cuando íbamos de vacaciones, siempre volvíamos con muchas cosas de comer y vino, con mucho equipaje [risas]. Antes de que España entrara en la Unión Europea no era fácil encontrar esos productos en mi país", comenta.
Y recuerda que su hedonismo se remonta a la infancia: "Mi familia tenía mucho interés en la gastronomía. Viajando siempre iban a sitios interesantes para comer, el gusto y los sabores son una parte de mi vida". Al igual que su pasión por la escritura: "¡Siempre me ha encantado la vida del escritor! Recibí un premio a los ocho años por lo que había escrito y desde muy jovencita he querido ser escritora".
Casi parecía inevitable que aquellos dos caminos se cruzaran... y la llevaran una y otra vez a Jerez: "Yo aprendí a disfrutar Jerez de estudiante, pero no es sencilla de comprender... ¡si puedes visitar y comprender la vida de Jerez en Andalucía es mucho más fácil! Es un sitio impresionante, y siempre me da un gran placer estar en Jerez con los jerezanos. Además, la zona va cambiando, está moviéndose: ahora hay una nueva generación que está interesada en elaborar vinos tranquilos, vinos tintos…".
Atracción por lo autóctono
Como explica Sarah Jane Evans, el mundo del vino en nuestro país vive un momento emocionante; pero durante décadas, el escenario fue mucho más oscuro: "El mundo no se interesaba tanto por lo que se hacía en España durante la dictadura, se estaba quedando atrás... Pero ahora es mucho más diversa, y se elaboran vinos fascinantes de todo tipo. Lo que me interesa especialmente son las variedades autóctonas (aunque hay algunos Chardonnay fabulosos, y me gusta mucho la Pinot Noir de Málaga)". La escritora británica explora algunas de sus zonas vitivinícolas predilectas en el libro The Wines of Northern Spain: From Galicia to the Pyrenees and Rioja to the Basque Country: "Los tintos de Galicia me parecen fantásticos, y la zona es una preciosidad también, especialmente la Ribeira Sacra. En la costa del Norte también tienen variedades muy singulares que me interesan, hay gente que hace cosas muy interesantes". Ahora está escribiendo The Wines of Central and Southern Spain: From Catalunya to Cádiz, un recorrido literario por las regiones vitivinícolas del centro y el sur de España, muchas de ellas marcadas por el influjo del Mediterráneo.
Otra zona señalada por ese mar seductor que le atrae poderosamente es Grecia: "Siempre me han interesado los vinos de Grecia (puede ser por mis estudios de Griego y Latín). Tienen variedades autóctonas y estilos muy elegantes, vale la pena pasar tiempo en Grecia y sus islas. También tengo interés en los vinos especiales: Oporto, Madeira, vinsantos…". Y confiesa que, para ella, no hay sensación comparable al contacto con los elaboradores: "En verdad lo que me encanta es la gente que hay detrás. Lo mejor es tomar una copa y aprender cómo es la bodega, la gente, el estilo, su filosofía... Eso es lo fascinante para mí".
Sarah Jane Evans revela su preocupación por la falta de protagonismo de los vinos españoles en las grandes subastas internacionales y lamenta que los precios de la uva sean tan bajos: "España no se ha puesto dentro del mercado de subastas porque, aunque tiene vinos fabulosos de alta gama, hay poca producción... ¡no se puede crear fama con tan pocas botellas! Yo creo que los vinos de España dan mucho placer, pero hay un negocio de vino barato y a granel. En mi país, por ejemplo, se venden un montón de vinos de Rioja a cinco o seis libras y la gente no accede a un vino de mayor gama, y es un gran problema. Yo hago lo que puedo para hablar de los mejores, pero el precio de la uva en España es difícil para todos".
La Master of Wine anima a tantear nuevos packagings más atractivos para atraer a los consumidores más jóvenes al mundo del vino, con formatos como la lata o el tapón de rosca: "Yo sé que en España suena loco, pero para un picnic ¡es mucho más fácil que el corcho!".
De su etapa como presidenta del prestigioso Institute of Masters of Wine, se queda con la diversidad... y con ese hilo invisible que cose los destinos de todos ellos: "Hacemos cosas muy distintas: somos enólogos, viticultores, periodistas… Lo que me fascina es que incluso cuando no nos concocemos, si nos encontramos en un bar somos como amigos porque sabemos el trabajo que conlleva conseguir el título, el esfuerzo que hemos hecho".
Como apasionada del chocolate y fundadora de la Academy of Chocolate, Sarah Jane Evans señala las similitudes con el mundo del vino: "Lo importante es el lugar de donde vienen, las influencias del terruño en su sabor y aprender que hay muchas familias detrás de su elaboración". Y se despide con el sabor de una armonía superlativa en Madeira: "Recuerdo un Bual de Blandy's de 1920 que tenía una acidez penetrante, como un toque de limón que casi escocía, y una tableta de chocolate con leche con sabor a lima y un poco de sal... ¡Aquel maridaje fue una maravilla!".