- Redacción
- •
- 2012-12-01 09:00:00
Pioneros por vocación
Su visión innovadora de viticultura, enología y enoturismo se ha convertido en ejemplo a seguir. Sus vinos, personalísimos y exquisitos, son ya reconocidos en todo el mundo.
Castillo de Monjardín está ubicada en la alta Navarra, en Tierra Estella. La herencia de generaciones de viticultores es hoy una magnífica edificación que ocupa casi tanto como la pequeña villa, rodeada de viñedos primorosamente cuidados en 220 hectáreas localizadas en tres zonas climatológicas bien diferenciadas -Villamayor de Monjardín, Olite y Villafranca- que permiten a la bodega trabajar exclusivamente con uvas propias. El clima extremo de Villamayor llena de aroma la Chardonnay, que da blancos excepcionales. Las zonas de Olite y Villafranca, más templadas, resultan idóneas para las uvas tintas de Cabernet Sauvignon, Merlot, Garnacha y Tempranillo.
Puertas abiertas
Sonia Olano y Víctor del Villar, que fundaron la marca en 1988 y abrieron las puertas de la nueva bodega en el 94, diseñaron la distribución del viñedo y el estilo de los vinos con la idea de diferenciarse en calidad y personalidad. Y lo han conseguido con creces Los visitantes, los enoturistas, pueden comprobarlo sin necesidad de solicitar fecha ni hora, ya que fue la primera bodega abierta todos los días. Desde los arcos panorámicos de su restaurante se asoma a la viña del valle de San Esteban, cuya belleza florida hizo que los pobladores francos lo bautizaran como “mi jardín”: Monjardín. Un valle a 600 metros que el sol templa en invierno y el cierzo refresca en verano, y donde la bodega fue pionera en la venimia nocturna para cosechar y transportar la Chardonnay en las mejores condiciones.
Otro de los aspectos en los que se hace especial hincapié desde la bodega es en el respeto por el medio ambiente, que se ha concretado, por ejemplo en la construcción del Filtro Verde, un sistema pionero de captación de residuos y reutilización del agua, o en la siembra de pradera entre las líneas de cepas.
Dentro es la paz y la belleza del ladrillo viejo, la serenidad de los arcos del botellero, el murmullo vivo de la sala de fermentación en barrica y el silencio en las de crianza, con 1.800 barricas de roble francés Allier y roble americano de 300 litros.
Mimados y singulares
De ahí salen botellas tan singulares como el Chardonnay Reserva, único blanco Reserva de Navarra, fermentado y criado en barrica de roble hendido Allier, preparado para una larga vida, pleno de aromas y elegancia. O el Merlot, uva tinta por excelencia que proporciona algunos de los mejores vinos del mundo y aquí, con una elaboración especial y en barrica francesa Allier, resulta un vino carnoso y con mucha fruta. En cuanto al Reserva de Cabernet Sauvignon, Tempranillo y Merlot, resulta muy armonioso y pleno. Y el más original, el dulce Esencia Monjardín, néctar de Chardonnay, requiere 20 kilos de uva para obtener un litro y es un raro regalo de la naturaleza que afecta con bendita botritis las uvas en invierno.
La trayectoria de la bodega y el mimo les han valido premios, como la Medalla de Oro 2011 al Monjardín Reserva Tinto Cabernet Tempranillo en el Challenge Internacional du Vin o la calificación de Mejor Blanco de Barrica al Monjardín Chardonnay 2008, o la de Mejor Tinto Crianza al Monjardín Deyo Merlot 2007. Y quien los prueba da fe.
Bodegas castillo de monjardín
Viña Rellanada, s/n
31242 Villamayor de Monjardín (Navarra)
Tel: +34 948 537 412
www.monjardin.es