- Antonio Candelas
- •
- 2024-01-31 00:00:00
La historia de Mari Luz Cuevas y Gabriel Pérez es la de un discreto matrimonio de audaces e intuitivos viticultores que, como suele ocurrir en el entorno vitícola de Rioja Oriental, fueron forjando toda su vocación bodeguera en la viña de aquella tierra portentosa.
Naturales de Quel, Gabriel y Mari Luz son la cuarta generación de viñadores que con acierto apostaron hace más de tres décadas por las laderas de Monte Yerga adquiriendo y plantando viña en sus recónditas faldas provistas de una naturaleza soberbia, jugando con las altitudes, orientaciones y parajes. Un lugar primoroso que en los últimos años está creando verdadera fascinación por su gran diversidad, donde el clima mediterráneo empieza a esparcir sus hierbas aromáticas como el romero o el tomillo; los carrascos y pinos piñoneros pueblan los lugares agrestes, y la vid, el almendro, el olivo y frutales completan el bello paisaje.
Aunque lo que realmente hace de Bodegas Ontañón un modelo de éxito vitícola es su estructura familiar. Es impecable, quizá la más loable de las virtudes de este proyecto nacido a mediados de los ochenta. Actualmente, los cuatro hijos de Gabriel y Mari Luz son los que están al frente del desarrollo vitícola, enológico, enoturístico y exportador (hoy están en más de 30 países). Un desarrollo que en los últimos años se ha ido expandiendo más allá de Quel, llegando a asentarse con gran ilusión en la Ribera del Duero y Rueda.
Quel, pueblo inspirador
Ser queleño imprime carácter. Vivir al resguardo de una peña de arenisca jalonada por un castillo y sometida al ímpetu del Cierzo y a la paciente erosión del río Cidacos construye una personalidad aguerrida que ha inspirado a Mari Luz y Gabriel a enriquecer el municipio a través de lo que mejor saben hacer: cuidar y cultivar la viña y hacer vino con un estilo territorial inconfundible.
Así, sus elaboraciones se organizan con dos sensibilidades diferentes sin perder de vista la impronta de Rioja Oriental. Por un lado, los Clásicos: un blanco de Viura refrescante y enérgico; el Clarete de Ontañón, sentido homenaje a la tradición riojana, signo de alegría, concordia y sana despreocupación que ya en el siglo XVIII se elaboraba en el mismísimo barrio de bodegas de Quel. De Tempranillo y Viura, es desenfadado, frutal, atractivo y profundo. La familia sigue con el Crianza de Ontañón: elaborado con Tempranillo y Garnacha, es de hermosa expresión territorial vinculada con el estilo de su estancia en barrica. Por último, el Reserva y el Gran Reserva de Ontañón, creaciones clásicas para las que se seleccionan los viñedos más elevados de Monte Yerga de Tempranillo y Graciano. La frescura y jugosidad del entorno al servicio de la larga crianza.
La emoción de lo insólito
Pero más allá de los Clásicos, siempre bienvenidos y reconocidos, están las ganas de impresionar a través del conocimiento, la innovación y sobre todo del emotivo cariño al origen. Así acaba de nacer la Colección de vinos Insólitos. Cinco vinos que hablan de lugares tan mágicos como el yacimiento celtíbero Contrebia Leucade, considerado el vestigio más antiguo de viticultura riojana, y lo hacen a través de Ontañón Contrebia, un Tempranillo Blanco envolvente, aromático y expresivo. Por otro lado, en el Ontañón Plinio El Viejo se rinde tributo al estudioso romano, padre de los primeros escritos sobre viticultura, con un Tempranillo ecológico apto para veganos con una crianza que ronda los seis meses. El tercero de los vinos Insólitos está dedicado a las viñas de Garnacha más cualitativas de Yerga. Una forma de enseñar al mundo el valor de la viticultura de Quel, centrada en el cultivo de esta variedad. La Garnacha de Ontañón es su nombre y su perfil amable, pero complejo y fresco, lo convierte en paradigma de la zona. Ontañón Natura es un Tempranillo singular por dos motivos: procede de viñas emblemáticas en altura de Monte Yerga y prescinde de los sulfitos en su elaboración. Jugoso, crujiente, genuino. Y para concluir, Ontañón Antología, un crianza cuya mezcla de uvas (Tempranillo, Garnacha, Graciano) lleva el sello de Rioja Oriental. Un vino con raza bien armonizado.
El vino es encuentro, conversación, tradición y cultura, pero lo que lo hace imperecedero es su capacidad de proyectar el conocimiento humanista en tiempos de incertidumbre sirviendo de contrapeso al alma. Y esto, en Bodegas Ontañón, saben cómo hacerlo.
Bodegas Ontañón
Avda. Aragón, 3. 26006 Logroño (La Rioja)
Tel. 941 234 200
Facebook: @bodegasontanon
Instagram: @bodegasontanon