- Ana Lorente
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- 2011-05-01 09:00:00
Navarra florece, la primavera estalla en verde en las primeras hojas tiernas sobre los añosos troncos de las cepas oscuras y retorcidas. Y desde Tierra Estella hasta la Ribera Media y los alrededores de Cascante, muchas de esas cepas en vaso, las más antiguas, son de alguno de los 500 socios de la cooperativa Nuestra Señora del Romero, donde nace Malón de Echaide
La Cooperativa, como se puede adivinar por el nombre y el estilo de la construcción, es fruto de mitad del siglo xx, exactamente de 1951, cuando los viticultores de Cascante -los 230 reunidos en el teatro el 2 de mayo- aprobaron por unanimidad la creación y estatutos. Pero su sueño y su necesidad venía de antiguo. De hecho, al excavar para la construcción, apareció un ánfora del siglo i antes de la era cristiana, lo que da idea de la importancia del vino en la vida local. Importancia que la documentación refrenda, ya que cuando Corella es nombrada “aduana de bino” -en 1535- comercia en cántaros casi un millón de litros y abona el impuesto llamado Garapito, que se mantuvo desde entonces hasta el nacimiento de la cooperativa. De aquel remoto pasado le viene también el nombre de sus vinos más extendidos, ya que Malón de Echaide fue un prohombre de Cascante, un brillante teólogo nacido en 1530 y formado por Fray Luis de León y Juan de Guevara.
Un museo vivo
Hasta hoy mismo, recorrer las infinitas galerías es adentrarse en la historia de la vinicultura de este país. Los primeros depósitos eran los cubos de cemento alineados. Después se les sumaron cilindros gigantes, impolutas botijas encaladas que destacan, luminosas, sobre la pulcritud del suelo rojo. Unos y otros se numeran hasta 100 con la indicación precisa de la capacidad rotulada en primorosos azulejos. Y la capacidad impresiona, desde 13.000 a 500.000 litros. Más tarde llegaron los depósitos revestidos de fibra aislante y al final los actuales, en acero y con doble camisa para controlar con precisión la temperatura de fermentación. Ese ha sido el camino y aquí quedan, como prueba, los hitos de cada paso.
Durante años, las ampliaciones fueron constantes, cada vez más socios, cada vez más viña y, en consecuencia, cada vez más vino y más marcas, sin más freno o merma que los que impusieran los desastres climáticos sobre la vendimia del año. Pero los últimos tiempos han traído cambios radicales: la jubilación de los viejos agricultores, el abandono de los campos, el arranque de viñedo impulsado por presión institucional o por tentación económica; en fin, tiempos en los que el espacio se hace inmenso y las voces resuenan como ecos en los salones infinitos. Ahora solo quedan 3.000 socios y solo mantienen 500 hectáreas de viña repartidas en las tres zonas. Trabajo les sobra al director de campo y la enóloga Silvia Peña.
La viña manda
Las variedades de uva más extendidas son la Garnacha para los tintos y para los famosos rosados, y la Viura para los blancos, pero hace ya tiempo que plantaron Chardonnay para una inmediata experiencia, y Tempranillo y Cabernet Sauvignon que se aplican a los altos de gama: los reservas de Viña Parot y Plandenas y el elegante Señor de Cascante. Los primeros que se asomaron al mercado este año fueron los más clásicos de la bodega, tres vinos jóvenes: el blanco de Viura 100%, el rosado Malón de Echaide y el rosado especial Corazón de Malón, que se elabora con las Garnachas más viejas.
La enóloga Silvia Peña los analiza con satisfacción, ya que que la vendimia 2010 se puede calificar de “muy buena” tanto por la excelencia climática del año como por el esmero de los experimentados viticultores. Comenzaron la campaña el 6 de septiembre con los Merlots más tempranos de Cascante y concluyó el 21 de octubre con la uva más tardía de la zona de Los Arcos. El resultado está en esas botellas y también duerme en las barricas de roble americano y francés, según sus fines, en una sala de arcos planos que recuerda la arquitectura de una mezquita, aunque no tan admirable como la bóveda diáfana que cubre la sala de elaboración. De allí salen cada año tres millones y medio de litros que se diversifican en una docena de marcas en torno a Malón de Echaide y Torrecilla, y que se dispersan por el mundo y cosechan premios, avalados por la fama navarra y por una excepcional relación calidad-precio. Probar para creer. Degustar para disfrutar.
Malón de Echaide
Carretera de Tarazona, 33
31520 Cascante (Navarra)
Tel. 948 851 411
Fax. 948 844 504
www.bodegasdelromero.com