- Redacción
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- 2005-06-01 00:00:00
El Roero va a pasar a ser un vino DOCG como el Barolo y el Barbaresco. Con ello, el Nebbiolo del Piamonte jugará en la categoría más alta de la liga de vinos de Italia. Una cita local. La región de Roero ha cambiado mucho. Hace quince años, desde la salida Asti Oeste de la autopista hasta llegar a Alba, tan sólo se atravesaba tierra de nadie, enológicamente hablando. También entonces había vinicultores y viñedos, pero estos apenas se vislumbraban entre los bosques, las pequeñas empresas industriales, las plantaciones agrícolas de cereales, los ganaderos de vacuno y las 25 pequeñas localidades diseminadas por esta pequeña región encajada entre Asti, Alba y Bra. Roero era una región de paso para turistas en busca del Santo Grial del Vino en las zonas de Barolo y Barbaresco; apenas había restaurantes y los vinicultores de renombre se podían contar con los dedos de una mano. Ya entonces era hermosa la región de Roero, con sus colinas que recuerdan a las de los Langhe, pero se paraba el coche sólo en los semáforos, para dejar paso a los peatones. ¿Y en la actualidad? Basta echar una ojeada por la ventanilla del coche: la región entre Vezza d’Alba y Montà, entre Canale y Piobesi, ha descubierto su vino. Prácticamente han desaparecido las vides asilvestradas con sus larguísimos sarmientos apoyados en estructuras de alambre, antaño un elemento habitual del paisaje. Casi en cada curva, un cartel indica la dirección hacia una finca vinícola y, junto a los bosques, prados y plantaciones de cerezos o melocotoneros, se ven hileras de cuidadas cepas de Nebbiolo, Barbera o Arneis. A diferencia de los cercanos Langhe, firmemente en manos de los vinicultores, en Roero aún reina la variedad. Se acaba de estrenar en Montà una «Ruta de las abejas» que discurre por toda la región y a lo largo de la cual se pasa por pintorescas colmenas de piedra como pequeñas capillas... Esta es sólo una de las curiosas singularidades de esta región, en la que también se halla una extensa reserva natural. El turismo rural florece Hasta los «barolisti» han empezado a venir a comer a Roero. Por ejemplo, al «Centro» en Priocca, un refugio de la cocina originaria de Roero, para deleitarse con un fritto misto, compuesto por una docena de entrantes preparados por la cocinera jefe, al igual que los platos principales. Y los turistas ya pueden encontrar camas confortables en los agriturismi y los hoteles. Roberto Damonte ha construido uno de éstos en su finca, en medio de sus viñedos. Con una hermosa vista sobre Canale, la capital extraoficial de Roero, se yergue Villa Tiboldi, una construcción rústica noble de piedra y madera, que incluye un pequeño restaurante en un edificio adyacente. «Estas son las cosas que faltaban aquí, lo que seguía diferenciando a Roero de otras grandes regiones vinícolas como Chianti o Langhe», explica el bigotudo vinicultor. «Ahora, también nosotros podemos ofrecer algo a los amantes del vino que vienen aquí. En esta región hay algunos restaurantes muy buenos, y también está el agriturismo; las vacaciones en el viñedo se están poniendo de moda». La finca vinícola en cuyo centro se levanta Villa Tiboldi se llama Trinità. Damonte ofrece el vino del mismo nombre en su bonito restaurante, y las viñas de las que procede se ven directamente a través del gran ventanal. Estrictamente hablando, son tres los vinos que tienen su origen en este viñedo: el amarillo-dorado Roero Arneis Trinità, al que deja madurar un año más que la mayoría de sus colegas; un Passito, cuyas uvas deja secar en las cepas en otoño, y el tinto Roero Trinità, de color rojo cereza, un vino de la variedad Nebbiolo complejo, jugoso y lleno, pero con la elegancia propia