- Redacción
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- 2002-11-01 00:00:00
Antiguo enclave estratégico para el comercio entre España y los países del Norte, en Bilbao pervive el espíritu portuario pero ahora con una nueva pátina, que tiene el brillo del titanio que recubre el museo Guggenheim y el impulso de la nueva vitalidad con la que la ciudad vizcaína a iniciado el tercer milenio. No cabe ninguna duda: el célebre orgullo del vizcaíno resultaba incompatible con los melancólicos lamentos acerca del viejo potencial industrial perdido. De modo que Bilbao ha elegido el mejor camino posible para entrar en el siglo XXI: se ha reinventado a sí misma. Quien haya tenido la oportunidad de visitar la ciudad en los últimos años podrá dar fe del fenómeno, porque salta a la vista que Bilbao ha despertado del letargo de la crisis post industrial para jugar un nuevo papel: el de una villa con pasado pero también con futuro, que quiere seguir teniendo un rol protagonista en el escenario atlántico y que para ello se ha lavado la cara. La esencia de este cambio va mucho más allá del archiconocido y promocionadísimo Museo Guggenheim, aquella caprichosa nave de titanio pergeñada por Frank Ghery que vino a atracar en la ría y que sin duda se ha convertido en la mejor atracción turística y el símbolo del nuevo Bilbao. Como Ghery, son varios los arquitectos de primera fila que se han apuntado a la fiesta de la reinvención: Norman Foster ya lo ha hecho con el metro, Santiago Calatrava con el aeropuerto y un puente, y lo están haciendo el argentino César Pelli con el ensanche de Abandoibarra, Federico Soriano con el Palacio de Congresos... Afortunadamente, el reciclaje de Bilbao no se queda en este colosal concurso de arquitectos, sino que también llega hasta el fondo de la ría, con el saneamiento de las aguas, lo cual acarrea una importante regeneración medioambiental. Todo ello no contradice en ningún caso el encanto tradicional que siempre tuvo Bilbao para los amantes de las ciudades de talante portuario, aquellas que se reservan un trasfondo canalla y que se enriquecen por el trasiego permanente de visitantes de los más diversos orígenes. Y también es justo decir que Bilbao no ha abandonado sus mejores costumbres: la pasión por la buena mesa, el inagotable ir y venir en los bares de chateo y la terca exigencia por las materias primas de calidad. Para el visitante gourmet, la ciudad continúa siendo un paraíso inagotable: restaurantes gastronómicos tradicionales conviven con las propuestas más vanguardistas, a la vez que el chuletón más jugoso compite con la mejor cocina marinera en tabernas, asadores, txokos y sociedades gastronómicas. Sin olvidar, por supuesto, la gran oferta de «pintxos», habitual desde la hora del aperitivo, como en cualquier otra población de Euskadi. En cuanto al vino, lo más difundido a la hora del chateo es el txakolí, el blanco amable, ligeramente ácido y de baja graduación (entre 10 y 11º), que en los bares se bebe muy frío, y cuya limitada producción permite que la calidad se haya incrementado notoriamente en los últimos años. A pesar de ello, en las cartas de los restaurantes ganan por abrumadora mayoría los vinos de la Rioja Alavesa –la auténtica gran bodega del País Vasco–, sobre todo los tintos de Tempranillo, Mazuelo y Garnacha, pero también los blancos elaborados con la variedad Viura. En cualquier caso, la pasión bilbaína por el buen comer y beber todo lo impregna, desde los pulcros salones del comedor del museo Guggenheim hasta las innumerables barras de las Siete Calles –Zazpi Kale–, núcleo del casco antiguo desde el siglo XV. Así fue, así es y así será en este Bilbao que apunta al futuro desde la ría del Nervión, tan atractiva como siempre y más fascinante que nunca. Guía del buen gusto: DE PINTXOS 1- Aritz (Zubastinovia, 4. Tel. 944 21 67 34). Pintxos premiados, con restaurante adjunto. 2- El Azulito (Particular de Estramuza, 1. Tel. 944 42 54 81). Animado y céntrico. 3- Víctor Montes (Plaza Nueva, 8. Tel. 944 15 56 03). Tapeo clásico y amplia gama de vinos. 4- Kafe Antzokia (San Vicente, 2. Tel. 944 24 46 25). Local polivalente (café, bar de pintxos, restaurante, copas) en lo que fue el antiguo cine San Vicente. 5- Lekeitio (Diputación, 1. Tel. 944 23 92 40). Pintxos sofisticados y buena bodega. 6- Museo del vino (Ledesma, 10. Tel. 944 24 72 16). Embutidos y amplia selección de vinos. DE RESTAURANTES 7- Andra Mari (Bº Elexalde, 22. Galdakao. Tel. 944 56 00 05). A 9 km. de Bilbao, uno de los templos gastronómicos de Euskadi. Buena bodega. 8- Zortziko (Alameda Mazarredo, 17. Tel. 944 23 97 43). Gran cocina moderna en las proximidades del Museo Guggenheim. 9- Guggenheim (Museo Guggenheim. Abanoibarra Etorbidea, 2. Tel. 944 23 93 33). Dirigido a distancia por Martín Berasategui, presenta opciones para cada necesidad: menú diario, carta gourmet y menú degustación. Carta de vinos premiada. 10- Etxaniz (Plaza Bombero Etxaniz, s/n. Tel. 944 21 11 98). Alta cocina vasca de corte moderno, a cargo de Fernando Canales. 11- Garrotxa (Alameda Urquijo, 30. Tel. 944 43 49 37). La mejor tradición vasco-francesa, con excelentes materias primas. Amplia variedad de vinos de Rioja. DE TIENDAS 12- La Vinoteca de Manu Martín (Tívoli, 6. Tel. 944 13 22 30). Vinoteca «de autor», con restaurante anexo: El Rincón del Sumiller. 13- Delicatessen Hilario Vicente (Av. Madariaga, 27. Tel. 944 75 15 28). Amplia variedad de vinos, accesorios y destilados (unas 2.000 referencias). 14- El Rincón del Vino (General Concha, 5. Tel. 944 10 47 91). Pintoresca vinoteca, con referencias españolas e internacionales. 15- Cofradía Europea del Vino (Licenciado Poza, 71. Tel. 944 41 78 46). Tienda especializada, con programa de catas y cursos. 16- El Viandar de Sota (Gran Vía, 45. Tel. 944 15 25 00). Amplio local que incorpora vinoteca, sala de catas, librería y barra de pintxos.