- Redacción
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- 2004-09-01 00:00:00
La antigua bodega se asienta sobre kilómetros de cavas talladas en la piedra. Toda esa historia, toda esa riqueza arquitectónica se transformará en hotel y espacio temático, un espacio ejemplar para enoturismo. Se refiere al vino como a su niño y, si uno aguza la vista, puede creer que le pone la mano en la frente para tomar la temperatura en busca de un atisbo de malestar. Desde que es uva y se vendimia de noche, con la fresca, a 10 ó 12 grados, hasta que entra en los depósitos para fermentar sin prisa y sin merma de aromas a temperatura comedida. O cuando ya reposa en las más de mil barricas y en los botelleros, en la bodega nueva porque la histórica, aunque ofrece condiciones óptimas de ambiente, es una cava impresionante, laberíntica e inmanejable para la producción actual. Inmanejable incluso para los bríos y el entusiasmo de este cuidadoso enólogo, Juan Pablo García, que rige viñas y vinos codo con codo con Aníbal Asensio. Cambio de imagen Pero vamos por partes. Ésta parte del equipo técnico y rector es, junto con el viñedo y las dos bodegas, la Sociedad Bodegas Vega de la Reina, la creación de la familia Maldonado que, desde el 2003 ha pasado a manos de Grupo Veintidós. A ellos, a la Consejera Carola López y al nuevo Director Paco Merino se debe el cambio de imagen y las directrices para una apuesta por vinos de calidad, tanto en la D.O Rueda para los blancos, como en la Denominación Geográfica Vino de la Tierra de Castilla y León para los tintos. Para Grupo Veintidós que dirige Juan Mª López, dedicado a la actividad inmobiliaria, el ocio y el turismo, éste es su bautismo en vino. A partir de un equipo joven pero con profunda experiencia, lo enfocan con los mismos principios que el resto de sus realizaciones, es decir, con un enorme respeto a los valores culturales y humanos, cuidando, como en el desarrollo de alguno de los espacios hoteleros proyectados junto a NH y AC o Barceló, tanto el valor histórico de los edificios como el confort de los huéspedes. Esa es la filosofía que anima el proyecto inmediato de convertir la bodega antigua, una coquetería de arquitectura industrial, en un hotel con unas 20 habitaciones, que incorpore museo y espacio didáctico para inmersión en el enoturismo. Lo que ya está en marcha es la renovación de estilo e imagen de los vinos, tanto los más tradicionales, como las elaboraciones de corte moderno, de alta expresión, que complacen a un público joven, formado, curioso y capaz de comparar con buen criterio. Sin duda la nueva imagen, el vestido de los vinos se dirige a esos espectadores. El artista vasco Miguel González San Román ha creado una visión límpida, una expresión clara y hasta un guiño pícaro en la inevitable corona de una moderna reina de esta vega. Inconfundible y expresivo del contenido. Pero como dice el enólogo “el vino no se debe leer en la etiqueta sino en la copa y en el paladar”. Lo que aquí está escrito, el catálogo completo, son tres blancos que recogen el abanico de Rueda - un intenso y sedoso Verdejo, un serio y prolongado Sauvignon Blanc y un fresco Cosecha que equilibra recuerdos frutales y herbáceos- y otros tantos tintos que, aunque por su largo proceso aún mantienen cierto clasicismo, anuncian un futuro rebosante de personalidad. Como muestra, la obra nueva, el Joven 2003 hecho con Tempranillo y Merlot, con tintes violáceos por su edad, pero con una redonda madurez. O el sabio ensamblaje de Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Merlot, vivo granate con un año de crianza, que es el Expresión 2001. Un viñedo como un jardín Todos salen de los pagos de un primoroso viñedo, 100 has. a las que el Grupo ha añadido diez de Verdejo en espaldera. La Hormiga, la Dehesilla, Miralalba, Campoviejo... que la bodega cultiva en unas suaves lomas entre el Duero y el Adaja, en tierras de Valladolid. El jardinero -pues eso parece el paisaje- es Aníbal, amante de esta tierra y estas cepas hasta el punto de volver la cara para no contemplar las radicales podas que él mismo ordena en aras de menor y mejor producción. El resultado, sus buenos oficios y los de esa tierra pedregosa, inhóspita, de blancura cegadora, se concentran en cada copa. Bodega Vega de la reina C/ Los Moros 10 47490 Rueda (Valladolid) Tel. 983 868089 Fax : 983 868594 www.vegadelareina.com