- Redacción
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- 2005-03-01 00:00:00
El pasado se hizo historia cuando, a mitad del S. XIX, Camilo, Marqués de Riscal, creó en Elciego (Álava) la primera bodega que revolucionó La Rioja. El futuro se hace historia cuando su bisnieto Francisco la viste con un sueño de Frank Gehry.
Como zarcillos caprichosos, con una suerte de movimiento orgánico, de planta vivaz, de fantástica cepa, se van alzando las formas oníricas del nuevo edificio. Tres sólidos pies sustentan sobrios bloques de piedra amarillenta, acorde a los muros de la vieja bodega que desde hace más de siglo y medio acuna los primeros vinos que se embotellaron en la zona.
Sobre esa piedra peinará los vientos una gigantesca y a la vez ligera escultura, una grácil envoltura de cintas de titanio. Tricolor, roja como el vino, dorada como la malla que caracteriza las botellas de la marca, y plateada como las pulcras cápsulas que las encierran. Es el sello de un arquitecto visionario como Frank Gehry, su personalísima interpretación de la bodega, después de haber saboreado -y meditado- un Marqués de Riscal fechado en su año de nacimiento.
El Guggenheim del vino
La visión recuerda, como no podía ser menos, la concepción técnica y estética que ya aplicó en el Museo Guggenheim de Bilbao y, como allí, es la garantía de vivificar la imagen estética, la riqueza artística y el reclamo turístico de la zona.
El edificio se concibió como un pequeño hotel (12 habitaciones) para enoturismo exquisito, pero ha crecido con vida propia hasta añadir otras 29 habitaciones, restaurante, salón para banquetes y un anexo que ocupará el balneario de vinoterapia. El hotel, en manos de la cadena del Palace, Westin; el balneario, regido por los especialistas bordeleses, Caudalie, al ejemplo de su primer establecimiento en Château Smith Haut Laffitte; y el restaurante, de algo más de 150 plazas, en manos de uno de los mejores chefs de este país, Francis Paniego, la indiscutible estrella (reconocida incluso por Michelin) del vecino Etxaurren, de Ezcaray. Todo junto, más un vecino campo de golf, supone que en poco tiempo, la zona despertará irreconocible, como el cisne de la fábula.
La receta del vino
La inauguración está prevista para principios del año próximo, pero el proyecto en ciernes, por más espectacular que sea, no supone más que la guinda de una receta que se ha ido cocinando, sin prisa, sin pausa, a lo largo de cuatro generaciones. Camilo Hurtado de Amézaga, Marqués de Riscal, polifacético, culto, cosmopolita, empresario con vocación exportadora, fue el pionero en imponer el método bordelés en su bodega, el refinado estilo del otro lado de los Pirineos, la crianza en barricas de roble y, en 1861, el primer vino embotellado y etiquetado de la zona que pronto comenzó a recibir premios en las Exposiciones Universales de la época.
Desde entonces, los calados de la bodega se han extendido como un laberinto de arterias vivificadoras, hasta albergar más de 30.000 barricas de crianza, un museo de guarda que recoge la historia del gusto del vino de Rioja, año a año, y en la ampliación del 2000, el nuevo botellero, el que cimienta toda la nueva obra, aislado bajo impenetrables láminas de hierro.
¿Qué ha cambiado? Lo fundamental es el cuidado de la uva en la cepa, en sus 220 has. de viñedo propio y en las 1.250 de proveedores fijos. Lo distintivo es la selección de la vendimia, la elaboración separada de parcelas que producen vinos bien diferentes. La evolución ha pasado por poner en marcha la exquisitez riojana en Barón de Chirel, el descubrimiento de Rueda, la elaboración allí de excelsos blancos, y la puesta en marcha de la D.O Rueda por parte de la tenacidad de Paco Hurtado de Amézaga, el actual cabeza de la firma.
lo último es la apuesta por otros tintos, en San Román de Hornija, donde desde el 99 cultivan 190 has. de Tinta de Toro que se comercializan como Vinos de la Tierra de Castilla y León, vinos para la mesa, para disfrutar sin cansancio, para acompañar.
Entre unos y otros, la mitad viaja a 65 países, y el plan comercial es que esa cifra de exportación aumente pronto hasta el 75%. Eso no ha cambiado, desde que D. Camilo los hacía llegar a Dinamarca o Inglaterra y su hijo a las dos Américas. Ahora, además, los clientes vendrán a pie de cuba.
Vinos de los herederos del Marques de Riscal
C/ Torrea, 1
01314 Elciego (Álava)
Tel. 945 60 60 00
Fax. 945 60 60 23