- Redacción
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- 2004-04-01 00:00:00
La familia Martínez Bujanda conserva y acrecienta su herencia de viñedo y sabiduría. Cinco generaciones han cincelado cuatro esplendidas bodegas dentro y fuera de La Rioja. Finca Valpiedra es la pequeña joya mimada. ún es invierno. Sierra Cantabria se ha vestido de tardío armiño y un viento gélido empuja desde el norte una catarata de nubes. En la otra orilla, jardineros ateridos restauran los chopos que el río, en su crecida, se llevó por delante. Todavía no brota una hoja, y el avaro sol no es más dorado que la mantequilla. La viña, escalonada en tres terrazas diferenciadas, pertenecía a la familia desde hacía treinta años. Ana, representante de la quinta generación de vinateros, recuerda cuando, por caminos imposibles, de la mano de Jesús, su padre, y con una tortilla en la camioneta, se escapaba a merendar al meandro sombreado, a la frescura del agua, al perfume de los pámpanos verdes de primavera o multicolores de fin de verano, al finalizar la vendimia. Hasta hace una década esa vendimia, siempre excepcional, alimentaba las cubas de Valdemar, junto con la de otras 400 has. de viñedo propio distribuidas por distintas zonas de La Rioja. Pero en 1994, en busca de un vino excepcional, empezaron a elaborar por separado este pago de menos de 80 has. Nacía Finca Valpiedra, en un terreno que es tal como su nombre define, un manto riguroso pero también protector, de cantos rodados, que estresan las cepas pero también protegen la humedad en el suelo cuando el tórrido verano se presenta inclemente. Y ese estrés y esa dosis imprescindible de humedad se analizan aquí con lupa. En dos puntos distantes, a 406 y 427 m. de altitud, en la terraza más alta y extensa de 63 has. y en la viña del Gato -8 has. en la orilla- cumplen su misión dos estaciones meteorológicas, vigías frente a las plagas, anunciadoras de la sequía y, aun más, documentalistas sin descanso, sin día de fiesta, para ir reuniendo un exhaustivo conocimiento de las vicisitudes del clima y la respuesta de la uva. Una mina de sabiduría que permite, año tras año, vendimia tras vendimia, el mayor y mejor control previo de esa materia prima natural, y por tanto, nunca completamente controlable, que es la uva. Un Chateau en la viña Aquella primera elaboración de la cosecha 94 cumplió con creces las expectativas, hasta el punto de propiciar el nacimiento de una bodega propia, al estilo château, que se inauguró en el 99, no en el corazón de la finca sino en un extremo elevado, como una atalaya para contemplarla en todo su esplendor. Y así comienza la visita, en una mágica terraza de cristal, para no ocultar ni un rincón. Y la sorpresa es que así termina, un piso más abajo, en el talud de la ribera, donde la sala de cata abre los ventanales como regalo a todos los sentidos, no solo a los que disfrutan de la copa. Los regios espacios interiores, desde los corredores a la sala de barricas, desde el botellero a la cuidada y bella embotelladora pueden acoger la colección de pintura que la familia viene reuniendo hace años, invitando a afamados artistas a fantasear y plasmar su visión de viña y vino. Y es que la estética no es gratuita. Revela el cuidado que la bodega es capaz de derrochar en el vino y, sin duda, lo envuelve y lo acuna y lo educa mejor. Como en la sala donde duermen las 4.000 barricas de roble francés, entre esbeltas columnas, bajo un original artesonado, arropadas por roble claro en los muros... Y, lo que es muy importante, en barricas nuevas, que solo cumplen aquí sus primeros tres años de vida. Frente a la revolución que fue Valdemar, (hoy ya un clásico), frente a la innovación vanguardista que es Finca Antigua en La mancha, esta Finca Valpiedra es el terruño y el mimo manual, la exclusividad, la vendimia que llega en minutos a la tolva, los pequeños depósitos para elaboraciones mínimas, distinguiendo suelos, orientaciones o el día de perfecta madurez, aunque eso exija dos o tres pasadas de vendimia. Esto les ha valido un puesto entre los escasos Vinos de Pago de este país, o lo que es lo mismo, una Denominación de Origen propia. La prueba está en la copa. finca valpiedra Montecillo s/n 26360 Fuenmayor (La Rioja) Tel. 941 45 08 76 Fax: 941 45 08 75 E-Mail: info@fincavalpiedra.com www.martinezbujanda.com