• Antonio Candelas
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• 2022-06-29 00:00:00

En Serrada (Valladolid), cerca de Rueda, se encuentra una bodega histórica que tuvo la bendita corazonada de proteger una forma única de hacer vino en la comarca. Hoy, trabajan para aumentar el valor de la zona en todos los frentes posibles.   

B odegas De Alberto es el mejor ejemplo de proyecto vitícola familiar en el que las generaciones que van tomando el relevo (y ya son cinco) no reciben tanto una herencia como un préstamo con el que deben trabajar desde el compromiso y la generosidad para asegurar su futuro, pero también el del municipio en el que se asienta la bodega, Serrada. Con la extraordinaria fuerza y valor que esta reflexión esconde, más bien se podría blindar ese futuro por los siglos de los siglos.
La historia comienza en este pueblo de apenas 1.200 habitantes hace 80 años cuando Alberto Gutiérrez adquiere la antigua casa de labranza fundada por la Orden religiosa de los Dominicos en el siglo XVII con una bodega subterránea que bien merece una visita. Descender los 20 metros de profundidad para recorrer el kilómetro y medio de entrecruzadas bóvedas –excavadas en roca de peña con precisión milimétrica y reforzadas con ladrillo mudéjar– es adentrarse en una época gloriosa del vino. Una cápsula del tiempo en la que se realiza un viaje de ida y vuelta, del pasado más enriquecedor a un futuro rebosante de esperanza. De los vinos de reyes, dorados y pálidos, que la familia supo proteger y sobreponerse a los momentos más difíciles en los que nadie apostaba por ellos, ni siquiera el propio Consejo Regulador, a la segunda revolución del Verdejo. Si durante la primera se posicionó esta uva como la clave de vino fresco y joven en los ochenta del siglo pasado, ahora el movimiento se centra en poner el foco en la viña más cualitativa de la zona y elevar su valor.

Pacto con el territorio
Hoy, es muy fácil enamorarse de la complejidad y fascinante forma de elaborar un pálido o un dorado. Su recuperación esta siendo lenta, pero sin embargo robusta porque genera interés en todos los ámbitos y eso crea una corriente a favor muy beneficiosa. Unas décadas atrás, cuando el consumo de estos vinos era prácticamente testimonial y sobre la mesa había otro modelo de crecimiento para la zona basado en el vino joven de Verdejo, no era sencillo mantener esta postura. Abandonar aquella inmensidad verde de damajuanas parecía lo más fácil, pero en De Alberto no quisieron renunciar a lo que la Historia les había confiado y fueron los únicos que preservaron damajuanas y soleras para continuar, a pesar de todo, con su producción. Hubiera sido una suerte de traición a la tierra en la que tantas generaciones habían desarrollado su vida. Una lealtad inquebrantable que ha servido con el tiempo para rescatar del ostracismo un pedazo de la historia de nuestro vino.

Viña con honores
La idiosincrasia de estos vinos históricos, limitada y exclusiva, no permite hablar de todo el potencial que este territorio de blancos ofrece. El presente, y sobre todo el futuro de la D.O.P. Rueda, pasa por centrar los esfuerzos en dar a conocer y revalorizar la calidad de los viñedos mejor trabajados a lo largo de las décadas, en muchos casos viñas muy viejas. Por eso en Bodegas De Alberto se han tomado en serio esta realidad y destinan las mejores uvas de las 720 hectáreas que trabajan para alimentar los vinos de su gama más prestigiosa, aquella que lleva el nombre de la propia firma.
Entre todos, el proyecto más cualitativo es el que vio la luz a principios de año, con el que se vino a celebrar el 80º aniversario de la bodega. De añada 2020, ha sido etiquetado bajo la mención de Gran Vino de Rueda. La uva Verdejo procede de dos pequeñas viñas en vaso de apenas una hectárea y media, ubicadas en Nava del Rey (plantada en 1969) y Medina del Campo (plantada en 1950). Mientras en esta añada toda la elaboración fue en depósitos de acero inoxidable, la próxima (2021) se ha llevado a cabo en tres materiales: acero, huevo de hormigón y fudre de roble. Os podemos asegurar que, aunque el vino aún no está ensamblado, hay muy buenas herramientas con las que crear un vino de elevada reputación. Este es el relato de una familia de héroes silenciosos que siempre creyeron en su tierra y que hoy sueñan con proyectar la historia de la región al resto del mundo a través de sus vinos.

Bodegas De Alberto

Carretera de Valdestillas, 2
47231 Serrada (Valladolid)

Tel. 983 559 107

www.dealberto.com

Twitter: @BdeAlberto

Instagram: @bodegasdealberto

Facebook: @BodegasHijosdeAlbertoGutierrez