- Redacción
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- 2015-03-31 16:09:39
La situación es un privilegio, con su imagen de navío poderoso parece surcar de orilla a orilla la frontera entre la Rioja Alta y la Alavesa. Más aún hoy, cuando, por sorpresa en esta época, las lomas se han cubierto de nieve, ese manto blanco, esa reserva de agua en la que los viticultores cifran la esperanza de buen verano y generosa vendimia y cuando Jairo Fernández, el enólogo, sueña con la cosecha de este año.
Los viticultores que nutren la bodega suman 250, que reúnen 1.300 hectáreas de selecto viñedo riojano, la mayoría Tempranillo pero también Garnachas viejas y blanca Viura, las variedades de uva con las que elaborar anualmente hasta siete millones de litros de vino, entre la estrella, Arnegui, y marcas dedicadas exclusivamente a hostelería o al público, como Castillo de Albai, Marqués y Heredad de Altillo o El Círculo, en blancos, tintos y rosados.
La variedad aquí, en Pagos del Rey Rioja, se basa precisamente en la distribución y la edad del viñedo, que permite seleccionar variedades y procedencias idóneas para cada elaboración, combinarlas en coupages que redondeen sus mejores características y elegir para cada una de ellas el tiempo conveniente, la juventud o la guarda en barrica.
Una nave en otra nave
Para esos vinos de crianza, más o menos prolongada, la nave de barricas es impresionante. Apiladas en perfecto orden hay más de 20.000, entre roble americano y francés, fabricadas en el vecindario, en las mejores tonelerías artesanales de Rioja.
Un contraste, una isla de paz y naturaleza con su zócalo de madera de abeto, que contrasta con la rabiosa vanguardia tecnológica que colma la sala de elaboración. El ultillaje de elaboración es pura vanguardia, por supuesto los 110 depósitos de temperatura controlada y de volúmenes variados que alcanzan cifras tan monumentales como 260.000 litros, el control centralizado y tecnología de vanguardia como la medida de parámetros electrolíticos para definir la calidad de la materia prima y el tratamiento exacto que precisa para fermentar adecuadamente.
Bodegas de familia, familia de bodegas
El proyecto Pagos del Rey, del grupo Félix Solís avantis, nace de una bodega en Valdepeñas, fundada en 1952, obra del padre de la actual generación y, aún hoy, mantiene una estructura empresarial totalmente familiar a cargo de los hermanos Félix, Pedro, Juan Antonio y Manuel Solís Yáñez. La multiplicación de la firma se ha desarrollado paralelamente en dos poderosas líneas: la comercial, que alcanza a más de 110 países, con sus propias distribuidoras en más de media docena de puntos estratégicos (Estados Unidos, China, México, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia y República Checa); y la propiamente vitivinícola, la elaboración de vinos diversos, que ha ido extendiéndose con magníficas bodegas hasta estar presente en seis de las principales regiones productoras de vino de España, con Pagos del Rey en Ribera del Duero, Rioja, Rueda y Toro, donde además desde el año pasado podemos visitar en una de las naves de elaboración de la antigua bodega su espectacular y didáctico museo del vino.
Lo más sorprendente es que ese mapa tan extenso y las apabullantes cifras actuales de producción o exportación se siguen sustentando en motivaciones cargadas de personalidad, vida, emoción, sentimiento y, sobre todo, en el trabajo de una familia: Félix es el alma de la bodega, inquieto y activo, impulsor del estratosférico desarrollo desde sus orígenes. Pero es su hermano Juan Antonio quien se encarga de dar imagen a las bodegas. Aquí en Rioja el edificio acristalado resulta ligero, y confortables las salas de administración y el dotado laboratorio asomado al vecino río Ebro y a los montes que protegen Rioja. En el interior ha jugado con la funcionalidad de inmensas naves diáfanas, de techos sustentados y afirmados por una ligera tela de araña de tubos y tuberías que lo mismo conducen el oxígeno (microoxigenación) hasta los depósitos de elaboración, o refrescan y mantienen la humedad de la sala de guarda. Y todo ello vestido con colores deslumbrantes, con alegres y atrevidos contrastes de verdes y violetas y naranjas y azulados y con los pasillos salpicados de notables obras de arte contemporáneo.
Ahora, cuando el campo aún no ha despertado del invierno y no hay agobios de vendimia o presiones comerciales en la bodega, es tiempo de trasiegos. Pero eso no perturba el orden, la quietud, la pulcritud, o ese silencio mágico que solo se rompe con tintineo de vidrio en la nave de embotellado, con capacidad para 13.000 botellas por hora en dos líneas de embotellado. Aquí en la bodega y en la marca todo es grande, pero eso no impide, sino más bien impulsa, la filosofía de que cada zona, cada bodega y cada elaboración tengan personalidad propia. En Rioja, un recorrido por el equilibrio, la elegancia y la personalidad varietal en forma de frutos rojos con un buen punto de maduración que consigue Jairo Fernández de la Tempranillo de viñas viejas en los Arnegui Crianza y Reserva da fe de ello.
PAGOS DEL REY RIOJA
Ctra. Nacional 232 Km. 422,7
26360 Fuenmayor (La Rioja)
www.pagosdelrey.com