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Douro. Un valle de tinto

  • Redacción
  • 2005-02-01 00:00:00

El Douro es un río singular con un vino singular: el Oporto. Sin embargo, para cada vez más propietarios de fincas vinícolas, el Tawny y el Vintage se están convirtiendo en un modo de ganarse la vida muy poco espectacular. Lo mejor de sí lo invierten en el tinto seco. El silencioso comedor de la Quinta de Santa Júlia parece rezagado en el tiempo uno o dos siglos. Los paneles de madera oscura de castaño y los pesados cortinajes lo aíslan del mundo exterior. Los rayos del sol no deben incidir directamente sobre el blanquísimo mantel de lino almidonado. La sirvienta lleva un delantal blanco y sólo habla susurrando con el señor de la casa. Éste relata: «Ya de niño, he estado sentado innumerables veces a esta mesa y nunca he visto una botella de vino con etiqueta; el vino siempre se decantaba antes de servirlo». Y así sigue siendo. Eduardo da Costa Seixas vive en un mundo propio. La mermelada que se consume en la casa se elabora desde hace generaciones en las mismas ollas de cobre. En una vieja carpeta están guardadas unas cartas manuscritas por el marqués de Pombal, el legendario Primer Ministro portugués que en 1761 creó en el Douro la primera Denominación de Origen claramente delimitada del mundo. Sólo una cosa ha cambiado en este paisaje costumbrista del Douro, que más bien parece un decorado de la Bella Durmiente: el vino de mesa. Antes, con las uvas sobrantes del Oporto, los propietarios de fincas hacían un vino para la casa más bien mediocre. Pero el Grande Escolha de 2000 de Quinta de Santa Júlia es un vino potente. Anselmo Mendes, el flying winemaker con más talento del norte de Portugal, dirigió su vinificación. El dueño de la casa acepta el cumplido con satisfacción, pero luego arruga la frente y dice: «Antes, aquí en el valle del Douro éramos una gran familia, pero ahora esto es un carnaval». Luego sirve a sus visitantes un traguito de Tawny de 1875. «Muchachos» ambiciosos Los Douro-Boys están amigablemente reunidos en el «Bull & Bear», un restaurante de diseño en un barrio rehabilitado de Oporto cuyo aspecto es como el de cualquier otro restaurante de este estilo en cualquier otro lugar del mundo. Sería un paralelismo logrado poder decir que también los vinos de los chicos del Douro son como cualquier otro vino del mundo. Pero no es cierto. O sólo en parte. La asociación informal de estos cinco vinicultores superiores lleva un nombre inglés con el que, en caso de necesidad, podrían actuar como banda musical: Douro-Boys; pero lo importante es que quieren demostrar al mundo que el valle del Douro es un gran terruño para vinos tintos, al nivel de Burdeos, Ribera del Duero o Napa Valley. La cabeza pensante de este ambicioso grupo es Dirk van der Niepoort. Con su abundante pelo rizado y sus gafas de intelectual, es un malabarista que, en lugar de pelotas, maneja proyectos vinícolas. Los lanza al aire uno tras otro, y el mundillo del vino observa intrigado si realmente será capaz de controlarlos todos. Este hombre es un jugador, también a la hora de vinificar. Sus vinos superiores, llamados Batuta y Charme, no se basan tanto en viñedos concretos como en conceptos, que cada año han de ser trasladados al vino de nuevo. ¿Lagares o acero? Este modelo extraordinariamente flexible responde enteramente al espíritu del valle del Douro: «No conozco ninguna otra región vinícola en la que exista un espectro de posibilidades tan amplio tanto en el viñedo como en la bodega. Es una especie de juego de ajedrez», asegura Niepoort. Juego que domina, por cierto, con su blanco Redoma Branco Reserva. En el tropicalmente caluroso año de 2003, cuando muchos vinicultores superiores europeos fracasaron estrepitosamente con sus vinos blancos, él logró un vino de ensueño, tan complejo y fresco como un Borgoña blanco del máximo nivel. En el Douro, el vinicultor ha de tomar muchas decisiones, empezando por la elección de la situación del viñedo. En este profundo valle, las cepas crecen en un espacio mínimo desde el nivel del mar hasta 700 m. de altura, y en cada