- Redacción
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- 2011-03-01 09:00:00
Dos años se han cumplido desde la inauguración y, aunque ya no influya la sorpresa, nada ha perdido de la primitiva emoción, de esa visión que entonces nos dejó sin aliento, suspensos en la belleza, en la calma. Hoy el tiempo, que como decía Goya “tambien pinta”, ha dulcificado si cabe los contornos de aquella obra nueva nacida con el mayor respeto a la naturaleza.
Para el ajardinamiento se sembró vegetación leñosa de secano, que produce un importante ahorro de riego. Además, una capa de arena blanca sobre el terreno favorece el efecto albedo, provocado por la reflexión de la luz solar, y sirve para contrarrestar el calentamiento global.
La bodega fue concebida como una obra de arte por el estudio del barcelonés Javier Barba, especializado en arquitectura sostenible. Una envoltura acorde con las obras de arte que ha de conservar, un espacio para honrar y mimar los vinos más exquisitos de la casa, los que nacen en sus viñedos más reducidos, en las fincas más exclusivas. Vinos que se elaboran de forma que en la copa aparezcan potenciadas esas características peculiares diferenciadas por la variedad de uva y su adecuación edafológica, es decir, por la influencia del suelo y el microclima que los ve crecer. Son los niños mimados de la casa, los blancos Fransola y Milmanda, y los tintos Mas Borrás, Mas La Plana, Grans Muralles, que llevan el nombre de su terruño de origen, y el Reserva Real, que procede de lo más selecto del viñedo sobre pizarra de Agulladolç.
Viaje al centro de la tierra
La bodega se estructura en torno a un regio claustro semienterrado, un símbolo de la asociación de tierra y cielo, de suelo y clima, que distinguen cada vino. Arriba, solamente la sala de cata y el museo; abajo, las salas de guarda para preservar y educar los vinos. Y arte por doquier, pinturas de Waltraud Maczassek, esposa y madre de la familia Torres, y a quien se dedica esta bodega; esculturas de Xavier Corberó -una expresiva familia de piedra-, Josep Cerdá -el bronce circular emblemático sobre la lámina de agua de la entrada- y el purísimo Silencio! de Ángel Camino.
De la tradición de señoriales fincas históricas, en el conglomerado de la familia Torres, perduran algunos pagos famosos. Entre los aristocráticos y excepcionales destaca Mas la Plana, un nombre mítico en el viñedo europeo. Ya en la Edad Media, los Condes de Barcelona se reservaron estas tierras como feudo de realengo y a principios de los años 60, Miguel Agustín Torres y su esposa, Waltraud, renovaron la mansión del siglo XVIII que se alza, rodeada de un parque romántico, entre las viñas. Las 29 hectáreas de Mas La Plana se consagraron a la Cabernet Sauvignon, que ya en su primera cosecha se impuso en la Olimpiada del Vino de 1979, celebrada en París, a los más famosos Cabernets del mundo.
Variedad: especialistas en todo
Milmanda son 15 hectáreas de Chardonnay a la sombra de un castillo medieval en donde cazaron Carlos I y Felipe II. Fransola, en las zonas más frías de la D.O. Penedés, ocupa 25 hectáreas dedicadas a pulir con elegancia la Sauvignon Blanc; Envuelto en el aroma del bosque nace la Pinor Noir en Mas Borras, apenas 10 hectáreas de avaro rendimiento, y un puñado de variedades tintas se acomodaron a la pizarra (licorella) de Grans Muralles, cerca del monasterio de Poblet, donde Torres recupera con pasión de coleccionista variedades autóctonas.
No fue tarea fácil planificar la visita a esos dominios, conducir a los enoturistas en un viaje desde el pasado remoto a las tradiciones de la región, y desde la primitiva gran bodega Torres hasta la joyita recoleta que es Waltraud. Se consiguió con un transporte silencioso, un trenecito, capaz de acomodar 100.000 visitantes al ritmo preciso. La experiencia es una verdadera delicia, didáctica, inolvidable para el visitante, que se adentra en las profundides de las cavas de guarda, trota entre los espléndidos viñedos, atiende a las explicaciones eligiendo el propio entre siete idiomas y aprovecha, para confort y amenidad en su recorrido, lo más vanguardista de los medios audiovisuales.
Un recorrido hasta la sala de cata y tienda, una atractiva y completa vinoteca que reúne los vinos de Torres de uno y otro lado del Atlántico: Chile, California, las denominaciones y pagos de Cataluña, Rioja, Ribera del Duero, y su exquisita producción menos conocida de aceites y vinagres. Toda una experiencia.
Bodega waltraud
Finca El Masset
08739 Pacs Del Penedés
Tel. 93 817 74 35
www.torres.es