- Antonio Candelas
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- 2023-08-30 00:00:00
Aunque sabemos que el vino es verdadero transmisor de valores humanos, también nos enseña a dar prioridad a la reflexión frente al desenfreno, al sosiego frente a la agitación. Y en eso, Legaris se ha convertido en un referente dentro y fuera de la Ribera del Duero.
Al atravesar la puerta de Legaris en Curiel de Duero (Valladolid) entramos en un mundo aparte en el que todo sucede a un ritmo diferente. Las líneas vanguardistas del espacio bodeguero creado en 1999 por el arquitecto Domingo Triay te invitan a echar el freno al bullicio de los incesantes pensamientos que se nos agolpan sin remedio. El entorno está dotado de la capacidad de desactivar cualquier elemento que amenace nuestra tranquilidad, y eso hoy por hoy no tiene precio. Una vez dentro, inmersos en aquella atmósfera tan confortable, nos encontraremos con Jorge Bombín, enólogo de Legaris. Nos lo encontraremos, claro está, si no anda recorriendo algunas de las 121 hectáreas que la bodega tiene en propiedad cultivadas en ecológico repartidas por los diferentes pueblos de la Ribera del Duero. Aunque el conocimiento vitícola y enológico de Jorge es inmenso, su principal talento es haber sabido asociarse con la naturaleza, la única que entiende el valor de hacer las cosas a su debido tiempo. Y es que entender que el tiempo es la principal herramienta para elaborar grandes vinos y que hacer uso de él con pausa es la mejor inversión posible son las claves de Legaris para lograr interpretar bajo los preceptos de la pureza y la honestidad las diferentes expresiones del gran Tinto Fino (Tempranillo) en la Ribera del Duero.
El sosiego por bandera
No existe ni un vino de prestigio que haya sido creado sin tener en cuenta el factor tiempo. Un tiempo que se hace imprescindible para encontrar las viñas más cualitativas de un territorio tan heterogéneo como la Ribera del Duero, para interpretar cada parcela y adjudicarle una vocación concreta que deberá desempeñar en la creación del vino y, sobre todo, para reposar todo el conocimiento volcado en cada botella antes de abandonar el mundo Legaris y conquistar paladares con su calma líquida.
Como no podía ser de otra forma, el proceso creativo comienza en cada pueblo en los que poseen viñedo propio o controlado: desde Pesquera de Duero como pueblo más occidental hasta Alcubilla de Avellaneda (Soria), pasando por Peñafiel, Curiel de Duero, San Martín de Rubiales, Olmedillo de Roa, Gumiel de Mercado, Moradillo de Roa o La Aguilera. En cada lugar, la altitud, el suelo (arcilloso, arenoso o pedregoso), la edad de la viña y el entorno determinan perfiles muy diferentes de vino: estructurados, potentes, florales, delicados, corpulentos, sedosos... Una paleta interminable de matices y texturas con los que trabajar para alcanzar la expresión más auténtica de cada lugar.
La singularidad del origen
Hasta no hace mucho, se entendía la Ribera del Duero como una zona vitícola de homogéneo prestigio. Hoy, gracias a proyectos como los de Vinos de Pueblo de Legaris, el Tinto Fino nos enseña sus diferentes perfiles en función de cada ubicación. Aunque cada año los pueblos pueden variar, en la actual añada 2019 encontramos los vinos de los pueblos de Alcubilla de Avellaneda (Soria), Moradillo de Roa (Burgos) y Gumiel de Mercado (Burgos) como nueva incorporación a esta colección.
Pero la Ribera del Duero históricamente se ha ganado el respeto a lo largo de décadas a través del estilo tradicional de elaboración centrado en el tiempo de crianza (roble, crianza, reserva) así como del ensamblaje de viñas. Y aunque aquí Legaris tiene mucho que decir en cuanto a selección de viñas y conservación de la expresión durante la elaboración, es a través de los vinos Páramos de Legaris y Calmo con los que se expresa el auténtico carácter del clásico páramo de la Ribera a 900 metros de altitud y de la profundidad y complejidad de un conjunto de viñas viejas de varios pueblos afinado durante el tiempo necesario respectivamente.
No se me ocurre mejor manera de disfrutar de los vinos de Legaris que con la misma calma que los alumbra en un ejercicio de alianza con la que extender esa inspiración a nuestra realidad cotidiana, tantas veces abrumada por las sobrevaloradas prisas.
Legaris
Ctra. Peñafiel - Encinas de Esgueva, Km. 2,5
47316 Curiel de Duero (Valladolid)
Tel. 983 878 088
Instagram: @vinoslegaris
Facebook: @15bodegas