nivel, las uvas desarrollan otras características. En segundo lugar, ha de elegir el viñedo. Mientras que las viñas antiguas están plantadas con hasta 30 variedades de cepas mezcladas al azar, en los viñedos plantados según el concepto moderno sólo se cultiva una variedad. En tercer lugar, la filosofía de vinificación. Actualmente las bodegas disponen tanto de modernos tanques de acero como de los clásicos lagares, unas piletas de piedra que llegan hasta la cadera, donde los jornaleros pisan con los pies desnudos primero las uvas y después el vino mosto. Una vez que el vinficador ha tomado las decisiones fundamentales (siendo posible la combinación de diversos métodos), es el momento de los matices. «Podríamos discutir toda una noche sobre cómo afecta al vino el hecho de pisar la uva en los lagares con el raspón o pisarla despalillada. O sobre cómo se modifica el carácter de un vino si el primer día se pisa la uva en los lagares durante cuatro o durante ocho horas», explica Margarida Serôdio Borges. Sus dos quintas Fojo y Manuela, las dos inmersas en un paisaje natural cerrado como un circo de montaña, están situadas a ambos lados del pequeño río Pinhão. Allí Margarida produce respectivamente dos vinos completamente distintos. Mientras que el Fojo apuesta por la elegancia y la complejidad de estructura, el Quinta da Manuela presenta una fruta más opulenta, de impresión ligeramente dulce. «Las dos quintas ya daban unos vinos de Oporto muy diferentes», nos cuenta Margarida. «En el caso del tinto, he intentado acentuar aún más estas diferencias por medio una intervención encauzada». Los vinos de un solo viñedo avanzan El mundo del vino en el valle del Douro siempre fue complejo. Hoy se distinguen tres estilos de vino tinto completamente distintos. Por un lado, están los vinos conceptuales, cuyo precursor fue el Barca Velha de la bodega Ferreira. Por otro lado, desde hace algunos años están experimentando un verdadero boom los vinos de un solo viñedo que siguen la idea francesa del cru. Y además, están los vinos varietales, generalmente hechos de Touriga nacional o Tinta Roriz, que desempeñan un papel un tanto secundario. Finales de septiembre en Pinhão. Poco después del amanecer, unas pequeñas y divertidas nubecillas brincan por las viñas. Como cada mañana, un ejército de furgonetas Toyota y camiones Bedford traslada a los jornaleros hasta los viñedos, levantando mucho polvo. En el valle del Douro no hay nada más democrático que el polvo. Obstruye los poros de los jornaleros igual que los de los propietarios, y se posa sobre las austeras camas de metal de los alojamientos para los trabajadores tanto como sobre el elegante cuero negro del Mercedes todoterreno de Miguel Roquette. Este distinguido treintañero procede de una dinastía de banqueros tan adinerada que, al iniciarse la revolución de los claveles en 1974, gran parte de la familia huyó a Sudamérica y no volvió hasta que hubo amainado la tormenta socialista. Hoy esta familia invierte su dinero en la famosa Quinta do Crasto, que domina el río como un solitario. Esta familia tiene una marcada conciencia de calidad, y no sólo en lo que respecta al vino. A pocos metros de la casa señorial, en medio de los viñedos, está la piscina más bonita del mundo, según los más expertos críticos de arquitectura. El arquitecto estrella portugués Eduardo Souto Moura la ha engarzado en el valle como una pieza de «Land-Art». Por su forma asimétrica y sus paredes en apariencia delgadísimas, no da la impresión de ser una piscina, sino tan sólo una superficie azul turquesa que parece fundirse directamente de forma espectacular con el valle del Douro. La bodega, por el contrario, ha elevado el listón en el valle del Douro con su funcionalidad. Especialmente por el modo en que se han integrado los lagares tradicionales en una época de vinificación moderna se percibe su visión de futuro. Los vinos superiores que producen los hermanos Tomás y Miguel Roquette junto con la enóloga española Susana Esteban proceden de terrazas de viñedos de hasta 90 años de edad que en su día se plantaron mezclando las más diversas variedades y que