- Laura S. Lara
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- 2023-06-29 00:00:00
Se cumplen diez años de la salida al mercado de Coravin, el sistema que cambió nuestra forma de disfrutar del vino. De la mano de su fundador, Greg Lambrecht, analizamos cómo se ha transformado el sector en esta última década y de qué manera nos ha facilitado la vida este invento.
El origen del gadget más revolucionario del mundo del vino en los últimos años está en un embarazo. El de la mujer de Greg Lambrecht, fundador de Coravin: "Como ya no podía compartir el vino con ella, me encontré con que o bien no abría los vinos que quería probar o bien tiraba el vino sobrante", recuerda este ingeniero especializado en tecnología médica. Decidido a encontrar una solución para disfrutar de la copa de vino perfecta sin miedo a desperdiciarla, su deseo se acabó manifestando en una herramienta para poder beber cualquier vino, en cualquier cantidad, de cualquier botella y cuando quisiera. "Al comienzo de mi carrera, uno de los primeros productos en los que trabajé fueron unas agujas que no dañaban los implantes a los que accedían durante una terapia. Gracias a ello, pude fabricar los primeros prototipos de lo que más tarde se convertiría en Coravin". Todo ocurrió en el pequeño taller del sótano de su casa. Poniendo en práctica su Master en Ingeniería Mecánica, este inventor, propietario de numerosas patentes en los campos de ginecología, cirugía general, cardiología y ortopedia, pasó de desarrollar implantes ortopédicos a crear un dispositivo que permitiría servir vino por copas y que revolucionaría por completo el mundo del vino. "A diferencia de otros conservadores de vino, que solo retrasan la oxidación, Coravin incorpora una aguja sin núcleo que atraviesa suavemente el corcho", explica. La botella no se descorcha y el vino no se altera. Un verdadero hito para la industria.
Antes del lanzamiento oficial en 2013, Coravin era conocido como el Mosquito del Vino. Así lo llamaba su hijo en las primeras etapas del invento. "Cuando se fundó la empresa, sabíamos que necesitábamos un cambio. Yo había estudiado latín en el instituto y trabajé con un pequeño equipo para crear un nombre que englobara la libertad de exploración que permitía nuestro nuevo sistema. El nombre proviene del latín, donde cor significa corazón y vin significa vino. La libertad de explorar por copas nos permite llegar al corazón del vino, su maravillosa variedad", comenta Lambrecht. De esto hace ahora 10 años, tiempo suficiente para que este increíble artilugio se haya convertido en un básico para el sector. "Una de las características extraordinarias de los sistemas Coravin es que son igualmente útiles en el hogar, en el restaurante y en la bodega. Durante la última década, la multitud de formas en que los consumidores y los profesionales indagan y disfrutan del vino gracias a Coravin es una fuente continua de orgullo para el equipo". El éxito es innegable. Calculan que, desde el lanzamiento, se han vendido un millón de dispositivos y se han servido más de 150 millones de copas de vino en todo el mundo con este sistema.
Actualmente, Coravin se distribuye en más de 60 países (aunque Estados Unidos sigue siendo su mayor mercado) y se puede encontrar en bodegas, en los principales minoristas del mundo y en vinotecas, así como en restaurantes y bares de todo el planeta. "Ya sea en restaurantes, bares o en casa, este sistema permite a los amantes del vino explorar, servir y disfrutar de cualquier vino, en cualquier momento y en cualquier cantidad", insiste el fundador. Y es que si algo ha hecho Coravin en estos últimos años es proporcionar la herramienta necesaria para encontrar siempre el vino perfecto para cada ocasión. "Las parejas pueden disfrutar y comparar diferentes vinos sin compromiso, los invitados ya no tienen que conformarse con 'lo que esté abierto', porque cada botella se convierte en una alternativa; comparar y disfrutar de diferentes vinos ya no está reservado para ocasiones especiales o catas de vino".
