- Redacción
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- 2018-04-05 13:54:33
Mucho antes de llegar, Tomelloso se anuncia en sus horizontes infinitos repletos de viñas: viejas retorcidas como brujas de cuento; jóvenes púdicamente envueltas en tubos de colores para preservar su virginidad de la voracidad de los conejos o el viento; históricas en vaso y modernas en espaldera que marcan el contorno rectilíneo de la llanura.
E sta comarca del corazón de Castilla-La Mancha alberga el mayor viñedo del mundo. Claro, trasparente, todo a la luz bajo cielos limpios. Ya en el pueblo, en los tejidos industriales, las naves tras sus monótonos cartelones tampoco invitan a la fantasía. Pero hay secretos: tras un sencillo murete blanco y bajo los sobrios rótulos de Altosa y Verum, revive la memoria de una de las familias vinateras más remotas de la villa. Un antepasado, allá por 1788, fundó la primera bodega e instaló el primer aparato de destilación.
Juan Antonio López Ramírez, padre de la actual generación, fundó Altosa. Viajero incansable por necesidad profesional más que por vocación, curioso y emprendedor, fue conociendo las novedades que agitaban el mundo del vino en otras regiones y experimentándolas aquí: las primeras plantaciones en espaldera o los primeros viñedos de variedades como Gewürztraminer. Innovador y visionario, dejó un gran legado para que la generación actual –Belén, Juan Antonio, Pedro José y Elías– abanderen uno de los proyectos vitivinícolas más apasionantes de Castilla-La Mancha.
Cada hermano asume su función, dejando la elaboración al más joven, Elías, quien tras su formación realizó prácticas en la Ribera del Duero y Sudáfrica, donde se convenció de que había venido al mundo para asumir el reto elaborar grandes vinos en los viñedos familiares, todos certificados en ecológico.
Incluso antes de la fundación, el primer paso fue elegir los viñedos: una selección de 45 hectáreas con variedades como Merlot (una debilidad de Elías), Cabernet Sauvignon, Cencibel (Tempranillo), Airén, Gewürztraminer, Cabernet Franc, Sauvignon Blanc y Chardonnay, esta para el primer espumoso 100% de esta variedad en la mitad sur de España. En el momento de comenzar el proyecto, planificaron el futuro lejano, incluyendo otras 35 hectáreas de la finca El Romeral en la que plantaron variedades autóctonas recuperadas como Tinto Velasco, Albillo Real, Albillo Mayor, Moravia Agria, Malvar… y otras introducidas como Mazuelo, Graciano y Malvasía.
Inicialmente se instalaron depósitos troncocónicos en una de las naves. El crecimiento se está llevando a cabo en depósitos de 5.000 litros que permiten diferentes elaboraciones para cada una de las uvas y así marcar un carácter único con el sello de su autor, Elías.
No hay prensa ni tolva de recepción, toda la uva entra en cajas de 15 kilos y tras pasar por mesa de selección de racimos y granos va directamente a depósito o barrica. La tinta para largas maceraciones y fermentación, las blancas para maceraciones prefermentativas y, tras sangrado, fermentación y crianza con lías previa al embotellado. El mejor aliado de Elías es el tiempo, el que da al vino para que salga al mercado en su momento óptimo de consumo. Todo esto para elaborar una producción que no supera las 300.000 botellas.
Para la crianza han horadado una impresionante cueva, al estilo tradicional de Tomelloso, pero con altos pasillos a lo largo de 8.500 metros cuadrados, tapizados con antiguas barricas y fudres en los que envejecen las preciadas holandas, base del brandy, y por supuesto los vinos de la bodega. En un rincón, preservadas tras las rejas, en la llamada sacristía, duerme aún sin fecha de salida la joya líquida de la casa: barricas de holandas destiladas en 1912 que permanecen en crianza estática desde entonces. Y a propósito de barricas, la bodega sorprende con la patente de unas totalmente revolucionarias: cúbicas. Defienden que tienen ventajas innegables, más allá de la logística del transporte y el apilado a siete alturas que aun así permite llenar, catar y trasegar más fácilmente. ¡Cosas veredes, Sancho, en esta comarca de La Mancha! Incluso una bodega con orquesta propia: la Orquesta Sinfónica Verum, presidida por otro de los hermanos, Juan Antonio, que ha actuado en los mejores escenarios e incluso el pasado febrero fue dirigida por el mismísimo Plácido Domingo.
Verum by Verum
El azar también juega, sobre todo cuando se vive con los ojos bien abiertos. El caso es que el nombre de Verum para vinos se registró simultáneamente aquí y en la otra punta del mundo, en la Patagonia. Y en este pequeño mundo global, ambas bodegas han coincidido en distintos mercados, lo que llegó a generar confusión. Lejos de enfrentarse, buscaron la forma de colaborar, y fruto de ello es el proyecto Verum by Verum, del que ya es realidad el primer vino elaborado por Elías en la región más austral del planeta: María Victoria de Verum. Entre otras casualidades, llama la atención la ubicación de ambos territorios, ubicados en el paralelo 39 norte (Tomelloso) y sur (Alto Valle del Río Negro). Lo próximo en llegar es Ulterior, los primeros vinos elaborados con las variedades autóctonas recuperadas de la finca El Romeral. Poco podemos contar aún, pero muestra un futuro apasionante para descubrir la verdad del vino: Verum.
Bodegas Verum
Carretera N-310, Km. 228
13700 Tomelloso (Ciudad Real)
Tel. 926 511 404
Twitter: @verumbodegas
Facebook: @verumbodegas
Instagram: @verumbodegas
