- Laura López Altares
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- 2020-10-05 00:00:00
En las bodegas, como en la vida, a veces suceden acontecimientos inexplicables dignos de 'Cuarto Milenio': fantasmas rebeldes de antiguos hospitales, muertes extrañas, susurros en mitad de la noche, reservas indias hechizadas, cuervos mágicos...
Algunas de ellas guardan estos episodios sobrenaturales como un secreto impronunciable, pero otras lucen sin complejos (y con cierto orgullo) su oscuro pasado en siniestras e ingeniosas etiquetas: como Miles Wine Cellars –Himrod, Nueva York– con su Ghost, un homenaje de Chardonnay y Cayuga a la pareja fantasmal que deambula por la mansión (al iluminar la botella con una linterna, se aparece la etérea silueta de la mujer); Valerie Hill Vineyard & Winery –Stephens City, Virginia–, donde se dice que merodean cuatro espíritus, entre ellos un soldado de la Guerra Civil de Estados Unidos (Apparition es el exclusivo vino que les dedican); o Murder Ridge Winery –condado de Mendocino, California–, que debe su nombre a un cadáver aparecido a principios del siglo XX en aquel lugar y cuyo halo de misterio inspira la curiosa reunión de cuervos que ilustra su colección de tintos.
Hay incluso bodegas, como The Winery at Marjim Manor –Appleton, Nueva York–, que han publicado un DVD explicando los fenómenos extraños que allí acontecen (sobre todo los jueves a las tres de la tarde, el día y la hora a la que Shubal Merrit, quien construyó la mansión, disparó a su hijo en un terrible accidente).
Pero no todas estas historias paranormales tienen su origen en un suceso trágico. En Ravenswood, una reconocida bodega de Sonoma –California–, un círculo de cuervos protegió la cosecha de 1976 de una tormenta eléctrica. Joel Peterson, su propietario, observó que le sobrevolaban mientras recogía las uvas. Todo estaba mojado, ¡pero los frutos y él estaban secos! Desde entonces, el emblema de la bodega son tres cuervos entrelazados.
Es tan curioso el historial de misterios del condado de Sonoma que Carla Heine les dedicó un libro: Sonoma Ghosts: True Stories of Sonoma's Haunted History. La histórica finca Bartholomew Estate Winery es una parada imprescindible en esta ruta de lugares embrujados: fue prisión de mujeres, hospital... y una morgue en la que –supuestamente– se reúnen las almas torturadas y susurrantes que la habitan. Su primer propietario fue el Conde de Buena Vista, Agoston Haraszthy, un pionero de la viticultura en la zona que fundó en 1857 Buena Vista Winery (perteneció a Bartholomew Estate Winery hasta 1968), una bodega vecina en la que también se ha registrado actividad paranormal: se dice que regresó allí tras morir devorado por un caimán en Nicaragua... y que su espíritu comparte travesuras fantasmales con su consuegro, el General Vallejo.
Dry Creek Vineyard, también en Sonoma, es uno de los casos más peculiares que hemos encontrado: sus trabajadores han informado de llamadas sin respuesta que provienen de la misma casa, pisadas, portazos, luces que se apagan y encienden solas, aparatos electrónicos que se vuelven locos... y apariciones de figuras vestidas con ropas tradicionales nativas (hay una reserva india justo enfrente).
Pero quizás la leyenda de Belvoir Winery –Liberty, Missouri– sea la más suculenta para los amantes del misterio. Se encuentra en una antigua logia de la Orden Independiente de Compañeros Extraños (IOOF), que cuidaban de los más desfavorecidos. A finales del XIX albergó un orfanato, un hospital y un cementerio que, según corroboran los investigadores de lo paranormal, ¡siguen habitados!
En España, los fantasmas son un poco más escrurridizos, pero el misterio entre viñas tiene su hueco en forma de festival de novela negra. Anecoop Bodegas patrocina Valencia Negra con el vino Icono Selección de La Viña –Font de la Figuera–, que en 2019 acogió un encuentro en el que se relataron seis espeluznantes crímenes que tiñeron de rojo sangre la bella Toscana valenciana...