Cambiando el mercado
Pero los comienzos no fueron fáciles. Según Greg Lambrecht, servir y proteger el vino como lo hacen los actuales sistemas Coravin, ya sean vinos tranquilos como espumosos de cualquier añada, ha llevado una década de duro trabajo. El mayor reto de este sistema ha sido cambiar el comportamiento del mercado y del consumidor. "Durante 400 años hemos construido nuestra cultura del vino en torno a la capacidad pulmonar de un soplador de vidrio del sur de Inglaterra que utilizó por primera vez el corcho para tapar el vino. Una botella de 750 ml equivale a entre cinco y seis copas de vino y, a diferencia de lo que ocurre con la cerveza o los cócteles, hay que comprometerse a consumir esas cinco o seis cuando se abre la botella. Como resultado, hemos desarrollado un comportamiento de consumo muy ligado a esos momentos en los que tiene sentido beber una botella de vino completa. Coravin permite tomar copas individuales de vino sin desperdiciarlas, de modo que se puede disfrutar de una gran copa de vino espumoso, un vino tinto y un vino de postre, cualquier noche, y disponer de un nuevo surtido de vinos la noche siguiente. Educar a nuestros clientes sobre el valor de esta transformación en la forma de disfrutar del vino nos ha costado mucho más de lo previsto".
En un primer momento, Coravin se diseñó para profesionales, pero hoy existe un modelo adaptado para su uso en el hogar. Una evolución natural demandada por el mercado actual que, a su vez, ha dado lugar a una nueva forma de consumo. La pandemia tuvo mucho que ver en esta transformación. "En un mercado en constante cambio, especialmente en uno tan versátil como el mundo del vino, es natural que las personas quieran explorar por sí mismas, sin tener que gastar grandes cantidades de dinero. Especialmente tras el Covid, se ha producido un cambio y ahora la gente quiere disfrutar más en casa. Por eso, en el mercado actual, se puede ver la tendencia de la gente a intentar beber menos, pero de mejor calidad. Coravin encaja bien con ello", sostiene Lambrecht. El mundo del vino también ha sufrido alteraciones en estos últimos años. Más allá de los efectos del calentamiento global, el ingeniero aprecia varias tendencias importantes que afectarán al sector del vino en la próxima década: "El cambio hacia un consumo responsable, la premiumización (beber menos, beber mejor) y el deseo de explorar la categoría del vino seguirán ganando fuerza, reforzados por los consumidores más jóvenes, que son quienes impulsan este movimiento; y por otro lado, el compromiso con la sostenibilidad, en manos tanto de los consumidores como del comercio, la necesidad de reducir nuestra huella de carbono, por ejemplo, evitando el desperdicio, será cada vez más crítica y justificada", vaticina. También confía en que, en un futuro próximo, los consumidores exigirán un valor añadido, experiencias memorables, en los establecimientos. Una búsqueda de la excelencia que se trasladará a los hogares con adquisiciones más sofisticadas. Algo que, en palabras del fundador de Coravin, se debe a que "ahora pasamos más tiempo en casa como resultado de la pandemia y de los cambios en los hábitos de trabajo, y a un mayor compromiso con la cultura del vino", explica.
Y después de Coravin, ¿cuál será la próxima gran revolución en el mundo del vino? Greg Lambrecht cree tener la respuesta. "La expansión de la venta de vino online ha sido el otro gran avance de los últimos años. Durante la pandemia, solo podíamos comprar por internet, lo que aumentó la competencia y mejoró la calidad del servicio, con el único inconveniente de que no podías probar el vino antes de comprarlo. Pero pronto Coravin va a volver a revolucionar la industria con el lanzamiento de su próximo dispositivo, Coravin VinitasTM, diseñado para ayudar a las empresas a ofrecer degustaciones de botellas de vino en formatos más pequeños a un público más amplio, satisfaciendo la necesidad de los consumidores más jóvenes de probar antes de comprar y fomentando su interés por la educación vitivinícola", presume. "Una década después de lanzar Coravin, el equipo y yo seguimos tan comprometidos como siempre con iluminar el camino de la exploración del vino a través de innovaciones que ofrezcan a todo el mundo el poder de elegir". Para Lambrecht, la próxima década será igual de inspiradora que la anterior: "¡No se lo pierdan!".