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Vinos para beber, copas para gozar

  • Redacción
  • 2009-12-01 00:00:00

Nació de manos de exigentes paladares que comparten una Sociedad Gastronómica en San Sebastián, de ahí que sus vinos estén diseñados para el disfrute más que para el lucimiento o el mero beneficio empresarial. La asociación con el Grupo González Byass apoya plenamente esa filosofía. D esde el sur, la frontera de La Rioja es invisible, a lo sumo un cartel rojo al borde de la carretera, pero de pronto el paisaje cambia y parece que entre los rubios trigos de Castilla la siega hubiera olvidado, salpicados, rodales de amapolas. Poco a poco esos bodoques van invadiendo el paisaje y, ya de cerca, la vista descubre el engaño. Son, y no podía ser menos, el tinte rojo del otoño sobre las cepas de Tempranillo, de Graciano, de Mazuelo y de todas las tintas riojanas. Al poco de dejar atras la clara arenisca de las casonas de Ollauri, la tarjeta de visita de Beronia, grabada en piedra junto al portón enrejado, da paso al clásico edificio arropado por una viña primorosa. Así cuidan las 20 hectáreas de viñedo propio y controlan discretamente otras 850 que pertenecen a 250 viticultores. Y ahora que el Consejo Regulador autoriza la Verdejo han sumado cuatro hectáreas nuevas para redondear sus dos blancos de Viura. De la mesa a la cepa La exigencia del vino perfecto se justifica aquí por la propia génesis de la bodega. No se trata de viñadores o vinateros que deban rentabilizar su tierra y su trabajo, sino que la idea surge de un puñado de industriales guipuzcoanos -miembros de una Sociedad Gastronómica- que en el boom riojano de 1970 decidieron regar sus mesas del txoko con sus preferencias, exclusivamente Reserva y Gran Reserva. La bodega se inauguró en 1973, y el éxito obligó a profesionalizarse, de modo que una década más tarde se incorpora González Byass, sin modificar el ideario de gama clásica y paso por madera que se aplica a casi toda la producción, 400.000 cajas anuales. Incluso a un blanco fermentado en barrica que completa hoy el catálogo de sorprendentes monovarietales de Graciano y Mazuelo, un ecológico, un Tempranillo de elaboración especial y la última novedad, un elegante y potente vino de autor bautizado “III a.C.” en memoria de ese tercer siglo antes de la era cristiana, fecha en que los berones se asentaron en esta tierra. Equilibrio, lo visible, lo invisible La vendimia ha sido estupenda: seis millones y medio de kilos de uva han entrado a bodega y, apenas una semana después de terminar, las salas de elaboración están pulcras y ordenadas, sin más recuerdo que el tinte violáceo en la cinta móvil que elevó la uva desde las mesas de selección directamente a los depósitos. El recorrido por las sucesivas ampliaciones revela que mientras crecía la bodega se ha ido reduciendo el tamaño de los depósitos para diversificar y controlar con más precisión cada variedad, cada terruño, el carácter de cada parcela mínima. Ésa es la filosofía que Matías Calleja, el director técnico, inculca en los cinco enólogos, en María Jesús Sáez y Adriana Etchaberry -que llevan la bodega- o en quienes tienen a su cargo el campo, la formación o los equipos comerciales. La generosidad y racionalidad del espacio facilitan su tarea. Son 7.000 metros de planta que crecen simultáneamente arriba y abajo. Allí reposa el vino en dos millones de botellas y antes en 28.500 baricas de firmas excelentes, la mayoría mixtas, de duelas de roble americano y fondo francés, una fórmula en la que Beronia fue pionera. A la sala de barricas se entra a través de un tino gigante. Al pie de la escalera, la caricia envolvente de la luz tenue y del canto gregoriano. Al fondo, tras las rejas, las botellas conservadas de las cosechas históricas o excelentes. Mágnums e incluso formatos mayores que no tienen precio. Sin embargo la bodega considera fundamental la relación calidad-precio, de modo que la gama más alta no supera los 20 euros. Las elaboraciones novedosas componen la serie Colección Beronia con elaboraciones complicadas como el proyecto de Garnacha, el monovarietal de Mazuelo, 300 barricas nuevas donde fermenta Tempranillo y el selección de selecciones, el pleno III a.C. que procede de viñas de más de medio siglo. Bodegas Beronia Ctra. Ollauri-Nájera 26220 Ollauri (La Rioja) Tel. 94 138 000 / Fax 941 338 266 www.beronia.es www.gonzalezbyass.es

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