- Redacción
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- 1999-06-01 00:00:00
El carisma que este cepaje argentino alcanzó en el mundo estimula a los bodegueros a insistir en vinificaciones de estilo moderno, que se suma al obsesivo cuidado en los viñedos, para aprovechar todas las potencialidades de la uva.
Bodegas Escorihuela recurre a una marca histórica, Pont L’Eveque, un tinto al viejo estilo, oxidado y maderizado como gustaba a los abuelos. Del antiguo Pont L’Eveque solo queda el nombre. Cambió la botella
-ahora lo contiene una elegante, de tipo italiano-, pero sobre todo cambió el contenido. Es un varietal 100% Malbec, de un magnífico color, con un cuerpo rotundo y los intensos aromas a frutas rojas y frutos secos que caracterizan al cepaje. También cambió el precio: ahora es bastante más caro.
Es en la bodega Escorihuela, en Godoy Cruz, Mendoza, donde funciona uno de los restaurantes más espectaculares de la Argentina, con escenografía operística. En su carta de vinos figuran los mejores argentinos a precios más que sensatos. Recomendamos al viajero visitar la bodega del restaurante e investigar entre los mejores Malbec.
En Buenos Aires, los hermanos Mas, de Finca La Anita, acaban de presentar en el restaurante gourmet Tomo I, su Malbec cosecha 1997, dedicado al violinista Alberto Lysy, el director argentino de la Camerata de Gstaad y alumno dilecto de Menuhin. Lysy, de visita en la finca del Alto Agrelo hace dos años, anduvo probando vinos y se deslumbró con este Malbec que recién acababa de fermentar. El violinista debió esperar dos años para que el vino cumpliera su tiempo de madera y de botella. El resultado es excepcional. Para la presentación, el maestro llegó especialmente de Suiza y tocó para los ochenta invitados. El menú se inspiró en los productos autóctonos de la buena tierra mendocina.
Por su parte, Bodegas Chandon, como ya lo anunciara en esta sección, acaba de presentar una nueva línea de varietales Terrazas con un “sarao” en el finisecular y opulento Palacio Bencich. Los vinos los elabora Roberto de la Mota en una antigua bodega reciclada con uvas de los mejores terruños mendocinos. El nombre de la colección no es caprichoso: en las terrazas del Valle de Tupungato, a 1.200 metros de altura, el microclima de la región favorece la máxima concentración de aromas y sabores del Chardonnay. En las de Vistalba, a 1.067 metros sobre el nivel del mar, se dan las condiciones climáticas ideales para obtener el mejor Malbec, del que existen dos versiones, cosecha 1997 y cosecha 1996 Gran Malbec, como anuncia la etiqueta. El Cabernet Sauvignon proviene de las terrazas de Perdriel, al pie de las Cordillera de los Andes a 980 metros de altura.
Probé en estos días el excepcional Malbec de la línea Reserva Privada de Navarro Correas. Tiene poco que ver con los vinos que la bodega elaboraba hace unos años. Por su cuerpo, sus aromas afrutados y el armonioso equilibrio que se consiguió con el roble, me parece el mejor de la línea. Se presentará en sociedad en estos meses, pero creo que está para beber ya, aunque se puede guardar hasta avanzado el próximo milenio.
Los Malbec chilenos
Estimulado por el éxito internacional del cepaje, Chile está haciendo incursiones en esta variedad. Acabo de probar un excelente Malbec de Bodegas Valdivieso, de Lontué, a 250 km. de Santiago. Valdivieso es una de las grandes bodegas chilenas, la más premiada en las ferias internacionales.
MontGras, bodega boutique como llaman en Chile a las pequeñas bodegas especializadas en vinos finos de exportación, fue fundada en 1992, y es una de las más modernas del país. Cuenta en su línea de varietales con un buen Malbec, algo más liviano que los Malbec mendocinos. En su línea Reserva se destaca el Carmenère, un cepaje desaparecido en Francia a raíz de la filoxera, que fue llevado a Chile antes del desastre. Allí encontró, como el Malbec en la Argentina, su hábitat. Es interesante saber que el californiano Paul Hobbs, que asesorara al bodeguero argentino Nicolás Catena, trabaja ahora para la bodega MontGras.
Un Tannat salteño
El cepaje emblema uruguayo aparece también en Salta, Argentina, en el privilegiado microclima de Cafayate en los Valles Calchaquíes. Un varietal cosecha 1997, elaborado por Bodegas Nanni y comercializado por otro bodeguero, Rodolfo Lavaque. Hasta a los uruguayos les gusta. El Tannat aparece también en un Blush cosecha 98 de la bodega salteña Peñalba Frías, de Cafayate, de amplia base Torrontés. No es que se mezclen ambos vinos, blanco y tinto, sino que fermentan juntos.
La opinión de un francés
Acaba de estar en Buenos Aires el enólogo de la Maison Piper Heidsieck de Reims, Jean Louis Dhor. Asesora a la marca Extrème, una nueva bodega argentina dedicada solo al champaña. Dhor presentó los vinos base de este año que formarán parte del Extrème del 2000.
El francés viene todos las años a la Argentina para hacer los cortes. Al principio para la marca Henri Piper, desde el año pasado comprada por Carlos López, dueño de la bodega mendocina, y por Jean Edouard de la Rochebouet. Afirmó que esta cosecha fue la mejor en diez años, en cuanto los Pinot Noir y Chardonnay de Tupungato probados.
Wines bar en
Buenos Aires
Le Carafon, inaugurado hace pocos meses, está instalado en un petit hotel en la calle Callao, entre Santa Fe y Arenales. La idea fue de unos jóvenes franceses que lograron un ámbito perfecto para degustar por copas los mejores vinos argentinos y deliciosas tapas francesas.
Argentina en London
Wine y Vinexpo
El año pasado fue un éxito comercial y de prensa para las 29 bodegas que presentaron sus stands en el impecable pabellón argentino. Este creció aun más. Las bodegas que van a Londres son 35, entre ellas la de Saúl Menem.
A Vinexpo acuden 32 bodegas. Estamos a la expectativa de los resultados. Según un importador inglés, los vinos argentinos están a la par en el mercado con los populares vinos chilenos, y en algunos casos hasta los superan. El Torrontés, como el tango, se ha convertido en moda absoluta en Londres.