- Redacción
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- 2009-10-01 00:00:00
Un recorrrido por los privilegiados y diversos viñedos de Mumm o por el laberinto de sus cavas seculares de la mano del enólogo Didier Mariotti es una lección de viticultura y enología. La más compleja, la de esas botellas mágicas que con una segunda fermentación regalan oro alegre a la copa. Y es una invitación a saborear, con atención, la sólida evolución de una larga historia. Aún hoy, quien tenga el privilegio de poder curiosear en las bodegas de restaurantes o castillos burgueses de Francia encontrará presidiendo el mejor rincón alguna obra de René Lalou o quienes le suceden desde su muerte, en 1973, como el enólogo actual, el prestigioso Didier Mariotti. Su sombra protege la casa Mumm como su figura excepcional lo hizo durante medio siglo, desde los años 20, replantando y ampliando los viñedos atacados por la filoxera, restaurando la casa afectada por las dos grandes guerras y, en definitiva, acuñando un estilo, la modernidad eterna del Champagne. Sus antepasados ya venían persiguiendo una personalidad propia y una calidad excelente, de ahí que, desde la fundación en 1827, sus cubas se alimentaban con uva -no mosto ni vino- comparada a los mejores viticultores del entorno de Reims. Así podían controlar el fruto y, sobre todo, la delicadeza del prensado. Un tratado de armonía Georges Herman de Mumm, que asumió la presidencia en 1852, fue el impulsor del comercio y la exportación que los llevó a ser proveedores oficiales de la monarquía británica. René fue el paladín de la perfección técnica, sobre todo en la base, la viticultura, que ha permitido la expansión hasta producir hoy ocho millones de botellas anuales. Su nombre quedó acuñado con letras de espuma dorada en una cuvée que sigue dando sus frutos en las preciadas botellas del Millesimé. La fase más personal y delicada de la confección de un Champagne es el ensamblaje final, que en el Reserva Lalou Millesimé 1998 se resolvió con el equilibrio de Chardonnay y Pinot Noir al 50%. Parece sencillo, pero en la práctica supuso un complejísimo encaje, porque los Chardonnay seleccionados en la cata previa proceden de 7 de sus 12 viñas, donde unas regalan tonos cítricos, otras florales, otras pomas carnosas, como manzanas y peras..., mientras que los Pinot Noir llegan de cuatro terroirs: en busca de las notas afrutadas y maduras, de la complejidad, la duración en el tiempo y la permanencia en el paladar se eligieron los de Rochelles sur Verzenau (18%); el toque de especias lo aportan los de Hannepés sur Bouzy; la frescura y mineralidad provienen de las de Houles sur Verzy, y los delicados toques de grosella y frambuesa llegan de Les Crupots de Ambonnay. Brindis por la excelencia Este perfecto engarce, en el que cada gema tiene su puesto, es posible al disponer de viñedos de terroir y asoleado muy diverso a pesar de la relativa proximidad. Son 280 hectáreas, de las que 160 están calificadas Grand Cru. El clima de un año de fuertes contrastes pulió la perfección del estilo Mumm: frescura e intensidad. El resultado en la copa se expresa in crescendo, desde la discreta elegancia al descoco sensual, de la frescura juvenil a la plenitud de la madurez. Y el recuerdo es tan largo como exquisito. Otro clásico de la casa, el Mumm de Cramant, es un monovarietal de Chardonnay que procede de los terrenos cretáceos de un municipio calificado como Grand Cru desde 1911. No se comercializó hasta los años 60 y el lenguaje de la etiqueta, una tarjeta de visita con una esquina doblada, recuerda que se entregaba en mano a los amigos de la casa. Pero la imagen que ha dado la vuelta al mundo, la que está presente en 100 países como estandarte de la vocación exportadora de esta casa, que ocupa el tercer puesto de las bodegas de Champagne, es la enseña del cordón rojo de excelencia que, como el símbolo francés de la Legión de Honor, viste lo que ha sido desde su fundación el emblema de la casa, la frase de Georges Herman Mumm. “Únicamente lo mejor”. Es la clásica y perfecta combinación de Pinot Noir, Pinot Meunier y Chardonnay, versátil, apetecible en toda ocasión y compañía, tanto en la versión rubia como en la rosada. Champagne Mumm & cie 29, rue du Champ de Mars 51100 Reims (Francia) Tel: 032 649 59 69 Fax: 032 640 46 13 www.mumm.com