del Nebbiolo. Este Roero DOC ya hoy cumple todas las condiciones para el nuevo nivel DOCG que entra en vigor con la añada de 2005. El hueco para colarse en la DOC Pretende ser el detonante para la región. A partir del año 2005, el Roero tinto (y también el blanco Roero Arneis) jugará en la liga de primera división de los mejores vinos italianos, como Barolo, Barbaresco, Brunello, etc. Ahora este vino, que hasta el momento era algo así como la rama pobre de la familia de los Nebbiolo, finalmente puede contarse entre la flor y nata del Piamonte. En cuanto a las directrices de producción DOCG, la región de Roero se orienta en el Barbaresco: también el Roero, tras casi dos años de maduración en barrica de roble, sale al mercado en el tercer año después de la vendimia. Pero la historia del Roero tinto comenzó ya en 1985, cuando esta región entró a formar parte de las DOC. Entonces, algunos vinicultores de Canale y los pueblos de los alrededores se unieron y empezaron a hacer un vino «importante». Naturalmente, Barolo y Barbaresco fueron sus padrinos; su meta era repetir con el Roero el éxito de los anteriores. Aunque sí existía una dificultad: para que no hubiera colisión con las directrices de la región DOC Nebbiolo d’Alba, que prevén un 100 por cien de Nebbiolo, y que también rigen en Roero, los vinicultores tuvieron que encontrar un hueco por el que colarse. Decidieron que el Roero había de contener hasta un tres por ciento de Arneis blanca. Con ello, consiguieron vía libre para la condición de DOC. Luego se presentó otro problema: la maduración mínima prevista para el Roero era de apenas seis meses. El vino sufre esta confusión ya desde entonces, pues junto a los jóvenes de rompe y rasga, que sacan al mercado vinos frescos y alegres un año después de la cosecha, están los vinos de otros vinicultores, madurados durante tres o incluso cuatro años, que pueden medirse con los mejores vinos de Barolo. No es extraño que al consumidor le resulte difícil orientarse... «Esto ha sido un gran dilema para la zona», comenta Michele Pasquero, que explota en Priocca, al oeste de Roero, una finca de cuatro hectáreas de viñedos junto con su esposa, la alemana Annette Hilberg. En su pequeña bodega, junto a las barricas, aún hay sitio para una mesa de cata. Allí es donde Michele Pasquero filosofa sobre el futuro de la región de Roero. Hilberg-Pasquero producen, hasta ahora, sólo Piemonte IGT, Barbera DOC y Nebbiolo d’Alba DOC, pero ningún Roero. «Hemos decidido embotellar nuestros vinos como Nebbiolo d’Alba, aunque también podríamos producir Roero», explica. «Tengo muy claro que un Roero sólo debería ser un Nebbiolo realmente superior». Con la nueva DOCG, Michele Pasquero quiere volver a reflexionar sobre su decisión: «En uno de nuestros viñedos seguro que podríamos encontrar una selección para un gran Roero». Otros ya se han decidido. Hace años que producen vinos bajo el logotipo de Roero: un Nebbiolo madurado muchos meses en barricas de roble, procedente de parcelas con la fortuna de tener un suelo adecuado y un microclima especial, y con frecuencia de viñedos individuales. Uno de los que comprendieron pronto el potencial que albergaba la región de Roero fue Roberto Damonte. Algunos de sus colegas incluso dicen que fue el primero en hacer un Roero al estilo de un gran Barolo en su finca Malvira’, junto a Canale, en construir una bodega moderna para sus barricas de madera y en sacar adelante sus viñedos, que rodean la bodega como un anfiteatro. Pero aún hoy sigue buscando constantemente nuevos lugares para plantar viñedos, nuevas posibilidades para el Nebbiolo. Su última creación se llama Mombertello, también un Roero de un solo viñedo pero más frágil, más elegante que el Trinità, aunque sin su estructura. Más