- Redacción
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- 2007-03-01 00:00:00
Arzuaga desembarcó en la Ribera del Duero a fines de los años 80, y ha vivido todos los avatares. Algunos temibles, como la carretera que amenaza con hacerse autopista y pisotear las viñas, mientras sus cepas envejecen y la experiencia enológica hace que cada añada supere a la anterior. En principio fue la finca. Florentino Arzuaga llegó a la sombra de una encina milenaria buscando reposo, un refugio amable. Y lo encontró en la magnífica finca La Planta, en un entorno silvestre regado por la vecindad del Duero, sembrado de encinas, quejigos, sabinas, plantas aromáticas... y poblada de ciervos, jabalíes, perdices y aves de todo pelaje. Son 1.400 has. de naturaleza en todo su esplendor en Quintanilla de Onésimo, en donde Valladolid tiene nombre de vino. Allí, desde el año 87 empezaron a plantar un viñedo que alcanza ya las 150 has., en los terrenos más altos y las orientaciones más soleadas, cercanos a la bodega. Esa es la base de calidad de estos vinos que mejoran vendimia tras vendimia gracias, en primer lugar, a la madurez que con los años adquiere el viñedo, casi todo de Tinta Fina (125 has.), más 10 de Cabernet Sauvignon y 5 de Merlot, y alguna uva ccomprada a viticultores expertos, de viñedos viejos cultivados en vaso, y con muy bajo rendimiento. Viñas viejas y nuevos vinos La vendimia requiere especial cuidado, se realiza por parcelas, separando las partidas, en cajas de 15 kg. Esas son las exigencias del equipo de campo y bodega que dirige Jorge Monzón, joven, experimentado y riguroso, que cuenta en bodega con la técnica precisa para definir la calidad de las últimas elaboraciones: vinos modernos, frutales, plenos, estructurados, diferenciados, rebosantes de personalidad, aunque sin olvidar un ápice su origen, la inconfundible tipicidad de la Ribera del Duero. Eso en cuanto a la línea de los adscritos a la D.O., los Arzuaga, donde destaca el Reserva Especial 2001, el Gran Arzuaga de la misma añada, los nuevos Crianza o los frutales La Planta, con un suave toque de madera. Pero en la misma finca nacen otras experiencias osadas, innovadoras, como el Fan D Oro, un blanco en tierra de tintos, fermentado en madera, sabroso, con tonos afrutados maduros y toques ahumados. O, aun más atrevido, un espumoso bautizado como Txapana, elaborado por el método tradicional champañés, de Chardonnay y Pinot Noir, con tres años de crianza y con añadas diferenciadas para respetar las características de cada vendimia. Parada y fonda Ente las innovaciones de Arzuaga, su visión del futuro les permitió adivinar el auge del enoturismo, e hizo crecer sobre la bodega un inconfundible hotel de 5 estrellas, con restaurantes y propuestas para las visitas. Un gran edificio de piedra clara que preside la famosa Milla de Oro del Vino, la carretera de Valladolid a Aranda que ahora se ha convertido en tema de debate, al pretender ampliarla y tender el asfalto sobre algunos de los viñedos más famosos de España. El hotel cuenta con 34 habitaciones y 5 suites junior, pero ya se ha quedado pequeño para la demanda y está en marcha una ampliación, con mimo para que los visitantes no sufran ningún inconveniente por la obra. Y el horizonte del imperio Arzuaga no termina en la Ribera. Hace ya tiempo que, atraídos por la calidad de sus aceites, consiguieron 150 has., 7.500 olivos, sobre todo de la variedad Cornicabra, en la provincia de Toledo, en Noez. Elaboran allí, en una almazara propia, pulcra, técnica y artesanal de donde sale el Aceite Extra Virgen Arzuaga, de la D.O. Montes de Toledo. Pero su inquietud no ha parado ahí sino que, paseando el entorno, descubrieron en Malagón terreno idóneo para la vid. Y así nació Pago Florentino, en una tierra mirando al sur que, con justicia, se llama finca La Solana, con un suelo pedregoso, de granito y arcillas, que otorga ese inconfundible recuerdo mineral al vino, presente incluso tras la potencia de la uva y la sutileza de la crianza en barrica. Pago Florentino es un vino moderno, de capa impenetrable, frutal, explosivo, con taninos sobremaduros y nobles, cuerpo musculoso, pero aterciopelado en la boca y elegante en la memoria. Y no será la última sorpresa. Bodegas Arzuaga navarro Ctra. N 122 Aranda-Valladolid km. 325 47350 Quintanilla de Onésimo (Valladolid) Tel.983 687 004. Fax. 983 687 099 www.arzuaganavarro.com