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Después de una vendimia del 99 cualitativamente muy buena, Argentina cosechará este año calidades irregulares. “Fue un año de granizadas”, dice Jorge Rizitelli, de las Bodegas Norton. El granizo afectó a varios lugares aunque la gran diversificación de sus 680 hectáreas de viñedos hizo que, a pesar de todo, pudieran cosecharse muchas uvas excelentes. Los primeros daños en la región de Mendoza se produjeron ya en el mes de noviembre. Desde entonces, los trozos de hielo, en ocasiones del tamaño de huevos de paloma, volvieron a caer repetidamente en varias zonas. Sin embargo, la cantidad total producida fue normal, de algo más de 2 millones de toneladas de uva. La calidad es muy buena allí donde las viñas apenas se vieron afectadas por el pedrisco. Los precios de la uva permanecen fundamentalmente estables, en torno a 0,60-1,00 dólares el kilo para Malbeck y Cabernet-Sauvignon. Debido a los frecuentes daños que causa el granizo, cada año se ven más techumbres protectoras en los viñedos. Aunque quitan algo de luz y cuestan unos 9.000 dólares por hectárea con una vida útil de unos 10 años, evitan la destrucción de la cosecha.