elegante que el Barolo ¿Pero podría decirse que el Roero no es más que un Barolo de segunda clase o bien, en el mejor de los casos, un buen plagio? Damonte reflexiona un momento y luego contesta: «Algunos vinicultores ya han demostrado lo que se puede hacer con la Nebbiolo en esta región. El vino que se produce no es un segundo Barolo, sino un Roero, con más elegancia y unos matices que la Nebbiolo sólo posee aquí, en Roero». En tiempos difíciles para las ventas, incluso en el caso de los vinos de Barolo y Barbaresco, ¿puede mantenerse en el mercado un tercer vino del mismo tipo? Damonte está convencido de ello: «Muchos Barolo y Barbaresco son, sencillamente, demasiado caros. Un Roero DOC evidentemente no está situado en ese nivel de precios, y tampoco lo estará como DOCG. Otra ventaja añadida es que todos conocen el Barolo y el Barbaresco, pero el Roero DOCG es una novedad que despierta la curiosidad. De una importancia fundamental es, naturalmente, que todos los vinicultores produzcan el nivel de calidad que se espera de tal vino». Oportunidad y reto Tampoco se ha de creer que únicamente en Canale se producen buenos vinos. Sólo hay que pensar en vinicultores como Negro en Monteu Roero, Casetta en Vezza, Marsaglia o Ca’ du Russ en Castellinaldo, Valdinera en Corneliano, Renato Buganza o bien la Tenuta Carretta en Piobesi. Y naturalmente, Michele Taliano y Giovanni Almondo en Montà. Giovanni Almondo hace Roero, Arneis y Barbera. El que mejor se vende es el Arneis, y Almondo le ha dedicado un viñedo en exclusiva, que se llama Bricco di Ciliegie, por los cerezos («ciliegio») que crecen en él. Pero también él ve el futuro de su tierra en el Roero DOCG: «El estatus de DOCG es una gran oportunidad y un reto: así, por fin se podrá separar el trigo de la paja; los Roero DOCG sólo deberían proceder de los mejores viñedos, reservando los viñedos menos excelentes para producir y comercializar Nebbiolo DOC joven y fresco». ¿De dónde proceden los mejores Nebbiolo? ¿Cuál es la zona óptima para el Roero DOCG? «Eso depende», opina Giovanni. «Algunos vinicultores prefieren claramente los llamados suelos amarillos, una estructura arenosa que se extiende a través de toda la región de Roero; otros se entusiasman con el ‘Marne Grigie’, un suelo gris y calcáreo, como el que también se encuentra en los Langhe». Esperando el 2008 Las uvas para el vino de Ornella Correggia, Ròche d’Ampsej, por ejemplo, proceden del suelo arenoso del viñedo de cuatro hectáreas Bric Pecetto, junto a Canale. Con el apoyo del enólogo Luca Rostagno, Ornella lleva la finca vinícola familiar desde que su marido fuera víctima de un accidente mortal hace tres años. El Ròche d’Ampsej, que catamos en la bodega excavada en la piedra arenisca, se acerca mucho a la imagen ideal de un Roero. Es equilibrado, con notas de ciruelas maduras, cuero y té, y posee taninos sabrosos aun conservando la filigrana de un Nebbiolo. Ornella Correggia está visiblemente orgullosa de este vino. «Como otros vinos de Nebbiolo, también el Roero es muy sensible a la añada y mucho más difícil de dominar que, por ejemplo, un Barbera», explica. «El vinicultor tiene que esforzarse cada año como si fuera el primero». Hasta ahora, apenas una docena de vinicultores de la región produce calidades que pueden competir con los Barolo y Barbaresco; pero el número de miembros de la Enoteca del Roero es diez veces superior. Muchos de ellos acaban de empezar a embotellar sus vinos. Así, Roberto Damonte comentaba: «El Roero aún está empezando: lo que esta región verdaderamente es capaz de producir no se verá hasta el año 2008, cuando salga al mercado el primer DOCG». Barolo y Barbaresco deberían prepararse. Arneis La alternativa blanca «Provare, produrre, prograndire», es