- Redacción
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- 2001-02-01 00:00:00
Se ha hecho público el estudio sobre la «Evolución de vinos tranquilos, cava y champagne: función del tapón de Corcho», desarrollado por la Universidad Rovira i Virgili, el Instituto Catalán del Corcho y la Asociación de Empresarios Corcheros de Cataluña, planteado por el propio sector productor de tapones de corcho de Cataluña. Tras tres años de análisis de los conceptos más relevantes en la evolución de los vinos se aclara el papel de los tapones en la evolución de los vinos. No es aleatorio que el estudio estuviera enfocado a analizar tres aspectos básicos en el binomio tapón-vino. El objetivo era plantear una visión globlal de esta relación. Sin duda es importante la evolución sensorial de los vinos, y más en un contexto donde el consumidor valora en muy alto grado este parámetro. Pero no es menos relevante analizar la evolución química de estos mismos vinos en relación al comportamiento físico de los tapones. Es importante resaltar la aportación de los enólogos que integraron el panel de catadores cuyos conocimientos han ayudado a estructurar la parte sensorial del estudio. El Centro del Corcho-LGAI aportó la parte referente a los comportamientos físicos de los tapones y la Facultad de Enología de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona hizo lo propio con los aspectos químicos del estudio. Se realizaron cinco catas, la primera a los 3 meses de embotellado, la segunda a los 6 meses, la siguiente a los 12, la cuarta a los 24, y la última a los 36 meses. Para los vinos tranquilos se utilizaron tapones de corcho natural, de corcho colmatado, de corcho aglomerado, de PPC (poliuretano-polvo de corcho), tapones de plástico y de rosca. Para el cava y el champagne se usaron tapones de corcho aglomerado, de corcho aglomerado con discos de corcho natural, de plástico y de corona. Los ensayos físicos de los tapones se centraron en la fuerza de extracción, en la recuperación diametral, en el incremento diametral y en el par de torsión. En los ensayos químicos se analizaron en los vinos blancos, en el cava y en el champagne el grado alcohólico, S02 libre total, acidez total, los ácidos tartárico, málico, láctico y acético, el glicerol, la glucosa y la fructosa, el acetaldehído, el A420 y el A280, añadiéndose el A520 y el A620 en el caso de los vinos tintos.
En las conclusiones del estudio se destaca que el concepto «olor/gusto a corcho» es equívoco. Esta afirmación es fruto del análisis detenido de los tipos de tapones donde se detectó el anterior concepto. Según el estudio, se puede apreciar que en tapones de plástico y en tapón corona también se detectó el «olor/gusto a corcho». El estudio concluye, por tanto, que este concepto es incorrecto, lo que no impide que este tipo de olor sea identificado. Se propone por tanto establecer un concepto más apropiado como por ejemplo el de «olor/gusto a enmohecido:.
Otras conclusiones han sido:
De todos los sistemas de taponado para los vinos tranquilos, los que han dado unas prestaciones más satisfactorias han sido los de corcho natural, los de corcho colmatado y los tapones de PPC. Los tapones con peores prestaciones para vinos tranquilos son los de plástico y los de rosca. De los sistemas de taponado para los vinos espumosos los tapones aglomerados con discos de corcho natural y el tapón corona son los que han mostrado un mejor comportamiento, mientras que los tapones con peores prestaciones resultaron ser los de plástico.