actualmente apenas producen más de 200 gramos por vid. Las uvas despalilladas se maceran y fermentan tanto en lagares como en tanques de acero modernos y maduran en barricas francesas, nuevas en un 80 por ciento. Así es como nacen los grandes vinos, inclasificables en bloque según la escala frecuentemente empleada de «tradicional hasta moderno». Por ello podrían considerarse prototipos de un estilo propio, el Cima Corgo. Cima Corgo es el corazón del valle del Douro (ver caja página 35). ¿Está perdiendo el valle del Douro su carácter mítico? Sin embargo, hay alguien a quien deja frío toda esta euforia del vino tinto. «Todos, desde Argentina a Chipre, quieren convencer al mundo con nuevos tintos Superpremium. No veo por qué íbamos a tener que lanzarnos a ese mercado saturado e imprevisible, teniendo aquí algo tan único e inimitable como es el vino de Oporto. Es a él a quien debemos dirigir toda nuestra atención y fuerza», opina David Guimarãens, bodeguero jefe y director de las dos bodegas productoras de vino de Oporto Taylor’s y Fonseca. Para este tradicionalista, el repentino auge del vino tinto en el Douro es una moda peligrosa. En el tren a ninguna parte Efectivamente uno se pregunta qué sucederá a largo plazo con la idea de sí mismo que ha presentado hasta ahora este valle, si cada vez más quintas otorgan más importancia a los tintos que al oporto. En muchas empresas, los propietarios hablan con gran entusiasmo de sus tintos y mencionan los oportos como de pasada. Así se desplazan, lentos pero seguros, los valores en este valle. ¿Está adentrándose en nuevas dimensiones el valle del Douro? ¿O más bien está perdiendo lo que fue el fundamento de su mito para convertirse paulatinamente en una región vinícola «normal»? Pinhão es una pequeña y tranquila localidad de provincias. El viaje, bordeando el río hasta la aún más soñolienta Vila Nova de Foz Côa, junto a la frontera española, dura una hora y media. El tren traquetea lentamente, atravesando el sobrecogedor paisaje del Douro Superior. Es la zona más occidental de Europa. Y como en el lejano Oeste, no nos sorprendería ver a una banda de forajidos a caballo como los hermanos Dalton surgiendo de repente detrás de una roca para asaltar el tren. «Bienvenidos a las praderas del salvaje Oeste», saluda Francisco Olazabal, que hasta 1998 fue presidente del consejo de administración de la bodega de Oporto Ferreira. Repentino auge del vino en el Douro Superior Ya en su época con Ferreira, Olazabal vio claro que su Quinta do Vale Meão tenía un gran potencial para el vino tinto, con sus 65 hectáreas de viñedos, todos plantados siguiendo el concepto moderno con una sola variedad. Al fin y al cabo, a lo largo de muchos años las uvas para el legendario Barca Velha procedían de sus viñedos. ¿Qué diferencia al Douro Superior, considerado por muchos la futura cámara del tesoro del valle del Douro, de Cima Corgo, la zona que rodea a Pinhão, centro de la viticultura? Por un lado, los suelos del Douro Superior ya no son sólo de pizarra, sino que también contienen mucho granito y grava. Además, las cepas no crecen en espectaculares viñedos inclinados sobre terrazas: allí el valle presenta una faceta totalmente distinta, más abierta, blanda y suave. Pero la diferencia básica es el clima. «Ayer a mediodía, cuando me subí al coche para ir a Oporto, estábamos a 38° C. Cuando al llegar me bajé del coche, el termómetro marcaba 17° C y yo tiritaba como si estuviera perdido en el Polo Norte», asegura Francisco. En su caluroso terruño, Francaaaaaaisco Olazabal produce junto con su hijo y tocayo un vino que resulta muy moderno, con una frutalidad que recuerda a las bayas dulces, mucha madera de roble y plenitud suave. Así, en el Douro hallamos una variedad de estilos similar a la zona situada en la parte española del mismo valle, la Ribera del Duero. El factor Anselmo Mendes Con las añadas superiores de 2000 y 2003, toda una serie de nuevas fincas vinícolas se ha visto catapultada a la clase superior de los nuevos tintos del Douro. Muchas de ellas están asesoradas por el enólogo Anselmo Mendes. Mendes es un tipo introvertido y