decir, ¡probar, producir, crecer! Este era el lema que rezaban en los años 70 las banderas de los fundadores del Roero Arneis, que crearon el club 3 P. En aquel entonces, la región de Roero aún era un desierto vinícola, el Arneis se llamaba Nebbiolo Biancho o Bianchetti, y la palabra autóctono todavía no estaba en boca de todos. «El Arneis era un vino para ocasiones especiales», comenta Giovanni Negro, propietario de la finca vinícola Angelo Negro, «y se producía dulce». Recuerda que el club 3 P se formó también por motivos prácticos: «Casi ninguno lograba llenar una barrica entera él sólo». La asociación de intereses pronto llevó al Arneis por el camino de la victoria; entretanto, hasta Angelo Gaja lo ha descubierto como vino blanco alternativo en el Piamonte. Giovanni Negro ha ampliado la finca vinícola de su padre sucesivamente desde 2,5 hasta 54 hectáreas, de las que casi la mitad está plantada de Arneis. Junto a tres vinos secos, Negro vinifica también un passito y un spumante de esta variedad. Francesco Monchiero, que gestiona la finca Monchiero Carbone en Canale, está entusiasmado: «La variedad Arneis es única y, en realidad, su único pariente es la Nebbiolo. Muestra un maravilloso equilibrio entre aroma, acidez y alcohol; es una variedad autóctona italiana». Poco a poco, también los aficionados al vino fuera de Italia están descubriendo su aromática finamente especiada y la potencia (condicionada por un 13 a 14 por ciento de alcohol) del Arneis, y se alegran de que su precio sea razonable. Así, el Arneis sigue siendo uno de los muy pocos vinos a los que la crisis no ha afectado. Fritto misto El fritto misto tiene su origen en la frecuentemente austera pero imaginativa cocina campesina de la región piamontesa. Era un plato para aprovechar restos: trocitos de carne, verduras, casquería o pescado, que se freían para darles más sustancia. A lo largo de las generaciones, se convirtió en un amplio paseo por la cocina piamontesa, una comida completa. A la hora de prepararlo, no hay límites a la imaginación ni a la habilidad: estos aperitivos abarcan desde todo tipo de verduras y setas fritas, pasando por albóndigas de hígado y ancas de rana, hasta vieiras y pescado. El uso y costumbre de servir sólo alimentos fritos en el fritto misto hace mucho que no se observa: actualmente ya se incluyen pequeños guisos de setas, pasta trufada e incluso género a la parrilla entre las especialidades rebozadas. Pero la combinación sigue siendo a elección del comensal. El posadero, empleando un florido lenguaje, ofrece al comensal sus «fritti», naturalmente frescos del día, y éste, tras someter al maestro a un exhaustivo interrogatorio informativo, elige su combinación favorita. El fritto misto, por cierto, no sólo es popular en el Piamonte: en Japón existe un plato similar llamado tempura, y en Francia, una especialidad parecida llamada «fritot». Y además, en la actualidad el fritto misto está experimentando un renacimiento en el resto del mundo: como aperitivo o «fingerfood» en los bares y restaurantes de moda. Para preparar en casa el fritto misto se necesita, además de las materias primas y una masa de rebozar espesa y cremosa, ante todo una cosa: mucho, mucho aceite para freír a 180º C exactamente. Esta es la condición fundamental para que también la verdura, con su alto contenido de agua, se ponga crujiente rápidamente y para que el rebozo no se empape de aceite como una esponja. Datos y cifras La región de Roero consta de 25 comarcas con un total de 75.000 habitantes. En 19 comunidades se produce Roero DOC (DOCG a partir de 2005). Alrededor de 120 vinicultores producen anualmente unos 6.000 hectolitros de Roero y 25.000 hectolitros de Roero Arneis. Geológicamente, Roero se divide en dos regiones separadas por una formación