• Redacción
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• 1997-02-01 00:00:00

Sus vinos son un ejemplo de permanente renovación en una bodega centenaria

Hablar de Codorníu es decir cava. Fue José Raventós, heredero de una tradición vitivinícola que se remonta al S. XVI, quien introdujo en nuestro país el método “champenoise” para la elaboración de vinos espumosos naturales, aportando una industria nueva a la región catalana del Penedés. Pionero en el arte del cava, su impulso renovador y progresista se convirtió en la piedra angular de una empresa que tiene por orgullo estar siempre en vanguardia de un sector vitivinícola donde impera la tradición. Desde hace 125 años, generación tras generación, la familia Raventós, con más de 300 miembros ligados de una u otra forma a Codorníu, preside los destinos de la bodega, en una continuidad que es garantía de calidad, rigor y honestidad, los tres principios básicos de esta empresa familiar.
En efecto, en 1872 aparece la primera botella de vino espumoso español elaborado por el método de los prestigiosos champagnes, a la que se llama “Non Plus Ultra”. Ha nacido el cava y con él un nombre emblemático que durante muchos años significará el no va más de la casa. Veinticinco años más tarde, hace ahora cien, Codorníu recibe de S.M. La Reina Regente María Cristina el título de “Proveedor de la Real Casa”. El crecimiento de la empresa familiar exige construir las entonces moder-
nísimas cavas Codorníu -”La Casa Grande” como se la conoce cariñosamente en la región- hoy declaradas Monumento Nacional. Pronto Codorníu se abre al mercado internacional, gracias a la novedosa manera de entender la publicidad, incorporando a su carteles propagandísticos artistas de la talla de Utrillo, Casas, Tubilla o Junyent. Así, arte y buen gusto se unen a la ya reconocida calidad de sus vinos.

Tradición e innovación

La base del prestigio de Codorníu, mantenido a lo largo de sus ciento veinticinco años de historia, estriba en la especial atención que dedica a todas las fases del proceso, desde el cultivo de la viña hasta la elaboración de los vinos por el “Método Tradicional”. Las uvas reciben una esmerada atención desde la vendimia hasta la entrada en la bodega, con un perfecto equilibrio entre acidez y azúcar, y óptimo estado sanitario. De esta forma, las variedades autóctonas que participan en los cavas de Codorníu: Macabeo, Parellada y Xarel-lo, así como la Chardonnay, se encuentran en su punto de maduración. A partir de esta materia prima seleccionada se obtiene, por separado, un mosto “flor” de altísima calidad que dará origen a vinos tranquilos extraordinariamente aromáticos. La segunda fermentación en botella se realiza pausadamente, gracias a las condiciones excepcionales de sus cavas subterráneas -las mayores del mundo-, en un clima estable y perfectamente protegidas. Y aquí, donde la tradición impera, Codorníu inventó, hace ya 30 años, un procedimiento revolucionario de “removido” que evita el tedioso trabajo manual, posibilitando mover a la vez 504 botellas. Este procedimiento ha sido incorporado prácticamente por todas la bodegas de espumosos naturales del mundo.

Para todo los gustos

El resultado son unos cavas primorosamente elaborados según el “Método Tradicional”, con distintos coupages y crianzas, lo que le permite abarcar toda la demanda del mercado, hechos todos con vocación de magisterio, como corresponde a una casa pionera.
La obra cumbre es el “Jaume Codorníu 1551”, elaborado con un 70% de Chardonnay, que le aporta aromas afrutados y asegura la permanencia de sabor en el paladar, y un 30% de Parellada, que acentúa su fragancia. El brut “Gran Codorníu”, después de envejecer cinco años en el silencio de las cavas, sale a la luz complejo de sabores y notas aromáticas.
La solidez y experiencia de la casa, se han conjugado para alumbrar su último producto, el “Cuveé Raventós”, un soberbio ejemplo de maridaje entre las uvas tradicionales y el l mejor Chardonnay.
Completan la oferta el prestigioso “Anna de Codorníu”, o el “Non Plus Ultra”, todo un clásico, que se ofrece en sus versiones Brut y Reserva espacial.
En la gama más popular, con una excelente relación calidad precio, destacan el “Extra Codorníu”, el “Rosé Codorníu”, el “Gran Crémant”, y el pequeño de la casa: el “Benjamín”, botella para brindar entre dos. A todos ellos se ha unido un cava ligero y sabroso, de aires frescos y vitalistas, el “Mediterránea”, un ejemplo de permanente juventud en una bodega centenaria que tiene a gala estar siempre en vanguardia.