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Bodegas Riojanas. La voz de la experiencia

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  • Redacción
  • 2016-12-05 12:29:47

La cuarta generación de la saga Artacho Frías rige esta bodega histórica. Santiago Frías, profesional de impecable formación empresarial, sucedió a su padre, Felipe, hace siete años en la dirección de Bodegas Riojanas. Igual que conviven el acero y la madera de los tinos de elaboración, la firma, que cotiza en bolsa, combina la vanguardia con la vocación inmemorial. Como sus vinos emblemáticos, Viña Albina y Monte Real.

El año pasado, la casa cumplió 125 años desde su nacimiento, y Luis Zapatero, actual presidente de Bodegas Riojanas, lo celebraba anunciando un crecimiento del 12% en valor con respecto al ejercicio anterior, así como la sustancial mejora de las ventas en todas las denominaciones en las que está presente, lo que permitía al grupo aumentar los beneficios casi en un 60% también con respecto al año anterior.

 

El movimiento perpetuo
Pero lo importante no son las cifras, superadas con la multiplicación de sus sedes: las actuales bodegas de la firma en Rueda (Viore), en Toro (Torreduero) y en las Rías Baixas gallegas (Veiga Naum), que se han añadido a las riojanas de Cenicero y San Vicente de la Sonsierra. Lo realmente importante es el hecho de haber celebrado ya 126 cumpleaños, algo que no se puede improvisar, algo que les permite lucir su sonoro e inconfundible nombre, gracias a haber nacido antes que el Consejo Regulador de la zona.

Por supuesto, destaca el resultado de éxitos y vocación empresarial que se vienen sucediendo hasta hoy... y hasta mañana, pero lo hermoso es que esa memoria está engarzada y se exhibe en forma de una colección emocionante y bellísima. En la última reforma se ha incluido en la planta inferior una sala de sensaciones, descubrimiento de aromas y, sobre todo, anuario de añadas, donde el tiempo y los acontecimientos -los íntimos y los de trascendencia mundial- se reflejan en la muestra de las 125 botellas auténticas que la bodega ha elaborado vendimia tras vendimia, desde 1890 hasta ahora, 2015, y ya gestándose el 2016.

 

El tiempo entre vendimias
Lo cierto es que la larga memoria de su pasado es aún anterior. Está tallada en piedra en el portón de la entrada de la bodega de Cenicero, donde se trasladó desde la primera viña en la casa familiar, y recuerda la fecha de 1799. El presente, sin embargo, se gesta a principios del siglo XX con el capital que Román Artacho amasó en Argentina e invirtió en convertir la bodeguita familiar en una empresa moderna y sólida. Tanto que, de forma tan simbólica como real, 200 de los 310 depósitos son aún los de cemento de aquellos tiempos que se han conservado con muy buen criterio, ya que vuelven a estar entre los favoritos de la enología actual. Como también son originales las levaduras de fermentación. El equipo enológico, donde Emilio Sojo ha sustituido al sempiterno Felipe Nalda, conserva inmutables sus principios, como la selección de levaduras autóctonas. No se trata de un capricho sino de una lógica indiscutible. Rioja se basa en una uva, la Tempranillo. Si además fermenta con las mismas levaduras comerciales, el resultado es muy homogéneo. La forma de acuñar y preservar la personalidad de una marca son los terruños diferenciados y las levaduras propias, las que genera la propia viña.

 

Dos vinos, mil vinos
Así nacen las dos marcas puntales de la casa, Viña Albina y Monte Real. Proceden de sus 300 hectáreas de viña en Cenicero, San Vicente de la Sonsierra y localidades vecinas. La mayoría, Tempranillo, pero además Bodegas Riojanas posee una de las mayores extensiones dedicadas a Mazuelo y Graciano, que contribuyen a dar complejidad a sus elaboraciones. Y es en la tierra donde está la diferencia: Monte Real es 100% Tempranillo y se elabora únicamente con las mejores uvas de pequeñas parcelas de bajo rendimiento, las mejores de los viñedos de Cenicero en el corazón de Rioja Alta, mientras que Viña Albina se elabora con uvas de las variedades tradicionales de Rioja -Tempranillo mayoritariamente, complementado con Mazuelo y Graciano-, procedentes de una selección de parcelas situadas entre Cenicero y San Vicente de la Sonsierra. Es un privilegio recorrer el viñedo con Pablo Orio, el responsable de campo y de I+D. Es sobre todo un descubrimiento de los detalles, la composición del suelo, la dirección de los vientos dominantes, la importancia de la altitud, los vendimiadores a mano, y ya en bodega las nuevas tolvas de recepción o las 35.000 barricas de roble americano elegidas con mimo en sus proveedores de siempre, la tonelería local de Cenicero, Gangutia.

Viña Albina conserva su vocación familiar -“en familia desde 1890”- y, así, sigue siendo uno de los clásicos de Rioja preferidos por los consumidores y el eje de tantas celebraciones aquí, en el vecino País Vasco y en buena parte de la geografía española. Mientras, Monte Real, su vino premium -100% Tempranillo, 100% riojano- es el sabor, la plenitud de gusto gourmand. De ahí que 80% de su enorme producción no salga de nuestras fronteras. Para comprobarlo se impone una visita enoturística a este mágico espacio donde el tiempo y el vino conforman una amalgama sabia, cuidadosa y deliciosa. La degustación de novedades en la tienda a pie de calle es la prueba final.

 


Bodegas Riojanas
Avda. Dr. Ricardo Ruiz Azcárraga, 1
26350 Cenicero (La Rioja)
Tel. 941 454 050
www.bodegasriojanas.com
Twitter: @bodegasriojanas
www.facebook.com/BodegasRiojanas

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