rocosa que se extiende desde Bra hasta Cistena d’Asti. Sólo se cultivan frutales y vid al este de ella, sobre suelos arenosos o calizos. En el lado Oeste reinan los prados y los bosques, muchos de ellos de castaños. Los viñedos se hallan a alturas de hasta 300 metros. LAS MEJORES DIRECCIONES Para orientar someramente a los expertos en vino que sepan dónde está Barolo y Barbaresco, pero no la región de Roero: se halla al noroeste de los Langhe, en la orilla izquierda del Tanaro, al sur de Asti y al este de Bra. El acceso más cómodo a la región es por la autopista, salida Asti oeste y luego continuar en dirección a Canale. Otra posibilidad es la carretera comarcal de Alba a Canale. Hoteles Castello Santa Vittoria Via Cagna 4 I-12069 Santa Vittoria d’Alba Tel. +39-0172-47 81 98 Fax +39-0172-47 84 65 hotel@santavittoria.com www.santavittoria.com Impresionante hotel de cuatro estrellas instalado en una torre del siglo XIII, rodeado de un pequeño parque. I Castelli Corso Torino 14/1 I-12051 Alba Tel. +39-0173-36 19 78 Fax +39-0173-36 19 74 info@hotel-icastelli.com www.hotel-icastelli.com No es fácil encontrar habitaciones para alojarse en Roero, pero existe la posibilidad de recurrir a los hoteles de las cercanas Asti o Alba. Siempre es recomendable este cuidado hotel próximo al centro de Alba (incluido el estupendo restaurante «La Castellana»). Villa Tiboldi Case Sparse 127 I-12043 Canale Tel. +39-0173-97 03 88 Fax +39-0173-95 92 33 villatiboldi@villatiboldi.it www.villatiboldi.it Se trata de un agriturismo de lujo, situado en los viñedos que dominan Canale, en el que no falta de nada: desde las amplias habitaciones, decoradas con mucho estilo, pasando por un lujoso bufé de desayuno, hasta un trato familiar por parte de la familia Damonte. También es recomendable su restaurante. Restaurantes All’Enoteca Via Roma 57 I-12043 Canale Tel. +39-0173-958 57 info@davidepalluda.it www.davidepalluda.it En la Enoteca se puede encontrar prácticamente toda la paleta de vinos de la región de Roero. En el restaurante adjunto, Davide Palluda demuestra hace años a los piamonteses lo que es cocina innovadora a la par que tradicional. Il Centro Via Umberto 5 I-12040 Priocca Tel. +39-0173-61 61 12 En esta ciudad originaria de la verdadera cocina piamontesa no hay que dejar de probar el pan casero hecho con nueces, aceitunas o anchoas (acciughe). El restaurante cierra los martes, y se recomienda reservar con antelación. La Pergola Piazza San Carlo 1 I-12040 Vezza d’Alba – Borgonuovo Tel. +39-0173-651 78 Una y otra vez, una cocina sorprendente, excelentes embutidos también de producción propia, quesos seductores, sin olvidar la cuidada bodega. Locanda Le Clivie Via Canoreto 1 I-12040 Piobesi d’Alba Tel. +39-0173-61 92 61 www.leclivie.com Tras cambiar la ubicación del local, el restaurante «Le Clivie» ahora se halla en los edificios de la bodega Tenuta Carretta. La sabrosa cocina, con sus especialidades como los pichones al Moscato, no ha cambiado en absoluto. Sólo las mesas, diseñadas para gente más bajita, requieren habituamiento. DE COMPRAS Enoteca Regionale del Roero Via Roma 57 I-12043 Canale Tel. +39-0173-97 82 28 informazioni@enotecadelroero.it www.enotecadelroero.it Un verdadero refugio de los vinos de Roero. Allí se puede catar todo y comprar todo lo que se embotella de Roero, Arneis y Barbera. Mercados En las 23 comarcas de la región de Roero hay mercados semanales tradicionales. L``os productos típicos de la región son los melocotones (pesche di Canale), las peras (pere Madernassa) y las fresas. En otoño, desde mediados de octubre hasta principios de diciembre, en algunos lugares se celebran pequeñas fiestas de la trufa, en las que también se pueden adquirir estos hongos a cambio de la correspondiente calderilla.