modesto. No le van las puestas en escena glamourosas ni los comentarios mesiánicos, y su peluquero ha debido quedarse anclado estilísticamente en los años 70. En la bodega trabaja con solidez, mejorando continuamente la calidad. Cualidades que han aprovechado, sobre todo, las empresas Carlheiros Cruz y Alves de Sousa. Las quintas de Domingo Alves de Sousa tienen mucho potencial. Las pruebas de barrica del Touriga nacional de 2003 de Quinta do Vale da Raposa y del Vinha do Lordelo de 2003 de Quinta da Gaivosa convencen igualmente por su solidez y elegancia. Diago Alves de Sousa representa, a sus 25 años, la segunda generación que se integra en esta empresa. Observando lo que hace, la impresión es que hará avanzar aún más esta finca. A pesar del enorme éxito de los tintos del Douro desde el año 2000, este valle aún hoy sigue siendo una sociedad cerrada. Los inversores extranjeros se mantienen al margen. Quizá les infunda demasiado respeto este paisaje, todavía de difícil acceso. El auge del Douro es la obra de muchas familias que viven en el lugar desde hace largo tiempo y de algunos pocos entusiastas del vino que se han establecido allí. Entre estos últimos se cuenta el vinicultor alemán Bernd Philippi (Koehler-Ruprecht, Palatinado), que hace cuatro años inició con sus colegas Werner Näkel y el recientemente fallecido Bernhard Breuer el proyecto Quinta da Carvalhosa; su Campo Ardosa Reserva de 2000 ha resultado ser un magnífico pistoletazo de salida. Pero sea como fuere, la revolución del Douro es de andar por casa. En el valle todos se conocen, son primos o cuñados, amigos o enemigos. Han escrito muchas páginas de la historia del vino de Oporto. Y ahora siguen escribiéndola. Con vino tinto. Un valle dividido en tres El valle del Douro se divide en tres sectores, de condiciones muy distintas: el Baixo Corgo, es decir, la parte occidental que rodea a la ciudad de Pêso da Régua, con su clima marcadamente atlántico, algo más húmedo y fresco, que durante mucho tiempo se ha considerado ideal para elaborar vinos superiores; actualmente allí también se producen vinos tintos muy interesantes (por ejemplo, el Quinta do Vallado). La parte central del valle del Douro que rodea a la ciudad de Pinhão, llamada Cima Corgo, entrega hasta hoy los mejores vinos de Oporto y los mejores tintos. Al este se halla el Douro Superior, que se extiende hasta la frontera con España y, a pesar del auge del vino en estos últimos años, todavía no está muy desarrollado. En su clima caluroso y más bien seco pueden madurar vinos tintos altamente concentrados. El auge del vino de mesa en el Douro. Los mejores productores: Hace diez años, cuando alguien hablaba de vinos tintos superiores del valle del Douro siempre citaba los mismos tres vinos: el Barca Velha de Ferreira, el Duas Quintas Reserva Especial de Ramos Pinto y el Grande Escolha de la Quinta do Côtto. Este triunvirato ha ido ampliándose a un ritmo vertiginoso en los últimos cinco años, hasta formar un grupo de veinte productores superiores, entre los que se cuentan las siguientes bodegas: Quinta do Nápoles Niepoort Tedo P-5110-543 Santo Adrião Tel. +351-936-01 95 16 Magnífico programa de vinos superiores. El Redoma Branco Reserva es una cuvée blanca con la elegancia del Borgoña. La cuvée superior tinta se llama Batuta. Quinta do Crasto Gouvinhas P-5060-063 Sabrosa Tel. +351-54-92 00 20 Fax +351-54-92 07 88 Tiene tanto éxito con los vinos de un solo viñedo, el Maria Teresa o el Vinha da Ponte, como con los varietales de Touriga nacional o Tinta Roriz. Quinta do Fojo Fermentões P-5060-181 Sabrosa Tel. +351-259-93 11 70 Fax +351-259-93 11 71 quintadofojo@clix.pt Margarida Serôdio Borges tiene sus propias ideas. Su primer vino, el Fojo del 96, ya provocó entusiasmo. Las nuevas añadas son del mismo nivel. En la segunda finca de la familia, Quinta da Manuela, maduran unos vinos más suaves y de marcada fruta. Quinta do Vale Meão Apartado 113 P-5150-501 Vila Nova de Foz Côa Tel. +351-279-76 21 56 Fax +351-279-76 22 07 fjolazabal@mail.telepac.pt Es la finca de más calidad del apartado Douro Superior. Con las uvas de esta finca antes se