- Redacción
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- 2016-04-05 14:38:25
La finca tiene una estructura sólida, completa, que no es frecuente en la zona. Reúne bodega y viñedo, en construcciones tradicionales de la zona. Una herencia medieval asentada entre suelo y cielo que se conjuga para ofrecer a la uva y al vino características inconfundibles, la esencia de la tierra.
Bodegas Viña Mayor, fundada en los albores de la propia D.O Ribera del Duero, da la bienvenida a una nueva era de la mano de un ilusionante proyecto enfocado hacia la singularidad y la búsqueda de la más alta calidad en sus vinos. Habiendo elaborado durante 30 años blancos y tintos de acusada personalidad, esta marca establecida y con gran notoriedad en el mercado nos presenta hoy sus nuevas creaciones de Rueda elaboradas en la histórica Finca Caserío de Dueñas, situada en el término municipal de Villaverde de Medina, en el corazón de la D.O. Rueda, una región privilegiada por la naturaleza de sus tierras y la peculiaridad de su clima, que han hecho de ella una de las zonas productoras de vino blanco de mayor calidad y reconocimiento internacional de España. Caserío de Dueñas es una lectura diferente de la tierra en una finca verdaderamente singular en la zona, al aunar la tarea del viñedo y el buen hacer de bodega.
El caserío, finca ejemplar
Sus vinos se elaboran, como no podía ser menos, como una exaltación a la uva Verdejo local y son la más fuerte expresión de un saber hacer contemporáneo que persigue la frescura, la complejidad en boca y el equilibrio.
En principio fue la tierra. El Caserío de Dueñas es una rara avis en la zona, ya que aúna viñedo y bodega. Es una histórica bodega rodeada de centenares de viñedos que dan fe del ancestral vínculo entre viña y elaboración. Fue fundado con anterioridad a 1600 y, en sus orígenes, no se trataba de una finca, sino de una pequeña población con más de 60 vecinos. En 1800, tras la Desamortización de Godoy, se convirtió en una finca agrícola. Y aquellos llanos y cerros de antaño comenzaron a albergar, en 300 hectáreas de viñedo cultivable, las vides originarias de sus vinos. La herencia que ha llegado a la actualidad y que han restaurado con mimo se compone de edificios emblemáticos: una casona, una ermita con una bodega subterránea y un recio campanario. Caserío de Dueñas es bodega y viñedo. Es el testimonio vivo de una forma única de hacer vino. Su singularidad descansa en la calidad del fruto cultivado y de los viñedos elegidos para este noble fin.
La tradicion renovada
Los vinos de Caserío de Dueñas son el resultado de combinar los frutos de la finca propia con viñedos seleccionados de otras zonas emblemáticas y muy representativas del carácter de los vinos de Rueda. Y esa estudiada fusión o ensamblaje de pagos les sirve para aportar a sus vinos un estilo plenamente contemporáneo. De esta manera elaboran vinos perfumados, profundamente varietales, con el toque distintivo, inconfundible, que aporta la esencia de los viñedos de Caserío de Dueñas.
¿De dónde procede esta distinción? De la tierra. La heterogeneidad de los suelos -arenosos, arcillosos, calizos- y la variada topografía con cambios de orientación e inclinación suponen una diversidad microclimática que sólo se da en esta zona. La habilidad, el conocimiento y la experiencia de los enólogos y los expertos encargados del campo ha consistido en situar cada varietal en el tipo de suelo más idóneo. Así, la impronta de sus vinos está marcada por la mano experta de su enóloga, Almudena Alberca. Gracias a su saber hacer ha podido aprovechar al máximo las condiciones ideales para el cultivo de la vid que ofrece la finca. Y la conducción del viñedo, en espaldera, hace que la orientación de las hileras de cepas sea Norte-Sur para favorecer la insolación de los racimos durante la época de maduración.
Después de la tierra, el cielo hace el resto. Su clima continental, que mece las vides entre 700 y 800 metros de altitud, las propiedades de unos suelos cascajosos, fuertes y llenos de vida, con una textura arenosa-limosa, y las avaras lluvias originan unas condiciones ideales para el cultivo de la vid. Esto, unido a la gran diferencia de temperatura entre el día y la noche de la zona, favorece una maduración lenta y completa de la uva.
La vendimia, a punto
Ese punto de madurez es muy importante y marca el momento de recolección. Se escoge una vendimia fresca, muy a primera hora de la mañana, para crear un vino joven, potente, respetando las características de los verdejos -afrutados, notas tropicales, mucha acidez- pero con un toque distintivo. Esta finca ubicada en un entorno único nos regala dos vinos: Caserío de Dueñas Verdejo Superior, delicado y complejo en nariz y largo y expresivo en boca: un verdejo con personalidad ideal para cualquier ocasión. Y Caserío de Dueñas Fermentado en Barrica, con uva seleccionada de suelos especiales, cascajosos, que tras la fermentación reposa en roble francés 8 meses con sus lías, lo que le da complejidad y profundidad, tanto de aromas como de gusto. Con cuerpo, volumen y textura, perfecto para acompañar una comida sabrosa.
Rueda no es Rueda, son muchos Rueda. He aquí la prueba.
Caserío de Dueñas
Ctra. CL 602 Km. 50,2
47465 Villaverde de Medina (Valladolid)
Tel. 915 006 000