- Redacción
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- 1997-07-01 00:00:00
Modélicos en su categoría, los vinos de Juvé&Camps tienen unas características comunes que les dan cierto aire de familia y que constituyen el distintivo de la casa: cuerpo, elegancia, profundidad y una perfecta armonía
En Penedés, tierra privilegiada para el cultivo de la viña, los Juvé llevan siglos dedicados a la viticultura. El amor a la cepa, el trabajo constante para que la uva sea siempre de la máxima calidad, la investigación continua para extraer a la materia prima todo su potencial y armonía, ha sido desde siempre el objetivo supremo de los Juvé.
En 1796, Joan Juvé Mir, un viticultor audaz y emprendedor, de ideas avanzadas, pone los cimientos de la futura empresa. Se inicia así una gesta que continúa con su hijo Antonio Juvé Escaiola, al que toca, entre otros desafíos, afrontar con decisión los efectos del terrible azote de la filoxera. Hombre respetado y estimado por sus conciudadanos, su prestigio impulsa a su hijo, Joan Juvé Baqués, a fundar la primera bodega de la familia. Casado con Teresa Camps Ferré, una mujer excepcional y colaboradora entusiasta, lanza en 1921 su primer cava con la marca “Juvé”, elaborado en las instalaciones subterráneas de la casa “pairal”, en San Sadurní d’Anoia. A principios de los años cuarenta, los dos hijos varones, Josep y Joan, se incorporan a la dirección de la bodega, a la que imprimen un nuevo impulso que se concreta en la construcción de una nueva bodega.
A finales de los sesenta, los nietos de los fundadores aportan savia nueva a la empresa, que ya ha adquirido una sólida reputación en el mercado del cava. Años después se acomete una profunda reforma, con la ampliación de las cavas subterráneas para la elaboración y crianza de los espumosos, así como la incorporación de adelantos técnicos que la convierten en pionera en aspectos tan importantes como el control de la temperatura o las prensas neumáticas. Se consigue así el marco idóneo para la elaboración de cavas de la más alta calidad.
Su desarrollo durante tres generaciones culmina con la creación de una soberbia bodega de elaboración y crianza de vinos tranquilos, en pleno viñedo de Espiells. Construida por el arquitecto de la familia, Jusep Juvé Raventós, es una de las más modernas del país.
Amor a la materia prima
Desde sus inicios, la casa Juvé&Camps basa toda su actividad en la elaboración exclusivamente de la uva obtenida en sus propias viñas, lo que ha impulsado la adquisición de viñedos. Todos los recursos económicos se dedican a esta política de expansión, mejora y cuidado de las viñas, emplazadas siempre en los mejores pagos, allí donde cada variedad alcanza un mayor equilibrio y desarrolla plenamente sus cualidades. Enamorados de la tierra y convencidos firmemente de que sólo se puede obtener vino de calidad de viñas bien cuidadas, en Juvé&Camps siempre han apostado por una viticultura de calidad, basada en bajos rendimientos por hectárea, pero con un fruto de extraordinaria bondad, conseguido mediante técnicas de cultivo ecológico que respetan y protegen el entorno natural, reforzando la acción positiva de la tierra, el clima y la luz mediterránea que baña sus cepas.
Elaboración artesanal
Desde sus inicios, Juvé& Camps se ha basado en los sistemas artesanales de elaboración del cava, según estricto método champénoise. Su obsesión por la máxima calidad se refleja en todo el proceso de elaboración, comenzando por la vendimia, realizada a mano, para que llegue a la bodega de elaboración la uva entera, sana, escogida, de los mejores viñedos de la familia.
Fieles a las tradiciones que han dado la mejor fama a la región, la casa no ha dudado en utilizar medios y técnicas modernas en aquellas fases de la elaboración en que eran necesarias, respetando siempre el trabajo y vigilancia de probados especialistas artesanos.
En Juvé&Camps pasado y presente conviven y se complementan, con la vista puesta en el futuro. Así, en la modernísima bodega de elaboración en Espiells se obtienen los vinos tranquilos para el cava, y se elaboran el blanco joven “Ermita d’Espiells” y el blanco crianza de Chardonnay “La Miranda d’Espiells”, así como el nuevo tinto de Cabernet sauvignon “Casa Vella D’Espiells” criado en barricas del mejor roble francés y americano. Y en las umbrías y silenciosas galerías de Sant Sadurní d’Anoia, se elaboran dos cavas “millesimé” de lujo: Gran Juvé y Reserva de la Familia, un claro ejemplo del grado de perfección que caracteriza los productos de la casa.