- Ana Lorente
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- 2019-10-30 00:00:00
Sólida, viva y hermosa ya desde antes de que naciera la Denominación de Origen Calificada Rioja, Bodega Rioja Vega ha cumplido 137 vendimias que se traducen en virtuosa experiencia.
Setenta hectáreas de Tempranillo, Garnacha y Graciano sustentan hoy esta bodega centenaria. Se extienden sobre suelos pobres en materia orgánica, de cantos rodados, restos de aluvión y grava; y debajo, la roca agrietada que obliga a las raíces a hurgar en busca de su alimento hasta sorber recuerdos minerales. Junto a las peculiares características del suelo y de las técnicas más avanzadas de viticultura –gestión del estrés hídrico a diferentes profundidades, estaciones meteorológicas, control fitosanitario sostenible y de la cubierta vegetal–, el clima también colabora en la perfección de las uvas con inviernos no muy fríos, veranos suaves y vientos que garantizan sanidad. Y en verano, mientras la uva madura, las diferencias de temperatura entre noche y día favorecen el aumento de polifenoles, que es uno de los factores que favorecen la calidad de un vino. Ya en la bodega, esa uva, el mosto y el vino se miman con las técnicas más avanzadas: tolvas de descarga independientes, depósitos de variados tamaños, e incluso una tonelería propia que les permite elegir a conciencia los más adecuados robles franceses o americanos para la guarda de cada elaboración.
Entre los pioneros
Rioja Vega, fundada en 1882, es una de las pocas bodegas cuya tradición vinícola se remonta a los albores de la cultura del vino en esta privilegiada zona geográfica y por eso, porque nació antes que la Denominación de Origen, puede permitirse conservar ese nombre.
En aquellos años, un pionero como fue Felipe Ugalde supo aprovechar los conocimientos de los bodegueros franceses, maestros de la enología, que llegaron a Rioja para buscar salida a la ruina de sus viñas producida por el feroz ataque de la filoxera. Esa sabiduría supo adaptarla a este territorio, a sus viñas y a la viticultura tradicional, y trasmitirla a sus herederos. A su vez, ellos, que celebraron el 130º aniversario de la bodega con la elaboración de un vino excepcional, han perpetuado esa actitud, de modo que la bodega ha ganado en ciencia, investigación, sabiduría y experiencia, adaptándose constantemente a los avances tecnológicos.
Todo detrás de unos sólidos muros de piedra de estilo neoclásico que convierten el edificio en un château que es el vigilante de la viña que lo abraza y el reposo subterráneo del sueño de sus vinos, variados y sorprendentes.
Una gama clásica conformada por un Crianza, un Reserva y un Gran Reserva que llevan cosechando éxitos desde su creación, complementada por caprichos más creativos, modernos, originales, como el Tempranillo Blanco Reserva, el Rioja Vega GyG (un atrevido coupage de Garnacha y Graciano), el 9 Barricas (que como su propio nombre define es una edición muy limitada y de máxima calidad) o la Colección Tempranillo (una trilogía de blanco, rosado y tinto), que son prueba palpable de la variedad que sus viñas ofrecen y que aún se completa más con la producción de algunos viticultores seleccionados del entorno.
El vino que viene
Con un sentido social que impera desde su fundación, la filosofía es elaborar un producto lo más natural posible, en beneficio de los consumidores actuales y de las generaciones futuras. Por eso llevan el sello Apto para veganos en sus etiquetas. Y por eso la tierra es la que manda, como en el que procede del Barranco Salado, en Imaz, o el recién llegado Rioja Vega Venta Jalón Reserva, de producción limitada de dos únicos viñedos, algo muy inusual en los Reservas de Rioja, con un coupage con un 75% de uvas Graciano que nacen precisamente en el viñedo Venta Jalón, que toma el nombre del término situado justo debajo de la bodega. La elección y la preferencia por la Graciano se ha hecho buscando la frescura y la excelente acidez que aporta, que es un seguro de larga vida para el Reserva y a la vez un toque de modernidad, de acercarse a los gustos más actuales. El pasado marca el futuro.
Bodega Rioja Vega
Ctra. Logroño-Mendavia, Km 92
31230 Viana (Navarra)
948 646 263