vinificaba el legendario Barca Velha. Vinos opulentos, enormemente concentrados, de estilo moderno. Pintas Sandra Tavares & Silva Serôdio Borges Av. Júlio Freitas Vale de Mendiz P-5070 Alijó Tel. +351-936-16 14 08 pintas.douro@mail.telepac.pt Un típico vino de autor: en dos hectáreas se producen alrededor de 6.000 botellas. Por su estructura recuerda a los vinos superiores de la Ribera del Duero. Prats & Symington Travessa Bar de Forrester 86 Apartado 26 P-4401-977 Vila Nova de Gaia Tel. +351-22-377 63 00 Fax +351-22-377 63 01 Este proyecto, iniciado en 1998 por la dinastía productora de vinos de Oporto Symington (Dow’s, Graham’s, Quinta do Vesuvio) y Bruno Prats (expropietario de Château Cos d’Estournel en Burdeos), desde el Chryseia de la cosecha de 2000 se ha visto catapultado a la liga de los productores de vinos tintos superiores. Poeira Jorge Nobre Moreira R. Fernando Namora 147-2 Dt Frt P-4425-651 Pedrouços Tel. +351-254-73 22 54 Fax +351-254-732 36 46 jnmoreira@hotmail.com El enólogo Jorge Nobre Moreira, que trabaja para diversas fincas vinícolas del Douro, también produce un vino propio, el Poeira, que aúna finura y estructura masculina. Quinta da Gaivosa Pousada da Cumieira Apartado 15 P-5030-055 Santa Marta de Penaguião Tel. +351-254-82 21 11 Fax +351-254-82 21 13 gaivosa@hotmail.com Domingo Alves de Sousa y su hijo Diago están en auge. Sus nuevos vinos superiores, como el blanco Reserva Pessoal o el tinto Vinha do Lordelo, son excelentes. Quinta de Roriz Ervedosa do Douro P-5130 S. João da Pesqueira Tel./Fax +351-254-42 31 70 info@quintaderoriz.com www.quintaderoriz.com Se trata de una quinta con un gran pasado, propiedad de João van Zeller y la familia Symington. Los mejores vinos son el Reserva y el Prazo (muy interesante a pesar de que las uvas proceden de cepas jóvenes). Quinta do Vallado Vilarinho dos Freires P-5050-364 Peso da Régua Tel. +351-254-32 31 47 Fax +351-254-32 43 26 vallado@mail.telepac.pt Con cada añada, estos vinos aumentan su densidad y frutalidad. La colección de 2003 debería hacer furor. Quinta do Val Dona Maria Apartado 12 P-5085-000 Pinhão Tel. +351-254-73 23 75 Cristiano van Zeller fue director y copropietario de la legendaria Quinta do Noval hasta 1993. En 1996 se hizo cargo de esta pequeña finca vinícola, plantada de cepas viejas, que bajo el mismo nombre de la quinta produce un vino de terruño muy concentrado. Quinta da Carvalhosa Sto. Adrião Armarmar P-5110-000 Santo Adrião Tel. +351-937-34 65 84 Fax +351-228-33 10 80 Los vinicultores alemanes Bernd Philippi, Werner Näkel y el recientemente fallecido Bernhard Breuer se hicieron cargo de esta finca en el año 2000. Ya con la primera cosecha lograron un vino magnífico, el Campo Ardosa Reserva de 2000. Calheiros Cruz Canelas P-5050 Peso da Régua Tel. +351-254-90 02 00 Madaleina Cruz, viuda del propietario de la finca José Carlos Calheiro Cruz, continúa el proyecto de su marido con el enólogo Anselmo Mendes. Son muy buenos vinos el Grande Escolha del 2000 y el varietal de Touriga nacional de 2001. Lavradores de Feitoria Rua Cidade de Espinho No. 24 P-5000-611 Villa Real Tel. +351-259-32 81 90/1 Fax +351-259-32 81 92 www.lavradoresfeitoria.pt Se trata de un proyecto de 15 quintas iniciado por Dirk van der Niepoort, que suministran uvas a las bodegas de vino de Oporto, pero en esta nueva bodega vinifican uvas seleccionadas y producen vinos tintos. Três Bagos y Grande Escolha son buenas cuvées, pero también son excelentes los vinos de un solo viñedo, como el Quinta da Meruge nº 11 de la cosecha de 2001. Quinta de la Rosa P-5085-215 Pinhão Tel. +351-254-73 22 54 Fax +351-254-73 23 46 sophia@quintadelarosa.com www.quintadelarosa.com Con el bodeguero Jorge Moreira, esta finca de 50 has. debería experimentar un auge. El Reserva es un vino magnífico. Quinta do Portal E. N. 323 Celeirós do Douro P.O.Box 2 P-5060-181 Sabrosa Tel. +351-259-93 71 00 Fax +351-225-51 20 97 info@quintadoportal.pt www.quintadoportal.com Gran paleta de vinos varietales de buena calidad. Hasta ahora, el mejor vino es el opulento Grande Reserva de 2000.

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