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Los vinos de ‘Juego de Tronos’

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  • Laura López Altares
  • 2024-06-03 00:00:00

El fuego valyrio y la sangre no son los únicos que se propagan sobre el tumultuoso Poniente de la 'Canción de hielo y fuego': los vinos del Rejo y Dorne enaltecen o templan las pasiones de unos personajes extremos.


Entre traiciones feroces, criaturas sobrenaturales, batallas memorables, intrigas políticas, profecías atávicas y oscuras pasiones, George R. R. Martin construyó una de las tramas –a falta de un digno final– más salvajes y fascinantes de la literatura fantástica con su Canción de hielo y fuego (adaptada por HBO en una serie de televisión sublime –a pesar de sus controvertidas últimas temporadas– que se convirtió en fenómeno mundial). En Poniente, el vino y la sangre corren a raudales a un ritmo vertiginoso, y sus voraces habitantes parecen no tener nunca suficiente.
Sobre todo los Lannister, la casa más pendenciera y poderosa de los Siete Reinos. Escribía Martin en Choque de reyes: "Cersei hizo una señal al paje para que le sirviera otra copa de vino, de una dorada cosecha del Rejo, afrutado y delicioso. La Reina estaba bebiendo mucho, pero el vino la hacía parecer aún más hermosa; tenía las mejillas arreboladas, y un brillo febril en los ojos con los que contemplaba la sala. 'Ojos de fuego valyrio', pensó Sansa".
Y los creadores de Juego de tronos parecieron tomarse al pie de la letra aquella frase cuando filmaron una de las mejores secuencias de la historia de la televisión al principio de Vientos de invierno (6x10): en ella, la leona Cersei sonríe con su sempiterna copa de vino en la mano mientras ve arder el Septo de Baelor con todos sus enemigos dentro (y una banda sonora apoteósica). Exquisitamente incendiaria.
Aunque no menos que Daenerys Targaryen, la impetuosa Madre de Dragones, que juró recuperar la corona para su estirpe a sangre y fuego: "Voy a ir en barco a Poniente, y allí beberé el vino de la venganza del cráneo del Usurpador". En eso coincide, por cierto, con los Greyjoy de alma vikinga, que defienden que "no hay vino más dulce que el que se arrebata a un enemigo vencido".
Prácticamente todo morador de Poniente, incluida la juramentada Guardia de la Noche, sucumbió al poder embriagador y reconfortante del vino: en su caso –casi siempre– caliente y aderezado con especias como la canela, la nuez moscada y el clavo.
Pero si hay un personaje que se sumergió a fondo en los placeres del vino, ese fue el incisivo y carismático Tyrion Lannister: "Allí había vino más que suficiente [en la bodega de Illyrio Mopatis] para mantenerlo borracho cien años: tintos dulces del Dominio y tintos recios de Dorne, Pentoshi ambarinos y el néctar verde de Myr; sesenta cubas del dorado del Rejo y hasta vinos del legendario Oriente, de Qarth, Yi Ti y Asshai de la Sombra. Al final se decidió por una cuba de vino fuerte de la cosecha privada de Lord Runceford Redwyne, abuelo del entonces señor del Rejo. Tenía un paladar lánguido y temerario a la vez, y era de un rojo tan oscuro que casi parecía negro a la oscura luz de la bodega".
Este pasaje casi podría servir como resumen de las zonas productoras de Poniente: las viñas de los Siete Reinos crecen lejos del Invierno y del inhóspito Norte, especialmente en el inexpugnable Dorne y en la Isla del Rejo, sus dos regiones más emblemáticas. "El mejor vino del mundo es el del Rejo", afirmaba la Khaleesi.
Incluso hay especialistas en este tema, como Daniel Bettridge, que explica al detalle las características del continente imaginario en la Guía de viaje por los siete reinos de Poniente: "Su geografía varía inmensamente, cambiando a menudo de forma brusca de un reino a otro, de las heladas y montañosas tundras del Norte a la amplia red fluvial de las Tierras de los Ríos, pasando por las fértiles granjas del Dominio hasta llegar, abajo del todo, a los áridos desiertos de Dorne".
Bettridge describe la Isla del Rejo como "un paraíso isleño repleto de belleza natural, una historia fascinante y pocas copas vacías". En estas exuberantes tierras se elabora el famoso dorado del Rejo, el favorito de la reina Cersei y del taimado Meñique: "¿Has visto qué maravillas se pueden conseguir con mentiras y dorado del Rejo?". Pero en el Rejo también se elaboran seductores vinos tintos (que se lo pregunten a Sansa): "El vino le pareció excelente. Sabía a roble, a fruta y a noches cálidas de verano. Los sabores le estallaban en la boca como flores que se abrieran bajo el sol".
Mientras, en el fogoso Dorne, "el clima cálido y los terrenos secos son perfectos para los tintos afrutados, así como para los vinos dulces con cuerpo, únicos en esta parte de los Siete Reinos", deduce Daniel Bettridge. Aunque, como decía Tyrion, "el mundo está lleno de vino", que tiene el poder de mantener "lejos el miedo": vino de Lannisport, Altojardín y las Islas del Verano; vino del sueño con miel y especias, vino de fuego para soñar con dragones...
"Eso es lo que hago: bebo y sé cosas", sentenciaba Tyrion Lannister en una frase ya mítica. Casi tanto como la de su hermanísima, la insaciable Cersei: "Más vino, por favor". Pero por supuesto.

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